A propósito de la reciente conmemoración de los bombardeos atómicos contra Hiroshima y Nagasaki, hay una frase de un gran pensador que se refiere a que "hace más daño la corrupción que una bomba atómica", obviamente comparando que los niveles de crecimiento económico y de nivel de vida que hay en Japón, a lo que es México, un país que tiene petróleo, agricultura, ganadería, pesca, playas, turismo y, sobre todo, mucho talento humano, de modo que la corrupción es nuestro gran "talón de Aquiles", nuestro cáncer, es un mal mexicano.

Pero es culpa tanto de las autoridades como de la sociedad civil, no sé en qué escala, ni quién es más culpable, pero creo que ambos nos hemos hecho daño mutuamente y, bueno, dicen los grandes empresarios que lógicamente esto es una crisis que está viviendo México, una crisis de valores, de corrupción, que se está viendo en los más altos niveles, y en medios de toda esta problemática, hay grandes empresarios que dicen que "las crisis son áreas de oportunidad" y creo que sí.

Precisamente son áreas de oportunidad, son momentos de reflexión, de mucha acción, de replantearse metas, objetivos y hacer más unión de fuerzas, porque al paso de los años hemos escuchado muchas promesas de nuestro gobierno, por ejemplo que la corrupción se va a terminar, que van a empezar y debemos preguntarles: ¿dónde está todo eso? Hay que mandarles señales de que estamos trabajando y uniéndonos, movilizándonos, para que realmente esa corrupción se termine.

Estoy convencido de que si unimos esas fortalezas y oportunidades, vamos avanzar al ritmo que se debe. Y me hago estas preguntas: ¿qué nos hace falta para salir de eso? ¿Por dónde comenzamos? Estamos en una zona de confort y es ahí donde creo que tenemos que pensar de forma diferente, romper los moldes, pesar y actuar diferente para obtener resultados positivos.

Pero es muy difícil hacer todo esto cuando siempre están las mismas personas al frente de nuestros liderazgos, si somos apáticos; si no participamos, jamás van a suceder esos cambios, no va a venir nadie a nuestra Huasteca a decirnos "háganle así, háganle de esta otra manera", tenemos que ser nosotros, entonces creo que la corrupción somos todos.

Debemos empezar a cambiar, a pensar diferente y a trabajar más, a salir de nuestra zona de confort.

Precisamente se cumplen dos años del fallecimiento de mi padre, el señor Alejandro Flores mi líder, era gran hombre que me inculcó el amor por Ciudad Valles, por la Huasteca y por su gente, y me gustaría compartirles una frase que me decía mucho y que es de Ernesto "Che" Guevara: "El verdadero revolucionario, está guiado por sentimientos de amor", entonces hashtag #YoAmoALaHuasteca e iniciemos nuestra revolución.

Y desde luego que para los jóvenes huastecos si estamos en crisis, porque no hay oportunidades de trabajo, pero tenemos que crearlos nosotros, porque donde no hay un camino, tú lo puedes hacer, donde no hay una puerta, tú la puedes hacer, para que cambien, modifiquen y tengas tú las oportunidades, pero tú te las puedas crear, la vida es una oportunidad, nosotros decidimos dónde las aplicamos.
Es importante y oportuno tomar en consideración que hay muchos ejemplos de gente muy emprendedora, de jóvenes con mucho talento en Ciudad Valles, entonces es cuestión de estar preparados para cuando llegue el momento, tomar la oportunidad y hacerla efectiva y crecer.