Panorama
Herrera: Despido anunciado
Por Julián Diaz Hernández
“EL TIEMPO ES EL MEJOR AUTOR: SIEMPRE ENCUENTRA UN FINAL PERFECTO” (Charles Chaplin).
Y se tuvo que ir: Por la puerta de atrás. El caudal de imprecisiones que acompañaba al entrenador de la Selección Nacional de Futbol, Miguel Ernesto Herrera Aguirre (incluso desde aquel aciago 29 de junio de 2014, célebre por su “no era penal” que nos eliminó del Mundial de Brasil) desembocó en una excusa perfecta para el inflexible Decio de María Serrano, mandamás de la Federación Mexicana, quien simplemente “lo separó del cargo”.
Alguna vez el ex árbitro mexicano Arturo Brizio Cárter (célebre por sus expulsiones en el Mundial de Francia 1998 de la estrella local Zinedine Zidane y del argentino Ariel Ortega, entre otras estrellas), reflexionaba –en su papel de comentarista de Televisa- que los entrenadores exitosos en el mundo no tenían necesidad de mostrar el carácter con aspavientos y gesticulaciones que rayaban en lo ridículo, como acostumbraba “El piojo”.
Pero Miguel Herrera se enajenó con la propia omnipotencia que a su alrededor crearon los medios, sobre todo la televisión nacional, que (oh ironías) al final fue quien indirectamente cavó su tumba, de la mano con su temperamento; ése mismo que alguna vez lo dejó fuera de un mundial: Estados Unidos 1994, primero por una entrada violenta ante un jugador de Honduras, y después por agredir a un aficionado del León.
Aquella vez y esta semana, quedó claro que no era tan talentoso ni tan necesario como para soportar sus exabruptos, rubricados con “la firma de la casa”, en la persona de su consanguínea Mishelle Herrera Álvarez, también protagonista en el escándalo del aeropuerto norteamericano contra los comentaristas de TV Azteca, Christian Octavio Martinoli Curi y Luis García Postigo, respectivamente, que le costaría el puesto.
Ahora censuran las críticas sucesivas, mordaces, insistentes, del comunicador argentino, y hasta osadamente piden su renuncia. Si se tratara de juzgar de la misma manera, por lo pronto “Ventaneando” y “Laura” pasarían a la historia; parece un desgarramiento de vestiduras tan fuera de lugar como aquel de los “patriotas exagerados” que exigían que Andrés Guardado errara el polémico penal esa noche del juego ante Panamá.
Lo cierto es que al final, como pasa siempre con todos los actos del ser humano, hay que pagar el precio y sufrir las consecuencias: Demasiadas estupideces inclinaron la balanza sobre el otro plato ausente de logros significativos en la carrera del ex entrenador nacional. Ahora sería bueno saber si a estas alturas al otrora célebre “Piojo” Herrera sigue sin preocuparle nada... “porque la tarifa es igual aquí y allá”.
Sin dejar de agradecer el espacio ofrecido en el marco del noveno aniversario de esta empresa informativa, me despido de la primera colaboración, ahora con tema internacional que ha tenido resonancia en muchos rincones de nuestra futbolera zona. La próxima semana: “Turismo, veta sub aprovechada”, acerca de la poca explotación de este recurso en la región huasteca.