Bullying sigue al alza en SLP

Bullying sigue al alza en SLP

Tan sólo en junio, la CEDH recibió 50 denuncias por casos de agresión en escuelas.

Christian García | Plano Informativo| San Luis Potosí, S.L.P.| Domingo, 24 de Julio de 2016| 11:45

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La violencia hacia los niños potosinos se manifiesta en las escuelas y la calle, pero también en su casa, dentro de la familia. La violencia por parte de otros niños, que muchas veces no deja huellas, puede termina en la muerte de las víctimas y esto constituye uno de los problemas que diariamente afecta a los menores, según se desprende del estudio publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

En San Luis Potosí, el principal problema de violencia que enfrentan los niños ocurre al interior de las escuelas, donde son objeto de burlas, insultos y agresiones físicas por parte de otros menores. A últimas fechas los incidentes van al alza de acuerdo al número de quejas recibidas en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).

El presidente de la CEDH, Jorge Vega Arroyo, señaló que al mes del junio se tienen registradas 157 quejas. En el mes de mayo ya se habían recibido 117, es decir, que solamente en junio se recibieron 50 quejas en contra de la Secretaría de Educación del Estado (SEGE) por violencia en contra de los menores.

"El 10 por ciento de estas quejas son por omisiones de maestros y directivos en los casos de violencia entre estudiantes, esta violencia o bullying es entre pares, entre los mismos estudiantes y nosotros las recibimos siempre que los maestros se hayan dado cuenta", afirmó el ombudsman potosino.

Vega Arroyo señaló que la agresión conocida como bullying es una reiteración de agresiones contra alumnos y lo que se denuncia ante la CEDH es la omisión de los maestros o directivos, quienes permiten que continúen las agresiones, "tomamos la queja y solicitamos medidas a la SEGE para que atienda la situación", dijo.

Las quejas recibidas en estos primeros seis meses del año corresponden a todo el estado, principalmente en las escuelas más pobladas, de acuerdo a un diagnóstico realizado por CEDH, que es una herramienta de trabajo del Consejo de Prevención Escolar creado para combatir el problema de violencia escolar en las más de 10 mil escuelas públicas; el 90 por ciento de los planteles ya tienen su Consejo de Prevención Escolar.

Estos consejos están compuestos por personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, padres de familia, maestros, directivos y alumnos.

Las afectaciones que ahora registran las víctimas de violencia en comparación con años pasados es mayor. Vega Arroyo señaló que un estudio realizado por la CEDH confirmó que existen factores como los videojuegos que incrementan la violencia entre los alumnos al punto de llegar a las agresiones físicas e insultos verbales que afectan emocionalmente a los menores, sin embargo consideró que este incremento es preocupante y se debe trabajar para que los indicadores no se agraven.

Uno de las cosas que abonan a que continúe la violencia entre los alumnos, según la Unicef, es que en ocasiones los niños y niñas se sienten incapaces de denunciar por miedo a las represalias de su agresor. Puede ocurrir también que ni los niños y niñas ni el agresor vean nada malo o inusual en estas prácticas, o que ni siquiera piensen que estos actos constituyen violencia, y los consideren más bien como castigos justificados y necesarios.

El niño maltratado se sienta avergonzado o culpable, pensando que se trata de un castigo merecido. Esto es a menudo la causa de que el niño se muestre reticente a hablar de ello.

El estudio de la Unicef "Violencia contra niños y niñas" expone que la violencia puede tener consecuencias graves para el desarrollo del niño y que en casos extremos resulta en lesiones graves o incluso muerte; también puede afectar a la salud del niño, a su capacidad de aprendizaje o incluso a su voluntad de ir a la escuela.

Asimismo la violencia destruye la autoestima de los niños y niñas y puede imposibilitarles para ser unos buenos padres en el futuro. Los niños y niñas que padecen violencia son más proclives de adultos a la depresión y al suicidio