A aumentar cosecha

A aumentar cosecha

Paola Espinosa vivirá en Río sus cuartos Juegos Olímpicos y quiere ampliar su legado con una tercera medalla

Juan Pablo Sánchez| laaficion.milenio.com| | Lunes, 25 de Julio de 2016| 09:11

---

Paola Espinosa es uno de los rostros más reconocibles de la delegación mexicana para los Juegos Olímpicos, y también una de las mayores promesas de medalla en Río de Janeiro. A los 29 años vivirá su cuarta experiencia en la máxima justa del deporte a nivel mundial, con el objetivo de incrementar su palmarés.

Debutó en Atenas 2004 en clavados individual y sincronizados; cuatro años más tarde, en Pekín, cuando fue abanderada de la delegación nacional, se llevó la plata junto a Tatiana Ortiz. En Londres 2012, repitió como medallista olímpica, esta vez de bronce junto a Alejandra Orozco, de nuevo en la plataforma de 10 metros, para ser una de los siete atletas mexicanos en la historia con más de una presea.

"No sé cuántos tengamos la fortuna de ir a cuatro Juegos, pero me siento afortunada, gracias al talento que me regalaron mis padres y Dios, comparo estos Juegos con los primeros y han sido totalmente distintos, cada uno se vivió diferente, ahorita llego relajada, ya he ganado donde he querido ganar, logrado lo que he querido lograr, soy doble medallista olímpica, campeona mundial, panamericana y centroamericana", señaló en entrevista con La Afición.

A pesar de la experiencia, Espinosa afirmó que este camino a Río de Janeiro le ha puesto los pies en la tierra, y situaciones personales le han hecho recordar lo que hay más allá de los triunfos.

"En este ciclo olímpico me cayó como un balde de agua fría el darme cuenta que sigo siendo un ser humano, cuando después de Londres 2012 falleció mi papá, luego vienen muchas lesiones, y no me puedo recuperar; pero del año pasado para acá, me ha ido muy bien, entonces he vivido cosas raras estos años".

Sin embargo, el haber competido en Atenas, Pekín y Londres le permite afrontar la cita en Brasil con mayor calma, ya que sabe lo que significa estar en unos Olímpicos y lo que debe esperar.

"Nada me puede sorprender, ya sé cómo son los Juegos Olímpicos, cómo se viven, los nervios, qué va a haber, quiénes van a estar, en qué momento se acerca la gente, son cosas que tal vez al principio te cuestan un poquito de trabajo asimilar, porque para lo único que estamos preparados es para hacer un clavado perfecto, pero para nuestro entorno no, las cosas nos llegan y es difícil, ahora ya lo sé controlar".

A ESFORZARSE MÁS

Paola es consciente del legado que ha dejado en el deporte mexicano y, sobre todo, en una de las disciplinas con más éxitos recientes, los clavados, en los que es referente y ha coronado una carrera con dos medallas olímpicas.

"En nuestro país es muy difícil ir a unos Olímpicos, más complicado ganar una medalla, y mucho más tener dos; me llena de orgullo saber que nadie me ha regalado nada, que todo me lo he ganado, que lo he hecho con trabajo, esfuerzo, dedicación, dolor, sufrimiento, pero ahí estoy, queriendo conseguir mis sueños y mis objetivos, cada vez que gano una medalla en vez de sentirme satisfecha, me dan ganas de seguir entrenando y perfeccionar en lo que fallé".

Lo que le falta a Paola es una medalla olímpica individual, que buscará en Río, aunque también estaría feliz que esa presea volviera a ser en sincronizados, junto a Orozco, y alcanzar la cifra de tres para igualar a Humberto Mariles y quedar a una de Joaquín Capilla.

"No va a haber un deportista que no diga que quiere una medalla y es por lo que entreno cada día, pero así como trabajo yo, lo hace todo el mundo; Olímpicos es una competencia distinta, nos vemos los mismos deportistas, pero no se sabe quién va a ganar, nadie tiene seguro nada".