Deportados, los "invisibles" que buscan una voz en la CDMX

Deportados, los "invisibles" que buscan una voz en la CDMX

Deportados mexicanos alzan la voz para exigir que les ayuden a resolver su situación migratoria pues dejaron familias, empleo y vida en Estados Unidos

lasillarota.com| | Viernes, 24 de Febrero de 2017| 09:06

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Eliazar Hernández fue deportado en agosto de 2015 de Wisconsin a la Ciudad de México, todavía en la era de Obama, dejó en Estados Unidos, un empleo, casa, a sus hijas y esposa, toda su vida.  

"En las noticias se dice que hay apoyo a los migrantes, no es cierto, eso es mentira, hay apoyo verbalmente pero no en hechos. Yo en mi caso tengo discapacidad, aquí es bien difícil encontrar trabajo así, el gobierno mexicano no nos ayuda, no nos apoya con nada".

Eliazar forma parte del grupo "Deportados Unidos en Lucha" que se formó hace dos meses y medio para exigir a que los ayuden con su situación familiar, ya que todos sus integrantes, dejaron a sus hijos en Estados Unidos, así como apoyar a otros migrantes que son obligados a regresar a México.

Él vivía en Wisconsin, hace 13 años se fue de México en busca del sueño americano junto con su familia. Sus hijas estaban pequeñas, ahora tienen 23 y 24 años. Son "dreamers" y tratan de hacerse un espacio

"Mis hijas se quedaron, me separaron de ellas, y ahora tienen mucho miedo porque está muy difícil la situación, se soltó el racismo por todos lados, incluso ellas no saben ni qué hacer por el miedo. Hasta salir a comprar algo da miedo. La verdad, no están yendo a la escuela. Están muy asustadas, porque ya están escuchando que están agarrando a "dreamers", y no quieren ser las siguientes".

Eleazar tenía una demanda laboral y cuando fue a juicio, ya lo esperaba migración y como no tenía papeles en seguida lo esposaron y encerraron dos días, después lo enviaron a México.

"Acá no tengo nada, me estoy quedando con mi hermano. En EU, trabajaba de cocinero en un restaurante de comida italiana y en una compañía de construcción. Tenía dos empleos aun teniendo discapacidad, aquí no puedo encontrar nada".

Cuando habla por teléfono con ellas, les dice que se cuiden mucho, que no las van a deportar como a él. Les insiste a que sigan luchando y aprovechen el estudio, lo más que puedan.

"Siento mucha impotencia de no poder hacer nada, de no ayudarlas cuando las escucho. Si estuviera en mis manos yo hiciera muchos cambios".

Comenta que la era Trump se está viviendo en Estados Unidos con mucho pánico y miedo. Sus familiares tienen negocios de comida y las ventas han bajado mucho, porque la gente ya no sale de sus casas. Ahora evitan lo más posible estar en la calle, así como tener problemas con la policía.

A una de sus hijas desde una camioneta le aventaron jitomates y lo único que hizo fue esconderse y no llamar la atención.

"Ya eres criminal sólo por ser indocumentado y eso es injusto porque si nos fuimos de México fue para buscar una mejor vida. La encontramos a base de trabajo y honradez, pero parece que todo eso no cuenta". 

Otro deportado aún en la era de Obama fue Gustavo Lavariega Díaz, quien regresó a la CDMX el 12 de octubre de 2016. Luego de estar 24 meses en prisión, porque cuando lo detuvieron era su segunda deportación.

Vivió 17 años en el estado de Washington. Él al igual que Eliazar dejó en Estados Unidos a sus hijas de 26, 17, 14 y 12.

"Ellas son lo que más me duele, por ejemplo el fin de semana pasado una de mis hijas cumplió 14 años y no pude estar. Son fechas importantes para estar en unión familiar y lamentablemente en mi caso ya no puede ser".

Cuando fue capturado por segunda ocasión por agentes migratorios, trabajaba en una compañía de pintura comercial.

"De buenas a primeras me separan de mi familia. Yo ya había sido deportado en el 2002. Al salir la primera vez regrese de inmediato. Y ese es el motivo de mi segunda deportación. Una mañana salí a trabajar y me arrestaron".

Gustavo se unió al grupo "Deportados Unidos en Lucha para ayudar a otros migrantes a que no pasen lo que él y que el gobierno mexicano se haga cargo de apoyarlos para que su retorno sea más amable y no tengan que batallar tanto.

"Mi lucha y unión a este grupo es para apoyar a otras personas que tienen hijos en Estados Unidos, para que sin documentos puedan tener acceso a una reunión familiar, ya que eso te da más fuerza para seguir luchando por lo que uno quiere".

También quiere que lo dejen ver a sus hijas. Pide que la separación no sea tan drástica, ya que, dice que para ellas, es muy difícil la situación por la que pasan.

"De buenas a primeras me separan de mi familia. Yo ya había sido deportado en el 2002. Al salir la primera vez regrese de inmediato. Y ese es el motivo de mi segunda deportación. Una mañana salí a trabajar y me arrestaron".

Ana Laura López es fundadora del grupo "Deportados Unidos en Lucha". Ella fue deportada de Chicago a la CDMX en julio del año pasado y al igual que Eliazar y Gustavo dejó a su hijo en Estados Unidos.

"Es importante que la gente sepa lo qué es ser deportado y lo que se enfrenta uno al llegar aquí, que tu vida que tenías  de un momento a otro cambia y desgraciadamente llegas y no hay apoyos suficientes. Lo único que queremos es esa oportunidad, ya que si en Estados Unidos por todos lados hay trabajo, aquí no es lo mismo".

También el grupo es para brindar información a otros migrantes, ya que algunas entidades del gobierno mexicano dicen que si hay información, pero no la hay.

"En mi caso no la hubo, yo la obtuve gracias a que unos amigos desde Chicago me dijeron dónde podía ir. Aquí no la encontré".

mals