Cuando vienen los conflictos en las relaciones, ya sean familiares, de pareja, amistad o trabajo, el afectado entra en una encrucijada al darse cuenta de lo mucho que le afecta el no perdonar; Su estado de ánimo y resultados en el trabajo se ven afectados, incluso su salud se deteriora por la falta de perdón; pero ¿cómo resolver esta situación si quien lo ofendió a veces ni se da cuenta que actuó mal?
Primero, ¿Qué significa perdonar?

-Acción y resultado de olvidar una persona la falta que otra ha cometido contra ella.

-Acción y resultado de librar a una persona de una deuda, un castigo o una obligación.

Es decir, para perdonar debemos olvidar la ofensa que se nos hizo, sea cual fuere; y de esta forma libramos a dicha persona de la deuda que adquirió con nosotros al fallarnos, aunque somos nosotros quienes recibimos el mayor beneficio, pues soltamos un peso muy grande, que de lo contrario, llevaríamos a cuestas. Sin duda que no es sencillo perdonar, pero es más un acto de voluntad que de fuerza física o mental.

En muchas de las ocasiones, mientras estamos en la lucha mental sobre si la persona merece que la perdonemos o no, viene constantemente un pensamiento, lo perdono pero ¿eso me obliga a darle el mismo trato de antes? Sin duda el perdonar no está a discusión pero a veces esta pregunta nos detiene y quedamos estancados en la situación, sin poder avanzar y ser libres.

Debemos saber que una ofensa o una traición, no sólo rompe la relación entre ambas personas, sino también la confianza y la confianza es la seguridad o esperanza firme que alguien tiene de otro individuo o de algo.

Pero la confianza no se otorga de la nada, sino que se va ganando conforme la relación se va desarrollando, el tiempo también es un factor importante para que la confianza crezca, otro factor que influye son los actos diarios, por lo que podemos decir que una vez que se daña, sólo el tiempo y el esfuerzo pueden regenerarla.

No estamos en ésta tierra para ser jueces de nuestros semejantes, dando sentencias sobre sus actos, fallar es parte de nuestra esencia, incluso no perdonar es un grave error en el que constantemente caemos, si vamos a la Biblia, Pedro le pregunta a Jesús ¿Cuantas veces debemos perdonar?, a lo que Jesús contesta, hasta 70 veces 7 (Mateo 18:21-22).

Mucho estudios se han hecho para definir el número exacto de las veces a las que se refiere Jesús en esta porción, pero esa no es la cuestión, lo que importa es que aprendamos a perdonar sin esperar una disculpa.

En conclusión, perdonar a nuestros semejantes no debe ser una opción, sino parte de nuestro diario vivir, la confianza y la amistad, llevarán su propio tiempo y proceso para recuperarse, pero sin duda siempre podemos dar una nueva oportunidad, ya que todos fallamos y en algún momento podemos necesitar de misericordia para ser perdonados y librados de la deuda.