Cabo Tuna, proyecto para crear cohetes científicos en San Luis Potosí

Cabo Tuna, proyecto para crear cohetes científicos en San Luis Potosí

Existen avances significativos en el desarrollo de cohetes.

Plano Informativo| San Luis Potosí, S.L.P.| Sábado, 30 de Julio de 2016| 10:25

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El 28 de diciembre de 1957 un grupo de estudiantes y profesores de la Escuela de Física, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), lanzaron por primera vez un cohete con fines científicos.
El cohete bautizado como Física 1 logró alcanzar 1.7 metros de longitud y con ocho kilogramos de peso consiguió tomar una altura de dos mil 500 metros, dicho acontecimiento sucedió tras cumplirse el primer año de actividades de la UASLP.

El fundador de la escuela, Gustavo del Castillo y Gama, inició el proyecto de diseño y lanzamiento de cohetes que tiempo después sería conocido como Cabo Tuna, el cual nació para crear artefactos que pudieran detonar cargas explosivas en las nubes para generar lluvia.

Tiempo después, durante la década de los 70 se lanzaron nueve cohetes de la serie Zeus dirigida por el profesor Juan Fernando Cárdenas Rivero, en tanto, para finales del período surgen los Filoctetes, ahora bajo el mando del físico Gerardo Saucedo Zárate.

En una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Saucedo Zárate comentó que gracias al apoyo del doctor Cárdenas se pudo retomar el rumbo de las investigaciones planteadas al inicio de la década, mediante el uso de nueva tecnología.

Tras la salida de los fundadores del proyecto, Saucedo Zárate estableció el Instituto Mexicano del Espacio Ultraterrestre (Inmeu), asociación civil que tiene como objetivo gestionar y difundir los proyectos aeroespaciales viables.

"Decido retomar porque al cerrarse la Comisión Nacional del Espacio Exterior no había quien hiciera investigación al respecto; me di cuenta que era necesario dar un esfuerzo para que la ciencia y tecnología del espacio se desarrolle en México", indicó.

El Inmeu cuenta en la actualidad con avances significativos en el desarrollo de cohetes con la construcción de dos naves que se pretenden lanzar para el segundo semestre del año, con apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Fuerza Aérea Mexicana.

Los nuevos diseños cambian su base de propulsión, pues ahora usan combustible líquido, además, el cohete JFCR-2000 tiene seis metros de longitud y un peso aproximado de 96 kilogramos, el cual se espera consiga una altura de 80 kilómetros, bajo mil libras de empuje.

Por su parte, los ingenieros Víctor Hugo Herrera Llanas y Eduardo González Hernández coincidieron que otra de las ventajas del cambio de combustible es su relativa facilidad de control en variables como el flujo y la presión.

Los especialistas observaron durante dichas pruebas que no tuviera fugas en el diseño, antes de hacer pruebas en caliente con combustible, además hicieron experimentos de propulsión, flujo, combustión, mediciones internas al motor, gasto del líquido y del oxidante.

El objetivo del proyecto a corto plazo es que el cohete pueda transportar nanosatélites, al tiempo que este trabajo cuenta con la colaboración de la empresa CuantumLabs Aeroespacial.