¿Cómo caminar en el sendero de la fe?
¿Cómo pasar los desiertos y la ausencia de muchas cosas?

Existen testimonios de que si tienes fe, las cosas van a surgir y Dios te responde.

Una breve definición de lo que es la fe: es la esperanza en cosas que no se ven y son verdaderas.

Los mexicanos somos personas de mucha fe, tenemos una disposición natural para creer y confiar, confiamos en las noticias, en los medios de comunicación, en la publicidad de un producto que nos va sanar, como las pastillas y creemos ciegamente, tenemos fe y muchas personas sanan.

Un producto que te venden en la televisión, no lo estás tocando, ni siquiera sabes qué textura tiene y estás creyendo en él y damos el paso y compramos ese producto, eso es fe, es una fe que va implícita en nuestra formación familiar, que nos acostumbramos a ella.

Pero sucede algo muy extraño cuando sufrimos una pena, una pérdida familiar, la pérdida del trabajo o el robo de un vehículo, ahí es cuando empezamos a patinar en la fe, y eso es lo que quiero compartir con los lectores.

Entonces, ¿por qué no tener fe en Dios en esos momentos, ante una enfermedad, ante la crisis, en situaciones difíciles? Si creemos, si tenemos fe en los productos de una tienda departamental, ¿por qué no tener fe en Dios?

La fe en Dios es una gracia, es un don de Dios, es una virtud sobrenatural, me atrevería a opinar, infundida en Dios mismo, es un regalo que Dios nos da, es una manifestación inmensa de su amor, de ese padre amoroso que nunca nos va a fallar, que siempre va estar ahí.

La fe es un regalo que Dios tiene guardado para cada uno de nosotros, sin importar si somos güeros, morenos, ojos azules, chaparritos, altos, Dios está ahí esperando que nosotros nos acerquemos, que nos acerquemos con humildad y credibilidad, no nada más así: "Dios mío, por favor sáname; Dios mío, por favor quítame el dolor porque perdí un familiar".

Dios está esperando que seamos sus amigos y yo lo he practicado todo este tiempo, por la muerte de mi hijo hace 12 años, los 11 años de la discapacidad de mi esposo y me atrevo a decir que le doy gracias a Dios por permitirme este espacio para poder compartir y hacerles ver que Dios es un padre amoroso, que está ahí esperando, no importa de la religión que seas, no importa si te has acercado a la iglesia o vas a misa los domingos, él nos ama a todos por igual y nos perdona a pesar de los errores más grandes que tenemos, es el único que nos perdona y nos sigue amando.

Hay personas que creen ciegamente en lo político, creen ciegamente en un carro y se enamoran, se apasionan por ciertas marcas de vehículo, y cuando se trata de creer en Dios y que Dios les va a conceder un deseo ahí, es donde patinan y ya le echan la culpa a Dios, porque no se les realizó el proyecto que ellos tenían.

Debemos ser obedientes a las verdades que Dios nos ha revelado y ser amigos; si vas en el carro manejando, háblale a Dios, no necesitas aprenderte todas las oraciones, pero si te las aprendes son maravillosas, esto es elevar una energía positiva y elevar tus oraciones, lo que te genera un circulo virtuoso, si estás hablando positivo todos los días y dices "creo en Dios y confió, pongo en las manos de Dios este proyecto", Dios lo recibe con agrado, pero tú mismo también estás generando esa credibilidad y esa energía positiva.

Se oye difícil, pero si lo prácticas a diario y a cada instante, se te hace un estilo de vida, es el mensaje que yo quiero dar a todos los lectores y hacerles saber que el único que no nos falla es Dios; el único amigo que siempre está ahí en las buenas y en las malas, es Dios; te puede fallar la familia, te pueden fallar los amigos, pero Dios está ahí esperando, esperando y esperando a que nosotros nos acerquemos y le pidamos ayuda.