Todo el día pedimos a Dios que nos regresen a nuestros hijos

Todo el día pedimos a Dios que nos regresen a nuestros hijos

La mayoría de las bardas de la Fiscalía están llenas de cartelones de búsqueda, algo que hace unos días era inimaginable

lasillarota.com| TIERRA BLANCA, Veracruz | Lunes, 08 de Febrero de 2016| 13:01

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Una hilera de personas, sentadas en sillas de plástico cierra los ojos y aprietan con sus manos sus rosarios. Todas ruegan, con sus cabezas agachadas, a una infinidad de santos para que aparezcan sus seres queridos, sanos y salvos. Las plegarias giran alrededor de un altar con fotografías, de desaparecidos, la mayoría -aseguran- secuestrados por la misma policía estatal.

El nicho no está en una capilla o iglesia, es la entrada al estacionamiento de las oficinas de la Fiscalía Regional de Veracruz en Tierra Blanca, en donde unas 14 personas montaron un campamento que han hecho su casa desde el 11 de enero de este 2016, fecha en que desaparecieron sus familiares: los jóvenes secuestrados por la oficiales de Seguridad Pública y que fueron entregados a Francisco Navarrete Serna, jefe de plaza del crimen organizado.

Carmen Garibo Maciel, es una de las que reza con más fervor. Su hija Susana Tapia Garibo, de 16 años, viajaba con los otros cuatro jóvenes extraviados. Ellos iban del Puerto de Veracruz a Playa Vicente cuando fueron detenidos por una patrulla oficial en la entrada de Tierra Blanca, desde entonces no sabe nada de ella.

Los padres apenas supieron de la desaparición de sus hijos y viajaron a ese municipio para interponer la denuncia, sin embargo, cuando descubrieron que no obtendrían respuestas prontas decidieron quedarse a vivir allí, entre el ir y venir de Ministerios Públicos, Ministeriales y abogados.

"Aquí pasamos calor, frío, hambre, sueño, nervios, llanto; todo lo que se nos presente aquí lo pasamos y aquí seguiremos soportando todo lo que esta espera nos implique. Todo el día rezamos si es preciso, todo el día estamos pidiéndole a Dios que nos regresen a nuestros hijos", dijo Carmen a punto del llanto.

La vida en la galera

La vida en la galera, que servía de estacionamiento para las unidades de los Investigadores Ministeriales, se va en preparar alimentos, rezar, estar pendientes de los noticieros de todo el país y preguntar -a cada rato- información sobre los muchachos de quienes no hay rastro todavía.

Todos duermen en nueve colchonetas instaladas debajo de un techo de lámina de zinc que sirve para cubrirse de la lluvia pero sobre todo de los rayos solares, pues a esa ciudad se le conoce como la "Novia del Sol", es el municipio más caluroso de todo el estado de Veracruz con temperaturas por arriba de los 50 grados casi todo el año.

Al paso de los días salieron más personas con familiares extraviados que han acudido a la Fiscalía a dar apoyo moral a los padres de los cinco desaparecidos. En poco tiempo, el altar ya tenía más de cinco imágenes.

"Nuestra vida cambió por completo, seguimos con la fe puesta en Dios de que a nuestros hijos los vamos a encontrar. Muchas personas han sufrido lo que nosotros estamos sufriendo y ya se están animando a venir a poner las fotografías de sus familiares. Vienen, no te podría decir cuántos diarios, pero si vienen a darnos su apoyo, a veces a comentarnos su experiencia, a veces a rezar con nosotros y a traernos incluso algo de lo que ellos tengan y lo comparten con nosotros", contó.

Ahora, la mayoría de las bardas de la Fiscalía están llenas de cartelones de búsqueda, algo que hace unos días era inimaginable ante el clima de zozobra que se vivía en Tierra Blanca que provocaba que todos callaran, por temor a represarías.



Sin embargo, tras el secuestro de los jóvenes de Playa Vicente las cosas cambiaron, tanto que el pueblo muestra solidaridad: "a veces compramos de comer, a veces hacemos, a veces nos traen. Tenemos parrilla y comemos huevos, lo más rápido que se puede hacer, o veces nos traen tamales o tortas, lo que se pueda llevar con mayor facilidad".

Doña Carmen lamenta las condiciones en las que vive pero asegura que no claudicará hasta saber qué pasó con su hija. "Baño para bañarnos nos prestaron aquí el de la Fiscalía y baño para necesidades pues aquí está el de la Policía Ministerial. Aquí estamos viviendo unas 14 personas, entre familiares y amigos, y aquí seguiremos".

Unos 800 uniformados, de diversas corporaciones federales y estatales, buscan desde el 11 de enero a José Benítez de la O, de 24 años de edad; Mario Arturo Orozco Sánchez, de 27; Alfredo González Díaz, de 25; Bernardo Benítez Arróniz, de 25 y Susana Tapia Garibo, de 16.

Todos habían viajado un fin de semana de Playa Vicente al Puerto de Veracruz para divertirse. Era lunes y regresaban a sus labores diarias cuando Policías Estatales los detuvieron en la entrada de Tierra Blanca.

Los siete uniformados que participaron en el operativo, que ya están detenidos, aseguraron que los muchachos fueron entregados a Navarrete Serna que también ya fue apresado junto a otros dos sujetos. Sin embargo, pese a las detenciones, no se sabe nada de los chicos.

kach