Baños públicos no declaran 7 mdp en DF

Baños públicos no declaran 7 mdp en DF

El crecimiento de visitantes al Centro histórico en los últimos cinco años ha hecho que un negocio viva una época de oro: los baños públicos

lasillarota.com| CIUDAD DE MÉXICO.| Miércoles, 07 de Enero de 2015| 08:28

Yolanda ronda los 50 años, lleva un delantal azul con bolsas al frente, un pants verde con suéter azul, tiene cuatro anillos (dos con pequeñas piedras imitación de diamantes) y se encuentra ante la tediosa tarea de armar juegos de papel de baño... diez cuadritos para cada juego que combina con una servilleta para limpiar las manos.

Ella es la supervisora de uno de los seis baños públicos que se encuentran en un edificio del perímetro A del Centro Histórico.

"Me toca armar el papel, ver que no falte el jabón en los lavabos, limpiar si se tapa alguna taza y también vendo dulces o refrescos", detalló Yolanda con una sonrisa, porque estar 12 horas sentada repartiendo papel y cobrando cinco pesos no le quita lo risueña y lo platicadora.

Doña Yolanda es la encargada de uno de los 164 baños públicos de la zona centro del Distrito Federal que viven una época de auge desde 2010.

En 2012, el Fideicomiso del Centro Histórico y la Agencia de Protección Sanitaria de la Secretaría de Salud local llevaron a cabo un censo de dichos comercios porque detectaron que estaban creciendo; el resultado fue que la existencia de 141 establecimientos de este tipo en el Perímetro A, 23 en el perímetro B. Pero de eso hace ya dos años.

 

"Son un chingo. Nada más aquí a la vuelta hay uno, a dos cuadras otro, pero no hay bronca para todos sale el sol", se sincera Alberto, el joven encargado de uno de estos establecimientos en República de Brasil, que accede a una entrevista con la condición de que se le cambie el nombre.

"Empezó cuando arreglaron Madero y todo se llenó de raza, parece un pinche hormiguero y todos necesitan cagar", agregó Alberto.

Inti Muñoz Santini, director general del Fideicomiso, coincidió en que el boom de dichos comercios se registró a partir de que comenzó el proyecto para el rescate del Centro Histórico y que triplicó la afluencia de visitantes.

"Para nosotros es muy claro que los baños públicos comenzaron a aparecer a partir de que aumentó, en los últimos cinco años, el número de visitantes al Centro Histórico y que pasó de 500 o 700 mil personas en los días de más a fluencia en 2005, 2006 y 2007, hasta casi dos millones un sábado o un domingo, con un promedio diario de un millón y medio", afirmó.

Si existiera un top ten de los comercios más rentables en el Centro Histórico, los baños públicos entrarían en dicho conteo "sin duda", afirmó Inti Muñoz.

"Parece ser un buen negocio para que lo emprende, la tarea es procurar que se haga en el marco de la normal, en el marco del respeto a la ley", aseguró el funcionario.

En promedio -porque no existe una tarifa oficial de los precios que cobra un baño público ni una entidad gubernamental que los regule- el precio para entrar a un WC es de cinco pesos; el número de visitantes a cada uno es de 300 personas por día, de acuerdo con encargados y dueños de dichos establecimientos. Aunque el número se incrementa hasta 100 por ciento.

Don Fernando, dueño de cuatro establecimientos de este tipo en el perímetro A, saca su celular de una de las bolsas de su pantalón y hace cuentas de lo que genera uno solo de sus negocios, nada más por el gusto de matar la incredulidad:

"Son cinco varos por 300 personas diarias: mil 500 pesos. A la semana son 10 mil 500 y al mes 315 mil... libres de polvo y paja", esbozó una sonrisa e invitó a hacer la misma cuenta para los 164 establecimientos de este giro que hay en el centro.

El resultado supera los siete millones de pesos al mes.

El Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal (Invea) informó a La Silla Rota que no tiene datos sobre verificación a dichos establecimientos y atribuye a la delegación Cuauhtémoc la vigilancia de los mismos.

La Silla Rota solicitó a la demarcación información al respecto sin obtener respuesta alguna.

Sin embargo, una fuente de la demarcación aseguró que en el rubro de "autogenerados" en baños públicos de mercados y plazas públicas, donde la autoridad está encargada de la administración, se recaudan cinco millones de pesos mensuales.

Aunque Inti Muñoz aseguró que el 100 por ciento de dichos establecimientos se trabajan en condiciones suficientes, la realidad es distinta.

En las estadísticas de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) del Gobierno del Distrito Federal, sólo están dados de alta siete establecimientos baños o WC. Es decir, sólo 4.2 por ciento de estos comercios están regularizados.

"Es que no existe el giro como tal, el de baños públicos", declaró Gerardo López Becerra, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en la Ciudad de México (Canacope Servytur). 

"Es un giro que ha crecido pero que no vemos que esté bien normado, específicamente creo que aquí en la Ciudad de México, tanto la Ley de Establecimientos Mercantiles tendría que especificar las características del baño público, ver y promover que tenga su suministro de agua tratada con una cuota especial y que también revisen y registren el tema de la higiene", demandó el empresario.

Y es que de acuerdo con López Becerra, las principales afectaciones de por la falta de regulación en dichos establecimientos es el uso indiscriminado del vital líquido y la falta de higiene.

"Necesariamente debe tener una muy buena planeación y buena estructura porque está vinculado con el uso de agua y la higiene".

En los baños donde Yolanda trabaja huele a todo menos a limpio. Las tazas así como los lavabos tienen sarro, el depósito de gel para lavarse las manos está vacío y lo único que hay es jabón en polvo.

"Se le invierte muy poco, sólo en el papel de baño, en el sueldo de los que trabajamos aquí y... nada más. Todos están igual", aseguró y no se equivoca.

En un recorrido realizado por La Silla Rota se constató que la mayoría de los baños funcionan con lo mínimo necesario, con apenas una persona que se encarga de cobrar la entrada y que en la mayoría de los casos, la limpieza de los establecimientos no es la regla.

 

Sin embargo, José Jesús Trujillo Gutiérrez, director de la Agencia de Protección Sanitaria del GDF, opinó distinto pues aseguró que "en términos generales podemos decir que un 70 por ciento (de los baños del Centro) cumple con todos los requisitos (...) Consideramos que se encuentran en condiciones aceptables para prestar ese servicio".

Según el funcionario, cada año se realizan supervisiones a los baños públicos del Centro.

"Es una verificación que incluye 40 puntos, desde la parte administrativa como sanitaria. La parte administrativa es que cuenten con su aviso de funcionamiento; que tuvieran la cantidad suficiente del personal; luego viene la parte sanitaria, desde la parte más sencilla que es la iluminación, ventilación, servicios de agua, energía eléctrica y que estén funcionando, que haya una limpieza general en todo el local, los pisos con loseta para que faciliten el aseo (...) debe de haber siempre la división de sanitarios para hombres y mujeres y también sectores para personas discapacitadas", detalló.

Dichas verificaciones se comenzaron a realizar en 2012 y de encontrar alguna irregularidad, sólo se conmina a los dueños a que en un lapso de tiempo, que llega a ser de tres meses, subsanen las carencias de sus negocios.

"En el año de 2012 se sancionaron 29 establecimientos, por no haber cumplido el 100 por ciento de las recomendaciones; en el 2013, se sancionaron 34; y en 2014, sólo nueve. La sanción administrativa que se aplica corresponde a una amonestación y apercibimiento, esto no es necesariamente una amonestación económica o el cierre del local", aceptó el director de la Agencia de Protección Sanitaria.  

Para 2015 se tienen programadas 100 visitas a sanitarios públicos, de las cuales se realizarán nuevas recomendaciones y otras tantas amonestaciones.

Sobre el gasto de agua, el arquitecto Juan Felipe Ordóñez, especialista en Urbanismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), alertó que al no existir una verificación exhaustiva de estos comercios que "prestan un servicio necesario" se descuida que tengan o no mecanismos para ahorrarla.
 
"Si tienes los inmuebles adecuados se puede ahorrar mucha. Los antiguos WC gastaban 20 litros cada que bajabas la palanca, actualmente hay más modernos que sólo gastan seis y si es un mingitorio, sólo un litro", detalló el especialista.

Debería ser un negocio bien regulado y ser un servicio más útil ligado al cuidado del agua. El tema está descuidado.

lrc