Históricamente el mayor número de adolescentes embarazadas se ha presentado en Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Puebla, ahora se registra un aumento en los estados del norte. La Secretaría de Salud informó a la Cámara de Diputados, que hasta ahora se han destinado más de 61 millones de pesos, en campañas de difusión para prevenir los embarazos no deseados en adolescentes.

Este monto fue destinado al programa de Acción Específico de Salud Sexual y Reproductiva para Adolescentes 2013-2018, orientado a garantizar el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de la población adolescente de manera libre, responsable, informada y segura. Programa que es la referencia obligada para las instituciones públicas de salud que realizan acciones en el campo de la salud sexual y reproductiva.

La Secretaría de Salud detalló que en el período 2013-2015 se llevaron a cabo campañas informativas para prevenir el embarazo en adolescentes y difundir los servicios de salud en los medios nacionales, campañas de comunicación e información con un enfoque preventivo, en los diversos medios de comunicación estatales y locales con temas de prevención y promoción en salud sexual y reproductiva para adolescentes.

Sin embargo, aun así el número de embarazos adolescentes sigue en aumento, ante esto, los especialistas coinciden en que "la información no significa un cambio de actitudes", por ello, el Consejo Nacional de Población (CONAPO) impulsa una estrategia que capacitara a los prestadores de servicios de salud para que den asesoría, información y acceso a los métodos anticonceptivos a los adolescentes que han iniciado su vida sexual.

En la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), nuestro país encabeza la lista de mayor índice de embarazos, con 64 por cada mil adolescentes. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ubica a México en los primeros lugares de embarazos en adolescentes de 15 a 19 años de edad, es muy alto comparado con naciones de igual nivel de desarrollo, como Chile, Costa Rica, Uruguay y Perú.

INMUJERES reporta que atienden a adolescentes de 15 a 18 años que tienen vida sexual activa, a las que además sí les interesa ser mamás. En su mayoría, son solteras y con estudios de secundaria. En muchos casos el patrón se repite con sus descendientes, es decir, el hijo de una madre adolescente tiene mayores probabilidades de llegar a ser un padre adolescente.

El embarazo temprano puede tener como consecuencia el aumento de la feminización de la pobreza, no sólo en términos de ingreso, sino también en la salud y educación, generalmente dejan los estudios y les es muy difícil conseguir un buen empleo con estas condiciones, lo que imposibilita el desarrollo económico de la nueva familia.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) pide que la información sexual empiece desde segundo año de primaria, debido a que este fenómeno del embarazo es la cuarta causa de deserción escolar entre los 15 y 19. Coahuila y Tamaulipas muestran cifras por arriba de los 10 mil casos de madres menores de 19 años, el Estado de México se registró 53 mil 329, que representa 15 % del total, siendo la entidad con el mayor número de embarazos de este tipo. Le sigue Veracruz, con 25 mil 729.

Los datos arrojados por la ultima encuesta de salud 2012, muestran el incremento de adolecentes sexualmente activos, ya que del 15% que inició su actividad sexual en 2006 paso a 23% en el 2012 siendo los 15.4 años la edad en que se da la primera relación sexual. Investigaciones de la Clínica de adolecentes del Instituto Nacional de Perinatología de la Secretaria de Salud identificaron que el 85% de las mujeres menores embarazadas no utilizaron un método anticonceptivo y sus parejas fueron aproximadamente 4 años mayores que ellas.

El embarazo adolecente representa un grave problema de salud pública ya que se asocia a un mayor riesgo de hipertensión, infecciones urinarias, parto pre término, hemorragias etc.

Para el Gobierno Federal el acceso a los anticonceptivos no es el problema, sino la capacitación a los prestadores de Servicios, la formación cultural de los jóvenes y problemas relacionados con la libertad de información y de opinión.

La mejor prevención es que los jóvenes tengan una buena educación sexual desde el seno de la familia e informarles sobre los riesgos y complicaciones del embarazo en la adolescencia. Es necesario brindarles información clara sobre sexualidad y formar a los adolescentes en habilidades que les permitan resistir las presiones que los llevan hacer sexualmente activos sin protección.