Semana del 10 de Julio al 16 de Julio de 2020

El milagro de Don Panchito

El milagro de Don Panchito

Juan de Dios Hernández

Francisco Anaya Reséndiz tiene 57 años de edad y está casado con la señora Silvia García Reynosa, ambos originarios de Ciudad Valles; lo conocen como "Panchito el que vende elotes en la eco chica", aunque antes andaba por toda la carretera el ingenio, el bulevar Rioverde y el mercado, todos los días se la pasaba trabajando.

Sin embargo, sobrevino una tragedia, pues tuvo un accidente el 29 de noviembre del 2015, y al respecto relata "antes vendía elotes, frutas, raspas, bueno siempre me he dedicado al comercio, recuerdo bien ese día, fue a la 1 de la mañana que venía de la zona céntrica de una jornada más de mi trabajo, entré a la calle Agrónomo, llamada la calle del Tecnológico, donde me pegó por detrás un auto y volé al parabrisas, fue tan fuerte el impacto que lo rompí con la cabeza".

"Los médicos me daban pocas posibilidades de sobrevivir, desperté en el hospital, no reconocía a mi familia, me visitaban y no sabía quiénes eran, mi visión era borrosa, duré mucho tiempo inconsciente, el doctor nos mencionaba que deberíamos de estar prevenidos, ya que, en el viaje a la capital para operarme, pudiera ser que no llegara, las posibilidades que me daban eran de un 85 por ciento de no vivir, era un trayecto largo, así que sólo estaba en Dios", comenta.

Y añade "pues hasta ahorita no he tenido justicia, no me ha ayudado el que me atropelló, si no fuera por el Seguro Popular que me pagó todos los gastos, tengo muchas secuelas, aún no me puedo recuperar, quedé discapacitado, yo era el único sustento de mi casa, mi esposa está enferma, tiene azúcar, yo era el que traía el dinero".

"Ahora pues nos vamos a juntar botes o fierro viejo, o recibimos la caridad de la gente que conoce nuestra historia, a veces llegan vecinos y nos traen algo, quiero dar gracias por eso, pero también sé que no es siempre, si tuviéramos una despensa segura, pues no nos preocupáramos tanto, pues ya que tenemos que comprar medicamento para los dos, eso es un gasto y a veces una señora nos lo regala", menciona.

"Yo como le digo, tengo secuelas, mi pie se hincha cada rato, este accidente me cambió la vida, ya que me dejó discapacitado, espero que esta persona que me arrolló, pues pague los gastos, aunque eso no va cambiar mi vida normal; sin embargo, me ayudaría a vivir, ya que no puedo caminar", concluye.

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