Juan Gabriel, el hombre que retó y venció al destino

Juan Gabriel, el hombre que retó y venció al destino

El cantautor mexicano, Juan Gabriel, ícono y leyenda de la música mexicana, dejó un legado de más de 1,800 canciones, varias de ellas traducidas a distintos idiomas, y vendió más de 100 millones de discos.

lasillarota.com| | Lunes, 29 de Agosto de 2016| 09:14

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Tanto en su vida personal como profesional, el cantautor mexicano Juan Gabriel retó y venció al destino que pretendía orillarlo a la soledad, la ignorancia, el dolor, el sufrimiento, el hambre y la pobreza, afrontó los retos de la vida para convertirse en ídolo, mito, ícono y leyenda de la música mexicana donde dejó un legado de más de mil 800 canciones, varias de ellas traducidas a distintos idiomas, y vendió más de 100 millones de discos.

 

Para transformar su vida, Alberto Aguilera Valadez tuvo que cambiar su nombre a Juan Gabriel, superar la estancia en el orfanato, lavar ropa de prostituta en Ciudad Juárez, dormir en las calles del Distrito Federal y soportar el encierro en la cárcel de Lecumberri; resistir la crítica por interpretar jingles para partidos políticos, componer temas contra las leyes migratorias de los Estados Unidos, enfrentar los señalamientos sobre su sexualidad y cantarle las mañanitas al presidente de Venezuela.

 

Fue el menor de 10 hijos del matrimonio de los campesinos Gabriel Aguilera Rodríguez y Victoria Valadez Rojas, nació el 7 de enero de 1950 en Parácuaro, Michoacán.

 

María de Jesús Valverde, Una comadre de su mamá, sugirió que bautizaran al recién nacido como "Alberto", en honor al personaje de la historia cubana "El Derecho de Nacer", una radionovela que se transmitía por la XEW, en realidad se llamaba "Albertico Limonta".

 

Cuando su padre preparaba la tierra para una cosecha, un incendio se extendió a unas viviendas, lo que provocó que se intentara suicidarse, y luego fue internado en un nosocomio de salud mental "La Castañeda" en el Distrito Federal. Ante el temor de represalias parte de los pobladores, su madre se lleva a los niños a Apatzingán, luego a Morelia y finalmente a Ciudad Juárez, Chihuahua.

 

Alberto Aguilera Valadez fue internado por su madre en el Escuela Laica de Mejoramiento Social para Menores, un orfanato en Ciudad Juárez. Un fin de semana cuando salió, el pequeño Alberto encerró en una habitación a su madre para que no pudiera salir y llevarlo de vuelta al internado.

 

Aprendió hojalatería y elaboración de artesanías con Don Juan Contreras. El maestro de carpintería le enseñó a tocar la guitarra y el piano. Escapó del sitio al cumplir los 13 años cuando fue a tirar la basura, ya que era el responsable de ese quehacer. Un compañero del internado le rentaba a Alberto una guitarra a costo de 20 centavos. Se fue a vivir con Don Juan Contreras a quien lo consideró como un padre y un ejemplo.

 

"Mi infancia fue bonita y triste, paradójicamente una mezcla extraña de sentimientos, igual que sentimos todos los niños que nos criamos con muchas privaciones. Mi madre tenía que trabajar de sirvienta y no podía atenderme, por eso tuvo que internarme en la Escuela de Mejoramiento Social, donde permanecí de los 5 a los 13 años. Tengo recuerdos muy bonitos de mi maestra, Micaela Alvarado quien le dediqué una canción de mi disco Recuerdos II. La pasaba muy bien con los demás niños, compartíamos juegos, pero a la vez, estábamos conscientes de la tristeza por estar ahí internados. Sólo cursé hasta el quinto año de primaria. Lo demás lo tuve que aprender ya más grande, pues siempre fui curioso y preguntón", así describió Juan Gabriel su infancia.

 

Compuso "La Muerte del Palomo": Nunca volverás paloma, triste está el palomar, solito quedó el palomo, ahogándose entre sollozos, pues ya no puede llorar, pobrecito del palomo, cansado está de sufrir, y mirando para el cielo, a Dios le pide su muerte, que así no quiere vivir...".

 



 

 

A la edad de 14 años regresó a su mamá, quien vendía burrita de harina para vender. Así fue como conoció Ciudad Juárez, en un recorrido por las calles de La Paz y La Noche Triste, escuchó al coro del Templo Metodista, ahí conoció a dos señoras, que le dieron trabajo.

 

 

 

Leonor y Beatriz Berumen se lo llevaron a vivir a la calle de Santos Degollado y 16 de Septiembre. Alberto se dedicó a limpiar la iglesia, cantar en el coro y leer La Biblia. Un pastor del Templo Metodista de El Paso, Texas lo llevó al pueblo de Elsinore, California, para hacer el mismo trabajo.

 

 

 

Alberto cruzó la frontera de regreso y llegó a Tijuana, donde formó parte de los Coros de la Catedral de Guadalupe, ahí conoció a Don Daniel Díaz, quien lo protegió como un padre. En noviembre de 1965 Alberto visitó Mexicali conoció a Monna Bell, su ídolo, en el "Marilyn Restaurant Bar".

 

 

 

En 1965 interpretó "María La Bandida" del célebre José Alfredo Jiménez en el Programa "Noches Rancheras" del Canal 5 con Raúl Loya "El compadre más padre", quien lo bautizó con su primer nombre artístico, "Adán Luna".

 

Alberto regresó a Ciudad Juárez, donde lavó ropa de prostituta para conseguir dinero, luego de hacerse amigo de ellas lo llevaron al bar "Noa Noa", donde consiguió una oportunidad para cantar.

Debutó en el Bar "Noa-Noa", con el tema "Adoro" del Armando Manzanero, "Cenizas", "Yo te amo", "Yo sé que no es feliz", y "Harlem en español", con el acompañamiento de  Los Prisioneros del Ritmo.

 

Viajó a la Ciudad de México, tocó puertas en las compañías de discos sin suerte. Regresó a Ciudad Juárez y le dieron su primer contrato para actuar en el "Malibú", con un salario de 10 dólares diarios.

 

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Se llenó de trabajo y en 1969 Realizaba dos presentaciones diarias, en el "Malibú" a las media noche y en "Boom-Boom" a las 2:00

 

Volvió a probar suerte en la Ciudad de México, la Señora Mc Ulley le compró ropa y le prestó dinero. Lo rechazaron en CBS y en Discos Peerless. En RCA VÍCTOR, Eduardo Magallanes, le pidió que interpretara "Escándalo" de la autoría de Rubén Fuentes.

 

Se inició en la industria discográfica, haciendo coros a Roberto Jordán, Angélica María y Estela Núñez. Ante el salario bajo decidió regresar a Ciudad Juárez.

 

Alberto se aferró a su sueño de triunfar en la capital del país y regresó a probar suerte una vez más, la falta de empleo y dinero lo orillaron a dormir en la estación de ferrocarriles, en la terminal de autobuses, en la Alameda Central y en la Villa de Guadalupe.

 

Lo acusan de robo y estuvo recluido 18 meses en la cárcel de Lecumberri. Durante el cautiverio compuso temas los temas "No tengo dinero", "Me he quedado solo", "Tres claveles y un rosal", "La más querida" e "Iremos de la mano". También escribió canciones de protesta y poemas que no quiso grabar.

 



 

Sus canciones lo llevaron hasta Andrés Puentes Vargas, director de Lecumberri, y a su esposa, Ofelia Urtusástegui, el primero le presenta a Enriqueta Jiménez Chabolla La Prieta Linda y la segunda encontró que no había pruebas suficientes para que Alberto permaneciera encerrado.

 

A su salida, conoció a Lucha Villa, quien le prestó dinero para comer y para dormir en uno de sus tantos viajes al Distrito Federal.

 

A finales del año 1971 por dejar atrás los nombre de Alberto y Adán Luna para ser "Juan Gabriel", "Juan" en agradecimiento al hombre que le enseñó a trabajar y "Gabriel" en memoria de su padre.

En junio de 1971, quienes lo habían rechazado lo buscaron. Raúl del Valle y Enrique Okamura le ofrecieron a Juan Gabriel integrarse a las filas de RCA VÍCTOR, donde grabó su primer disco, Un alma joven, en el que se incluyó "No tengo dinero".

 

 "La Prieta Linda" se convierte en la primer intérprete de Juan Gabriel cuando graba "Noche a Noche". Después lo hicieron Roberto Jordán con "No se ha dado cuenta" y Estelita Núñez con "Extraño tus ojos".

 

Su primer viaje internacional ya como Juan Gabriel lo hizo a Caracas, Venezuela, en el programa Él Y Ella de Radiocaracas Televisión, bajo la conducción de Mirla Castellanos y Miguel Ángel.

 

Tuvo un año dorado. Recibió su primer Disco de Oro; Participó en el FESTIVAL OTI 72 con "Será Mañana" y "Uno, dos y tres y me das un Beso", que aunque no calificaron, se colocaron en los primeros lugares de popularidad y fueron grabadas en un disco. 

 



 

Su madre murió en diciembre de 1974, a ella le compuso "Lágrimas y lluvia" y "Mis Ojos Tristes". A su padre le escribió "De sol a sol", y a Don Juan "Eternamente agradecido". A su Virginia, a la que más quería le compuso "Se me olvidó otra vez", "La diferencia", "Veinte años" y No lastimes más".

 

Juan Gabriel decidió cambiar su destino y superar las adversidades que le presentó la vida.

 

"La vida nos da la oportunidad de superarnos, y si llegamos a ser grandes, entonces nunca moriremos. Entre los casos más hermosos están: Beethoven, Mozart, Bach; todos aquellos esos maravillosos compositores que dejaron de respirar, de ver, de oír, de oler; pero que hasta la fecha, siguen vivos. Al igual que los compositores mexicanos: Agustín Lara, Gonzalo Curiel, José Alfredo Jiménez y también los cantantes Pedro Infante, Jorge Negrete, Javier Solís y tantos otros artistas que han dejado huella; y que nunca morirán, porque aprovecharon las oportunidades que la vida les dio, y que la gente los llenó de vibraciones, amor, energía; y por eso, siguen con nosotros. En cambio, hay gente que anda por ahí, y solamente estorba, porque no les gusta trabajar, ni estudiar. Toda esa gente que es negativa, está muerta... es como sí no hubiese nacido", afirmó Juan Gabriel.

 

En su trayectoria compuso más de mil 800 canciones y grabó 66 discos, "me dicen que les gustan mis canciones y me quieren, ese es el mayor reconocimiento. No creo que exista otro mejor. Lo mío es componer, cantar, escribir, improvisar en el escenario. (...) No soy de los autores, como he escuchado por ahí, que se sobresaltan de repente cuando están dormidos. Yo, al igual que me siento a dormir, me siento a escribir y me dedico exclusivamente a ello. Así, cuando como, no escribo, ni duermo, y cuando duermo, no como, ni escribo. Entonces, cuando escribo, no como, ni duermo".

 

Reconoció que no tenía técnica ni método para componer, "en cuanto a escribir primero la letra o la música, depende del estado de ánimo en que me encuentre. No hay ninguna regla en mi manera de componer. A veces, cuando estoy alegre, escribo algo muy triste, y viceversa. En fin, es algo que ni yo mismo sé, pues compongo de una manera que, para mi, es la más natural del mundo. Gano más como compositor y productor, que como intérprete".

 

Tras su experiencia infantil, Juan Gabriel en 1987 abrió en Ciudad Juárez un albergue infantil -para niños de madres solteras y de escasos recursos- y una escuela de música.

 

Juan Gabriel también participó en la política, en el año 2000 compuso una canción para el candidato del PRI a la presidencia de México, Francisco Labastida. En 2006 escribió la canción "187", contra la propuesta de ley que prohibía el acceso a la salud y educación a los indocumentados en Estados Unidos. En 2013 le cantó "Las Mañanitas" al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en el Palacio de Miraflores.

 



 

No le gustaban los homenajes, si no los reconocimientos. Le entregaron una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, las llaves de la ciudad de Buenos Aires, el Vaticano, Madrid, Asunción, y un reconocimiento de los reyes de España.

 

"No me considero un prodigio y mucho menos un personaje de la canción popular, soy uno de los muchos afortunados que pertenecen a la actual evolución, que gusta de la superación y considero un movimiento normal el despertar temprano de las futuras generaciones y acontecimientos, que serán al pasar de los años, una situación común y corriente; aunque no por ello dejará de ser una sorpresa para quienes al transcurrir el tiempo, perteneceremos al pasado", aseguró.

 

auc