vive ya en el mundo ideal, ese que soñaba de niño sentado en las escaleras del edificio del PRI, aquel que con su vida seguirá enseñándonos de política para vivir en el que siempre soñó.

Te confieso que es la primera vez que voy a escribirle a alguien que se fue -de esta enferma tierra en la que vivimos- lo que también le dije conviviendo en este mundo.

Espero te acuerdes, fue al calor del humo del cigarro y el tintinear del hielo el pasado 27 de diciembre y 1º de enero en la casa de nuestra querida y admirada “Jefa” Yolanda Eugenia González Hernández con el testimonio -por aquello de la duda- de mis muy respetadas y queridas doña Lilia González, doña Blanca Valle, don Felipe Aurelio Torres y la misma “Jefa” Yola a quien muchos -como tú- le debemos la deferencia de su amistad, pero sobre todo -como tu- la guía de su experiencia. Y no fue para menos, aunque tu vida política muchos la conocen: hijo de la muy querida tricolor doña Perita, niño-político que hacia su tarea en las escaleras del casi recién estrenado edificio del PRI en Av. Luis Donaldo Colosio y le sobraba tiempo para tomar tribunas legislativas en tormentosos capítulos de la vida política tunera; adolescente-político quien junto con Cecy González -hoy Directora del DIF- idealizaban la revolución en Chiapas, para aterrizar sus sueños faltando a la escuela y distraerse en el partido, mientras Ara Romero les llamaba la atención de parte de la Presidenta “Yola” advirtiendo: “los dos: ¡una más y no vuelven!”. Y el joven-político que, al mismo tiempo leyendo a Reyes Heroles, aprendía de las figuras locales como de los “impresentables” con quienes le toco o trabajar o “hacer política”, porque eso sí, solo te escuche usar la palabra “grilla” cuando no estaba a tu nivel.

Funcionario publico conocedor y dirigente aguerrido del tricolor. Buen curriculum partidista, que ya muchos de los que ayer te aplaudieron -demasiado tarde- hubieran querido para tomarse una foto en la Revista Life.

“-Licenciado “Gallo”, organícese una mesa de debate del Informe de Andrés Manuel en el noticiero...-“

“-No Aurelio. Primero, porque solo tú quieres ir. Segundo, luego los otros partidos mandan a cada cab... y hasta me siento mal y tercero, mejor organízate tú la cena con los del grupo...”

...Y ahí se nos iba el tiempo...

Voz calificada para los medios y garantizada “para” el PRI. No “por”, sino “para”. Él no necesitaba que lo avalaran sus dirigentes como vocero, ¡él garantizaba la presencia tricolor en cualquier foro y debate!. ERES y SEGUIRAS siendo la única voz convencida, preparada, aguerrida y sobre todo presentable que el PRI de San Luis Potosí tenga.

"-Señor Licenciado “Gallo”-"

"-A sus órdenes mi Presidente-"

"-Usted que es el más “panista” de los “priistas” y el más “priista” de los “panistas” ¿podría hacerme el favor de darme una clase a los chavos del “Instituto Reyes Heroles”?

Lo conocí por nuestro amigo en común Víctor Salgado y después estrechamos más la amistad fraternalmente en la administración municipal 2009-2012 con la Lic. Victoria Labastida. Ya en el tema de “su” Partido, me invitó infinidad de veces a conducir sus eventos protocolarios o a dar platicas de Historia de San Luis y del PRI, pasión compartida. Y siempre me distinguió con esa categoría de ser quien abonara a la formación de jóvenes cuadros del PRI -quienes como él- serian "pulidos" desde las bases de “su” Partido.

Remarco “su” propiedad, pues si alguien de verdad creció, vivió, conoció y amo el partido era Aurelio Gancedo, él era del PRI y el PRI era de él.

La sonrisa fácil, la charla agradable, la anécdota entre ella... él no hablaba de política, hablaba de todo con motivo de política -gran diferencia- que desde niño -el “niño prodigio del PRI”- le hizo ganarse el respeto de los priistas de corazón, de los de ocasión y los externos por su “apasionada entrega” y fundamentado argumento aguerrido-sentimental hacia el partido que nunca dejó, tanto en las buenas y malas de el y de él.

Y vinieron aquellas fechas en diciembre y enero pasado:

“-Hay que escribir Aurelio, déjame escribir tu historia política...”

“Sabia virtud de conocer el tiempo”... nos ganó, nos alcanzó. Pero ya tendremos tiempo te lo juro amigo Aurelio...

Priista recalcitrante, adversario político honorable. Amigo fraterno y sobre todo con un corazón tan humano. Cuya diferencia entre los que nos quedamos y él que se ha ido -terrenalmente-, es que nosotros seguiremos viviendo en este mundo -en el que así no quiero vivir- y Aurelio vive ya en el mundo ideal, ese que soñaba de niño con los pantaloncillos cortos, el sweater, corbata de moño y bien peinado sentado en las escaleras del edificio del PRI, aquel que con su aprendizaje de vida seguirá enseñándonos de política para vivir en el mundo que siempre soñó.

Por eso mi querido Aurelio sigue soñando, nosotros también... y para escribir tu historia política ya habrá tiempo, primero Dios.

Y adiós