Los Millennials olvidados

Los Millennials olvidados

Hay Millennials que no están atrapando pokemones sino siendo presas fáciles de pandillas delictivas.

lasillarota.com| | Lunes, 25 de Julio de 2016| 15:25

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Ich bin Deutscher! (¡Soy un alemán!) fueron parte de las últimas palabras del joven de 18 años que perpetró el ataque el pasado fin de semana en el centro comercial de Múnich, antes de quitarse la vida. David Sonboly, joven con doble nacionalidad, alemán e iraní, reaccionó así cuando un testigo desde una ventana le gritó ¡Malditos Turcos!

Unos días antes, un joven de 17 años procedente de Afganistán atacó con un hacha a varias personas que viajaban en un tren en la zona de Baviera. Alemania está conmocionada y cuando a penas intenta asimilar una tragedia pareciera que otra se presenta.


Si bien, estos ataques son terribles, no pueden catalogarse claramente como acciones terroristas debido a que no se realizaron con el fin de alcanzar un objetivo político y tampoco hay una conexión comprobada con la agenda de una organización terrorista. Es cierto que los perpetradores estuvieron motivados por ideas fanáticas, sumado a problemas psicológicos que sufrían.

Este tipo de ataques se revelan como el resultado de una realidad muy compleja que se había intentado tapar o negar durante los últimos años. En el reclamo de David Sonboly -¡Soy alemán!- se asoma el odio de un joven a una sociedad que jamás lo aceptó por no ser un "verdadero alemán", un rencor de una víctima de bullying al que no se le dio la atención necesaria y el grito de un joven que perdió lo distintivo de su edad: la esperanza.

En el trasfondo de los recientes ataques que ha sufrido Europa, se muestra el abandono por la élite política europea a los grupos más vulnerables. Por mucho tiempo se han ignorado los problemas sociales que enfrentan un gran número de jóvenes de contexto migrante, que aún en Europa, han crecido en la pobreza, con mala educación, con falta de oportunidades y en ambientes propensos al crimen. Millennials olvidados que no están atrapando pokemones con sus smartphones, sino siendo presas fáciles de pandillas delictivas o de ideologías radicales. Sólo basta caminar por ciertas zonas en Berlín o París, para ver a jóvenes migrantes menores de 25 años vendiendo drogas, artículos robados o piratería.

Aunque en México las condiciones sociopolíticas no son las mismas, también le hemos dado la espalda a un gran porcentaje de los jóvenes mexicanos.

Desgraciadamente se ha vuelto común ver a personas menores de 25 años vinculados a actividades delictivas como asaltos, secuestros o narcotráfico. Jóvenes que también por falta de oportunidades son atraídos a modelos de vida sustentados en la violencia. Por otro lado, el bono demográfico del que se presumía en la década de los noventas se convirtió en una cifra creciente de "Ninis", que a la fecha suma más de 7 millones.

Estos son también, nuestros millennials olvidados: los ninis, los niños sicarios o los jóvenes desempleados. Los cuales es mejor ocultar detrás de una foto del presidente de la República muy alegre con los dreamers en Estados Unidos, mientras en su país recorta el presupuesto a la educación. Tan solo en lo que va del año se recortaron 2 mil 100 millones de pesos al presupuesto del programa nacional de becas.

En México y en Europa el panorama para los jóvenes no es el más optimista, si no pregúntenle a los menores de 18 años en Reino Unido que vivirán en un mundo post-Brexit sin siquiera haber sido consultados. Lo que sucede en Francia o Alemania no es generación espontánea, sino el resultado de la ausencia de políticas públicas que cierren la brecha de desigualdad entre lo que se considera "nosotros" y "los otros", los pobres y los ricos.

Y aunque pareciera que la violencia, el terror y el miedo se han vuelto la constante en todos los rincones del mundo. Me niego a conceder que esto sea lo normal. Es tiempo de tirar los absurdos muros que ilusoriamente nos dividen, es momento de reconstruir los puentes que descuidamos y construir aún más donde hagan falta. Es lo mínimo que se puede hacer por una generación de jóvenes olvidados que esta siendo usada como carne de cañón por la violencia y el odio.

 

@feromd  

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