Semana del 21 de Julio al 27 de Julio de 2017

¿Cuándo será el tiempo?

¿Cuándo será el tiempo?

Rodolfo del Ángel del Ángel

Cristo viene otra vez triunfante y lleno de gloria para bendición de sus escogidos. A esta afirmación la iglesia responde con las palabras del apóstol Juan con las cuales la Biblia prácticamente cierra su revelación. Amén, sí, ven Señor Jesús (Apocalipsis 22:21) Esa es la esperanza y la oración de la iglesia que se basa en la promesa del Señor Jesucristo: Vengo pronto, no obstante, es necesario interpretar apropiadamente sus palabras. Dios tiene sus tiempos y, ciertamente, no son los nuestros ¿Cuánto puede ser un tiempo breve? ¿Una hora, unas semanas, diez años? Estas palabras del apocalipsis fueron escritas hace mil novecientos años y, ciertamente, Jesús aún no retorna. Más bien, Jesús quiere dejar en claro que su venida es inexorable, que el tiempo corre hacia el final y cada día nos aproximamos un poco más a su retorno ¡Nada puede detener su venida! Vendrá en el tiempo que ya está determinado.

El Credo Apostólico expresa esa esperanza como parte fundamental de la fe que la iglesia confiesa cuando expresa al final de sus artículos cristológicos (es decir, referidos a Cristo) “Desde allí (es decir, desde la diestra del Padre donde Él está exaltado) vendrá al fin del mundo a juzgar a los vivos y a los muertos.” El día de su retorno será de triunfo para la iglesia, los muertos serán resucitados y los que hubieren dormido en el Señor se unirán a los creyentes aún vivos como cortejo de bienvenida para recibir al Señor en los aires. El juicio final se efectuará. Jesús como justo juez juzgará con perfecta justicia de tal manera que los malvados serán condenados y su pueblo alcanzará el gozo y la victoria eterna reservada para aquellos que han confiado en Él para salvación.

Cuando vemos la maldad que prevalece en el mundo, las injusticias, la violencia, la guerra, al abuso hacia los más débiles, las desigualdades y el saqueo de toda la buena creación de Dios el deseo de la iglesia de que Él tiempo se cumpla se intensifica. La iglesia clama con anhelo ardiente: ¡Ven ya, Señor, Jesús; ven pronto!

No obstante, debemos evitar hacer pronósticos y previsiones. Él tiempo de su venida siempre está cerca porque es inexorable, pero, hay mucha tarea por hacer y Jesús deja en claro que antes que especular respecto a su venida, es necesario que estemos ocupados en las tareas que Él nos ha asignado. Dar testimonio de la verdad, iluminar al mundo con las buenas obras fruto de la fe, amar y servir, hacer de la iglesia ese espacio de inclusión que es el germen de la nueva humanidad y la semilla del reino de los cielos que, sembrada en la historia, crece hasta convertirse en un árbol que abriga y da sombra a todo aquel que viene a refugiarse en sus ramas.

El Señor vendrá cuando tenga que venir. Nosotros, que le aguardamos con esperanza lo hacemos también de una manera activa considerando las palabras mismas de nuestro Señor Jesucristo: ¡Dichosos los siervos a los que su señor encuentra pendientes de su regreso! De cierto les digo que se ajustará la ropa, los hará sentarse a la mesa, y él mismo vendrá a servirles. Dichosos los siervos a los que su señor encuentre así, aunque llegue a la medianoche o en la madrugada. Así es que no te preguntes cuando vendrá, sino, más bien, ¿Estoy haciendo lo que Él espera que haga en tanto llega?