"La Historia Detrás del Desastre", la crónica de una herencia envenenada

"La Historia Detrás del Desastre", la crónica de una herencia envenenada

¿Pactó Peña con AMLO?

Emsavalles| Ciudad Valles, S.L.P.| Lunes, 22 de Julio de 2019| 20:19

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Roberto Rock, periodista desde hace más de 30 años, dirige el proyecto "La Silla Rota", fue Director General de El Universal durante muchos años, y hoy presenta su obra "La Historia Detrás del Desastre", la crónica de una herencia envenenada, que habla del sexenio de Enrique Peña Nieto.

El periodista se refirió a la radiografía del sexenio que recién concluyó, historia de corrupción, tráfico de influencias, lo que ya se está viendo con el tema de Emilio Lozoya, Javier Duarte, todo lo que genera un sismo en el Sistema Político Mexicano.

L a llegada de Peña Nieto a la Presidencia de la República en el 2010, estuvo antecedida por millones de pesos y 2 figuras importantes que marcaron el triunvirato de Miguel Ángel Osorio Chong en Gobernación; Luis Videgaray en Hacienda y él, hay en el libro una parte que aborda cómo se daba el sistema recaudatorio, conforme a testigos directos, plantea que Hubo una especie de circulo vicioso que inició el 2010 con un bloque de contendientes por las gubernaturas de varios estados y de diferentes partido, como Tomas Moreno Valle, en Veracruz, el de Sinaloa, en sí lo que está documentado es que el entonces gobernador del estado de México acompañó las campañas de esos candidatos financieramente en el 2010, coordinó el flujo de apoyos desde otros estados.

Agrega que Peña, luego cuando vino su campaña presidencial, pidió a esos mismos gobernadores reciprocidad y apoyos financieros para su campaña y consumar su arribo a la presidencia

Esos antecedentes parecieron construir lo que en los 2 primeros años de AMLO pareciera ser un pacto para no tocarlos no solamente en el dinero que habrían aportado en la campaña, sino en otros negocios que hicieron ello, refiriéndose a Javier Duarte en Veracruz, Roberto Borge en Quintana Roo y César Duarte en Chihuahua.

Da a conocer que cuando ocurre el desastre electoral para el PRI en el 2015, el Gobierno de Peña Nieto habría decidido sí combatir estos casos como parte de su compromiso contra la corrupción y especialmente en el caso de Javier Duarte, para ir desmontando después los cargos y acusaciones en su contra para facilitarle una salida pronta de prisión, como ocurrió con sus colaboradores y cómplices. Después del saqueo a Veracruz el único detenido es Javier Duarte que quizá salga pronto, de tal manera que si se habla de un acuerdo habría que estar pendientes de la evolución que se dé.

En el sentido de que hubo un pago no escrito en el que Videgaray y Osorio fueron de alguna manera los que plancharon el resultado electoral de 2018 que venía acompañado de un enojo popular por el que ganó López Obrador, Roberto Rock abunda en torno a si existió ese pago de no agresión y si Emilio Lozoya puede ser por primera vez la punta de lanza para que se enjuicie a un presidente de la república, afirmó que hay una percepción muy generalizada que acompañó los primeros meses de López Obrador en el sentido de que no iban a todas los intereses del pasado inmediato, especialmente el de Peña Nieto y su círculo de colaboradores cercanos.

Vino la señal del caso en contra de Emilio Lozoya, personaje que tuvo una ruptura ante de su renuncia en Pemex, primero con Videgaray, con quien sostuvo una rivalidad desde el inicio de su gobierno y después con Peña Nieto.

La lectura inicial era que al equipo del ex presidente no le molestaba el proceso contra Luis Videgaray, sino que podía no verlo mal, y era también una señal para el resto del priísmo de qué iba a pasar con ellos, se tocará o no a Peña y sus más cercanos colaboradores.

Eso originó cierto pánico que se ha desatado con nuevos cargos hacia Lozoya, la detención del abogado Juan Collado, el reclamo del abogado de Lozoya de que otros funcionarios t el mismo presidente sean presentados para declarar por su presunta implicación en el caso Lozoya.

El Presidente López Obrador ha dado muchas señales de que no quiere llevar ninguna acusación hasta Peña Nieto; sin embargo, como ocurrió con el propio ex presidente en el 2015, López Obrador seguramente lo exonerará en función de sus propias circunstancias y habrá que ver si esto que pareciera haber sido un pacto con Peña, quien se manifestó inmediatamente después de la campaña, con una transición muy armoniosa, fue realmente impacto o fue otra cosa.

En lo personal dijo tener dudas de que haya un pacto inviolable en esa materia, primero porque al final del día las circunstancias van conduciendo al hombre de gobierno a tomar decisiones, y segundo porque la transición armoniosa después del triunfo de AMLO fue alimentada también por una cultura política de Enrique Peña, de ser muy formal y por el intento de llevar la fiesta en paz, y por la evidencia de que un segmento del PRI acompañó a López Obrador a la Presidencia de la República, por lo que habrá que ver en los siguientes meses cuáles de estas situaciones tienen más peso en el futuro inmediato.