El doctor José Manuel Mireles Valverde visitó los municipios de Cerro de San Pedro, Tampamolón y la ciudad de San Luis Potosí los días 20 y 21 de noviembre.

Su objetivo: despertar conciencias ante los problemas de inseguridad que se viven.

El derecho a la rebelión.

La presencia en San Luis Potosí del líder de las Autodefensas Michoacanas causó nerviosismo en gobierno del estado, especialmente entre los responsables de garantizar la seguridad pública.

Reverenciado por muchos como un caudillo popular es al mismo tiempo rechazado por los gobernantes porque representa un mal ejemplo que motiva a la insurrección civil.

Su incursión en tierras potosinas en un tiempo macabro en que el gobierno de Juan Manuel Carreras está perdiendo la batalla contra los delincuentes inquieta porque podría estimular decisiones radicales por parte de miles de ciudadanos hartos de la delincuencia.

El surgimiento de las Autodefensas Michoacanas.

Corría el año 2013 y en la región conocida como Tierra Caliente, en Michoacán, se vivía un régimen de terror. Un poderoso grupo de la delincuencia organizada conocido como Los Caballeros Templarios mantenía asolada la comarca a base de violencia, extorsiones, secuestros y pillaje, además de controlar el tráfico de drogas. Ni el ejército, ni la policía federal habían podido frenar sus atropellos. Para colmo la mayor parte de los cuerpos policiacos eran cómplices de ellos.

Fueron tantos los abusos, las ofensas, la pérdida de vidas, la complicidad e ineficiencia de las autoridades locales y federales que un 24 de febrero de 2013 surgieron a la luz las Autodefensas Michoacanas en el municipio de Tepalcatepec y en las comunidades de Buenavista Tomatlán y La Ruana.

Estos grupos de sublevados lograron articular el hartazgo social reclamando su derecho a la seguridad y a una vida digna.

Surgieron los nombres de Hipólito Mora, José Manuel Mireles, Estanislao Beltrán (Papá Pitufo), Alberto Gutiérrez (El Comandante Cinco) y Luis Antonio Torres “El Americano”, como cabecillas de una resistencia armada contra Los Caballeros Templarios.

En menos de un año las autodefensas extendieron su control por toda la Tierra Caliente, la sierra y la costa michoacana derrotando gradual, pero consistentemente, a las huestes de los Templarios.

Al principio de esta guerra no declarada se dio una alianza estratégica con el gobierno federal. Peña Nieto creó la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán y nombró a Alfredo Castillo Cervantes como comisionado de la misma.

Pero una vez que los grupos de autodefensa lograron derrotar y casi desaparecer a Los Caballeros Templarios el gobierno federal quiso desarmar a los milicianos y convertirlos en guardias rurales subordinados al ejército.

Uno de los que no aceptó esta condición fue precisamente el doctor José Manuel Mireles que fue encarcelado por casi tres años. Mireles fue un preso político que habitó los reclusorios de Hermosillo, Sonora y Tepic, Nayarit.

Ecos y consecuencias de la presencia de Mireles.

Durante su estancia en San Luis Potosí el doctor Mireles dijo que cuando decidió tomar las armas tenía un sueño: lograr la paz social del estado de Michoaca?n, tener un estado libre del crimen organizado, disfrutar de una seguridad publica eficiente, conseguir una justa impartición de justicia y restablecer el Estado de derecho.

Su presencia en nuestro estado no fue – según sus palabras- para invitar a levantarse en armas, sino para despertar conciencias ante los problemas de inseguridad que se viven.

Y vaya que en San Luis Potosí sabemos de este tema.

De acuerdo al reporte del mes de octubre del Sistema Nacional de Seguridad Pública en los 10 meses transcurridos de 2018 ya han ocurrido 835 asesinatos y en los poco más de tres años del gobierno de Juan Manuel Carreras han ocurrido más de 2 mil homicidios, 1396 de ellos clasificados como dolosos. La mayoría asociados a la actividad del crimen organizado. En cuanto a feminicidios la cifra llegó ya a 52. Pero igual de mal estamos en robos, extorsiones y secuestros.

Un diputado propone crear "autodefensas".

La presencia del doctor Mireles ha inspirado al diputado local Mario Lárraga Delgado a presentar una iniciativa de ley para crear las autodefensas en San Luis Potosí. "Vamos a platicar con el doctor Mireles, y vamos a recibir su experiencia en el tema, para preparar una buena iniciativa, que trascienda no solo en el estado, si no que sea un modelo a seguir en el país".

Según éste legislador este modelo podría suplir las labores que "ilegalmente" ejecutan las fuerzas federales en las calles”.

Está por verse si este legislador repentinamente sublevado logra que sus compañeros lo respalden.

Comentario final.

Cito ahora al gran liberal Ricardo Flores Magón. (Fragmento)

“El derecho de rebelión penetra en las conciencias, el descontento crece, el malestar se hace insoportable, la protesta estalla al fin y se inflama el ambiente. Se respira una atmósfera fuerte por los efluvios de rebeldía que la saturan y el horizonte comienza a aclararse.

Bendito momento aquel en que un pueblo se yergue. Ya no es el rebaño de lomos tostados por el sol, ya no es la muchedumbre sórdida de resignados y de sumisos, sino la hueste de rebeldes que se lanza a la conquista de la tierra ennoblecida porque al fin la pisan hombres.

Rebeldía, grita la mariposa al romper el capullo que la aprisiona; rebeldía, grita el grano en el surco al agrietar la tierra para recibir los rayos del sol; rebeldía, grita el tierno ser humano al desgarrar las entrañas maternas; rebeldía, grita el pueblo cuando se pone de pie para aplastar a tiranos y explotadores. La rebeldía es la vida, la sumisión es la muerte”.