Lo negro de "El Negro" Durazo, según el espionaje político

Lo negro de "El Negro" Durazo, según el espionaje político

Los reportes que agentes de la extinta Dirección Federal de Seguridad realizaron integran el expediente resguardado por el Archivo General de la Nación

La Silla Rota| | Domingo, 17 de Marzo de 2019| 13:04

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El 15 de agosto de 1980, el entonces gobernador de Sonora, Samuel Ocaña García y diferentes autoridades civiles y militares recibieron en el Aeropuerto "Ignacio Pesqueira" de Hermosillo, al general Arturo Durazo Moreno para nombrarlo ciudadano distinguido de ese estado y entregarle un pergamino de reconocimiento "a su labor por combatir la delincuencia".

En el recorrido hacia el Palacio Municipal, todas las patrullas escoltaron a la comitiva, al mismo tiempo que los elementos de la policía estatal realizaban maniobras acrobáticas. Durazo Moreno viajó a su estado natal con Francisco Sahagún Baca, su mano derecha y quien tenía acusaciones por tener nexos con el crimen organizado, 20 personas y un grupo de mariachi.

En reciprocidad al homenaje, el entonces director general de la Policía y Tránsito de la Ciudad de México donó a Hermosillo una patrulla, una ambulancia y 15 semáforos. En esa visita también acudió al municipio de Cumas, donde inauguró el Museo Personal en la casa donde nació. Ahí regaló al Ayuntamiento un hospital rodante y un transporte escolar.

"El Negro" Durazo: el oscuro súper policía de López Portillo

Este hecho forma parte de los reportes que agentes de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS) realizaron y que integran el expediente resguardado por el Archivo General de la Nación. Esa escena en Sonora, además, da cuenta del derroche y de la ostentación de poder que caracterizaban a Arturo "El Negro" Durazo, quien cuatro años después fue detenido en Puerto Rico.

Mientras lo homenajeaban en Sonora, la policía e inseguridad de la Ciudad de México eran un caos.  En ese momento, el general Durazo acumulaba señalamientos de corrupción, enriquecimiento ilícito y represión. También ya eran conocidos los relatos de sus excesos y fiestas.

El expediente de Durazo Moreno inicia en 1954 con un oficio donde se informaba que agentes de la Policía Judicial Federal le decomisaron un automóvil robado. Un año después, lo investigaban porque, siendo agente judicial, "en unión con otras personas pertenecientes al servicio de resguardo aduanal del Aeropuerto de esta ciudad, detenían a los camiones pulqueros procedentes del estado de Hidalgo, revisando indebidamente su documentación y algunas otras anomalías".

En 1971, un reporte informaba de que el entonces secretario de Gobernación, Mario Moya Palencia recibió una carta anónima, donde acusaba al comandante de la Policía Judicial Federal, Arturo Durazo Moreno de proteger a María Antonieta Espinosa Torres, dueña de prostíbulos y quien se dedicaba al contrabando de licor y drogas.

La señora María Antonieta Espinosa Torres se dedica al contrabando de whisky y coñac y para ello tiene la protección del comandante Arturo Durazo, y hace ostentación de ello en los lenocinios que regentea, de que la protege y ese es el motivo por el que con toda libertad, desde hace tiempo se dedica a este negocio, sin tener la presencia de autoridades que traten de cerrar o clausurar estos negocios", dice el informe de la DFS.

En 1978, un año después de que fuera nombrado director general de Policía y Tránsito de la Ciudad de México, un reporte hacía referencia de la cercanía que tenía con el entonces presidente José López Portillo.

Se le menciona como precandidato a la gubernatura, por su origen sonorense, por el alto puesto que ocupa y por su cercanía con el presidente de la República. Su origen sonorense se conoció cuando acompañó López Portillo en su campaña para la presidencia y pronunció un discurso en Cumpas, Sonora, su lugar de origen. Posición económica acomodada. Se especula en Sonora acerca del origen de su fortuna. No tiene arraigo en el estado".

En varias ocasiones, los agentes de la DSF, mencionaron que diferentes personas, entre ellos políticos de oposición y activistas, pedían al procurador de la República realizara una investigación a Durazo Moreno por su enriquecimiento ilícito, así como "por las arbitrariedades anticonstitucionales que ha cometido". También, en su momento, denunciaron la mansión que construyó en unos terrenos ejidales de Zihuatanejo, Guerrero.

El 20 de diciembre de 1982, un elemento de la policía y tránsito, que fue comisionado en el domicilio particular de Durazo Moreno, ubicado en la carretera federal a Cuernavaca, relató algunas situaciones del que fue testigo.

Manifestó que en julio de 1981, cuando realizaba inventario de las pertenencias de Durazo Moreno, él llegó en completo estado de ebriedad, insultó a su esposa Silvia Garza, a la que metió a su recámara y la golpeó, por lo que ella prefirió abandonarlo, y se fue a radicar a Canadá y del que sabía que tenía un amorío con la artista Olga Brinsky y se enteró que Garza de Durazo tenía problemas con él, porque ésta tuvo un amante que Durazo Moreno mandó a desaparecer en Ziguatanejo, Guerrero y que después de éste tuvo otro amante que perteneció a su escolta de seguridad y que se encuentra preso en la cárcel de Santa Marta Acatitla, acusado de robo en una de las tiendas de la Conasupo.

Se enteró también que Durazo Moreno tenía 40 automóviles de diferentes marcas último modelo, así como otros de procedencia extranjera, entre los que se encontraban siete camionetas. Que en cierta ocasión en que la Procuraduría General de la República ordenó una auditoría a la citada residencia Durazo Moreno desapareció del país y se fue a Canadá con el pretexto que iba buscar a su esposa", indica el reporte.

El 28 de diciembre de 1982, un informe de la de DFS, señaló que ese día a las 12:25 horas en el vuelo 498 de la compañía Panamerican Air Lines con destino a Miami Florida, salió Arturo Durazo Moreno, ex director de Policía y Tránsito del Distrito Federal, acompañado de cinco personas más.

El 30 de enero de 1984, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó que el conjunto residencial de El Ajusco, propiedad de Arturo Durazo, pasaba a ser propiedad de la nación. "Él sería perseguido por defraudación fiscal y demás delitos que se le imputen".