El fin de semana de estreno tuve la oportunidad de ver la película de Joker, una estupenda película, y una actuación excelsa de Joaquin Phoenix, pareciera que el director le puso todo para que se luciera y lo hizo, cumplió cabalmente.

Este tema se ha convertido en un fenómeno mundial, a lo largo del mundo se ha colocado como la película número 1 en cuanto a ventas, cartelera y difusión; y en México extrañamente se ha convertido no sólo en un éxito taquillero, sino en un tema de conversación recurrente por lo que sucede en razón de que un ser humano, en este caso el papel de Arthur interpretado por Joaquin Phoenix como un ser humano ante muchas adversidades y una sociedad colapsada y llena de resentidos se puede convertir finalmente en un líder y cómo todo lo que afecta durante su niñez, adolescencia y en su camino hacia la adultez termina siendo de gran impacto para el personaje de Arthur que después se convertiría en Joker el eterno enemigo de Batman.

Haciendo una analogía, existen muchas condiciones que pudieran hacerse semejantes a lo que sucede en este país, comenzando con que hay muchos problemas comenzando por la seguridad, a la tranquilidad de la ciudadanía que es muy importante, nos estamos llenando de resentidos, ¿Cuántos niños y cuantos jóvenes en este país no han escuchado que a su mamá la robaron, asaltaron la casa, que le secuestraron a un familiar, que algo sucedió en este país?

Por más estrategia que nos quieran vender, desde la de Felipe Calderón, ni la de Enrique Peña nieto y ahora este año la de Andrés Manuel López Obrador en este primer año de la auto denominada “Cuarta Transformación” no nos ha terminado de resolver uno de los grandes problemas que tiene la sociedad mexicana, que es la seguridad, la confianza que debe existir, y ¿por qué no? Por supuesto que puede surgir algún “Joker” si no es que ya surgió y ganó la presidencia en razón de que puede llegar a comandar, a encaminar todo el resentimiento de la ciudadanía, pero eso no necesariamente se termina traduciendo en algo positivo.

Probablemente parezca que en un año de gobierno no es suficiente para resolver problemas de antaño, pero el tema más allá del tiempo tiene que ver no con fundar una esperanza sin recibir nada a cambio, no pueden decirnos que hay una transformación y nosotros creamos que la hay.

De manera reciente en tiempos de la “Cuarta Transformación” tuvo que renunciar un magistrado de la Suprema Corte de Justicia, Medina Mora, por supuestas investigaciones, de ahí que sea inocente o no lo tendrán que determinar las autoridades competentes, pero resulta muy sospechoso que fuera un “enemigo” manifiesto de la “Cuarta Transformación”. Ahora surge un nuevo escándalo de parte de la Judicatura del propio Poder Judicial de la Federación que resulta ser que un magistrado tiene que renunciar por una investigación que le iniciaron, por algo así de 80 millones de pesos, es decir, el tema no tiene que ver con criticar por criticar, muchos entendemos que esto será un proceso de transición porque las cosas venían mal desde hace un año ni dos, sino quizá desde hace 30 años hay muchas cosas que se venían haciendo mal, pero no se vale que lo que se venía haciendo bien que eso también se corte de tajo y que además se vayan replicando viejas fórmulas de autoritarismo, hay que tener cuidado con ese asunto.

Lo que si no podemos permitir en este país donde hemos perdido casi todo, pero en lo que si hemos avanzado es en la libertad de expresión, me parece que todos tenemos derecho a opinar al respecto de lo que sucede hoy con el gobierno y cada quien tendrá sus argumentos. Sí es un asunto de tiempo, si apenas va un año y dicen que es muy poco, el mismo argumento podría servir cuando lleve 2 o 3 años, cuando lleve 3 van a decir que va apenas a la mitad, en ese asunto, de fondo lo que se tiene que observar es que las condiciones en este país hay cosas que podrían haber mejorado, hay programas sociales que están funcionando, apoyando a personas que menos tienen y que no han tenido oportunidades de vida, pero que en el camino hay otras cosas que de forma paralela deben ir avanzando, como la educación, la seguridad, el darle mejores condiciones de vida en general a los mexicanos, como dice el dicho “no les des el pez, enséñale a pescar”, no es un asunto de tiempo, ni tampoco un asunto de “vamos a esperar” una esperanza, una fe sin argumentos, tenemos que hacer un análisis.

Toda la ciudadanía tiene que reflexionar, no podemos “ser luz de la calle y oscuridad en la casa” no podemos ir exigiendo desde una red social que Andrés Manuel se ponga a trabajar, y que la “Cuarta Transformación” no está funcionando, si nosotros no coadyuvamos en esa fórmula de transición, es decir, que nuestros hijos no vean que nosotros nos estacionamos en doble fila, que no vean que nos agandallamos al primero que pase, que no vean que le damos una mordida a un policía, que la corrupción no se fomente desde la casa, la transformación debe comenzar desde el interior de cada uno de nosotros, en el seno familiar, para que las cosas vayan mejor y hacer lo que nos corresponde sin dejar de exigirle al gobierno que haga su trabajo porque para eso les pagamos.