Semana del 20 de Marzo al 26 de Marzo de 2015

¡AAAAAAAAArrancan!

¡AAAAAAAAArrancan!

Víctor Manuel Tovar González

Cuando la gente no aprende a manejar las herramientas del juicio y meramente siguen sus esperanzas, están sembradas las semillas de la manipulación política.
Stephen JayGould

En medio del escándalo, protestas e impugnaciones hacia el interior de los partidos políticos el pasado 7 de Marzo, se dio el arranque a las campañas electorales para Gobernador del Estado. Algunos partidos van en coalición, como el PRI, que va en alianza con El Verde Ecologista y el PANAL. El PRD que se alió con el PT y Conciencia Popular, otros prefieren concursar solos como; el PAN, y Movimiento Ciudadano (Antes Convergencia) y los nuevos partidos que no tuvieron otra que participar en solitario.

Tenemos un escenario en el cual, ningún Instituto político se salva de las denuncias de sus precandidatos y militantes, por haber torcido las voluntades para en vez de elegir imponer a sus candidatos. Las voces de inconformidad sobre las decisiones que se han tomado en el proceso interno de selección de candidatos a gobernador, presidentes municipales y diputados de todas las formaciones políticas van en aumento, lo que ha provocado un gris inicio de campañas.

Para no desentonar con su papel de creador y profesor emérito del chanchuyo electoral y, congruentes con su larga historia antidemocrática y dediática (de dedazo), El Revolucionario Institucional, protagonizó un teledramón donde intervinieron; Juan Manuel Carreras, Elías Dip Ramé, Enrique Galindo, Mario García, Yolanda González, Luis Antonio Mahbub, José Ramón Martel,Fernando Pérez Espinoza, Jesús Ramírez Stabros, Salomón Rosas y Juan Carlos Valladares.

Marearon a más no poder a los suspirantes para en última instancia señalar con indecente dedo a Juan Manuel Carreras López, un obscuro burócrata cuya principal virtud es el servilismo y la disciplina irracional, dejando en el camino algunos perfiles, que sino idóneos cuando menos mejores que el del candidato de marras. Juan Manuel Carreras tiene una vida política que empezó cuando fue funcionario de segundo nivel en el gobierno del mal recordado Gonzalo Martínez Corbalá, después Diputado federal, donde únicamente se le conocía en la caja en días de quincena, pues jamás impulso alguna iniciativa popular, mucho menos defendió a el pueblo potosino desde la tribuna.

Más delante ha sido secretario estatal de diferentes ramos (es el clásico especialista en todo), Fue además funcionario en el gobierno del “carnicero” Calderón, con quien lo ligan fuertes lasos de amistad y de ideología, pues se encuentra sentimental e ideológicamente más cercano al PAN, que al partido que lo postuló. Carreras López, es el clásico “curro de la capital”, se cree bordado a mano y de sangre Sheffer (tinta azul), le gusta juntarse solo con la alta “socialité”, por eso siempre que tiene que asistir a actos donde se mescla con Juan pueblo siempre trae cara de huele fuchi.

Se dice en los corrillos del edificio de Luis Donaldo Colosio en la capital potosina, que la candidatura de Carreras tiene más que ver con su cercanía a Felipe Calderón, con quien el gran elector paga facturas, que con militancia, capacidad o carisma.

En Acción Nacional tampoco cosen malas baquetas, y para no quedarse atrás de sus acérrimos tricolores, en una desaseada pantomima de elección, se cargaron los dados en favor de la Senadora Sonia Mendoza. Decisión de don Gustavo Madero que dejo una gran cantidad de muertos y heridos (políticamente), y quedando pendiente la demanda de anulación de la elección interna del PAN, que interpuso Don Alejandro Zapata por considerarse vencido tramposamente en el proceso. La Senadora Mendoza comparte con su contrincante tricolor, la triste fama de su gris paso por una de las Cámaras de la legislatura federal.

En la esquina amarilla se avivaron, y cacharon a uno de los manoseados por el gran dedo priista, aunque hay que reclamarles que no existió proceso alguno de consulta a sus bases, sin embargo es de reconocer que los amarillos, conscientes de su descredito nacional y su marginalidad en San Luís Potosí, hicieron una excelente designación en favor de Don Fernando Pérez Espinoza, “Calolo” como es conocido y como a él le gusta que le llamen.

Fernando Pérez Espinoza, es un hombre de extracción priista, donde fue Presidente de su Comité Directivo Estatal y Diputado Local a la actual legislatura, a diferencia de sus contrincantes “Calolo”, no vive del cuento y el sablazo, es decir de andar buscando “Chambas” en la política.

“Calolo”, es un destacado empresario, que por lo tanto no es busca chambas, sino por lo contrario es un generador de empleo. Su carrera política nace siendo dirigente empresarial, concretamente de su sector, fue presidente de la Cámara de Comercio de la Capital, donde se destacó por la defensa del comercio organizado de la Capital. Su brillante trabajo empresarial lo llevo a que se le propusiera como presidente de “La Feria Nacional Potosina” donde logra destacado papel. No hay duda los amarillos tienen una gema que puede dar hacer la chica, pues a “Calolo” se le conoce como hombre de trabajo, buen padre de familia. Preparado, pero sobretodo, no tiene cola que le pisen.

Hoy en día los partidos políticos de México, y nuestro estado no es excepción están viviendo una crisis de confianza y legitimidad, un hecho preocupante que se manifiesta en una ciudadanía que expresa disconformidad ante la falta de representación de sus demandas.


Este descontento se hace visible en las bajas evaluaciones que alcanzan tanto los partidos como las cámaras legislativas, ya sean locales o federales. Según la mayoría de las casas encuestadoras, solo un 9% de los ciudadanos afirma tener confianza en los partidos políticos, posicionando a los partidos como la institución peor evaluada del país en este rubro. Según el mismo estudio, un 51 % piensa que la mayoría de los políticos están en la política sólo por lo que puedan obtener personalmente de ella.

Diversas tesis han surgido para explicar la situación de los partidos mexicanos descrita en el apartado anterior. Se argumenta que el descontento y la desvinculación de los ciudadanos mexicanos con los partidos no proviene de una visión (“teórica”) sobre los partidos como institución política sino que, más bien, se sustenta en visiones críticas sobre cómo funcionan los partidos políticos actuales en el contexto de la sociedad mexicana, y nuestro San Luís no es excepción.

Los niveles de desenraizamiento e ilegitimidad partidaria observados en México y en particular en San Luís Potosí son la causa principal del desencanto y el alejamiento de la vida partidaria y de los procesos electorales de la ciudadanía.

Los partidos políticos tienen hoy día una gran responsabilidad social ya que son los pilares sobre los que descansa el sistema democrático. Actualmente la sociedad se siente decepcionada y exige una regeneración política de sus representantes. Es indispensable generar una verdadera cultura democrática dentro de los partidos y un verdadero compromiso por parte de los actores relevantes y el funcionamiento eficiente de mecanismos de elección de los candidatos.

La aplicación de mecanismos de transparencia en los procesos internos de los partidos, para que la vida partidaria responda al compromiso valorativo sustancial y no ser la respuesta a una moda pasajera y circunstancial. La democracia no debería ser sólo la reacción demagógica ante la exigencia de la sociedad, sino un objetivo permanente de los partidos toda vez que la transparencia y la legalidad son fundamentales en la democracia y en el ejercicio de la política.

Sin estas premisas, seguiremos con candidatos anodinos que solo responden a intereses de sus cúpulas partidistas, y no a la sociedad. No podemos seguir esperanzados a accidentes positivos como la candidatura de un hombre de trabajo, tesonero pero sobre todo honrado, que responde a los intereses populares, como la que se da con “Calolo”. Porque estos son garbanzos de libra.