Quien puso en vilo esta semana a la bohemia, a la poseía, la música, a los que nos gusta escuchar una buena guitarra fue el gran Joaquín Sabina con el incidente que tuvo el día de su cumpleaños 71, en la ciudad de Madrid, que es como su segunda casa; y pudo ser por esa pasión que él pone en cada una de sus actuaciones. Los mexicanos nos preocupamos, porque Joaquín Sabina representa muchas generaciones.

Joaquín Sabina se ha preocupado por conquistar a Argentina escribiendo unos tangos maravillosos, y para México ha escrito canciones rancheras como “y nos dieron las 10 y las 11”, “6 tequilas” y “Viridiana”. A Chabela Vargas le dedicó “El bulevard de los Sueños Rotos” canción que se deriva de todas las aventuras etílicas que corrió Joaquín Sabina con Chabela Vargas quien decía que en México ya no se producía buen tequila porque se lo habían acabado José Alfredo Jiménez y ella.

Joaquín Sabina hace mucho por identificarse con los mexicanos, no sólo para que adopten su música, sino que escribe música mexicana para los mexicanos.

Grandes músicos como Joaquín Sabina nunca se retiran, su creatividad musical y poética son parte de su existencia, de manera que les es imposible el retiro, a pesar de que un día pasarán físicamente a la historia, su legado continuará.