Jaloneos internos encienden a bomberos del DF

Jaloneos internos encienden a bomberos del DF

Las causas de las discordancias son varias: despidos de trabajadores, protestas en el Zócalo, demandas laborales, equipo obsoleto y falta de capacitación

Dalila Escobar | lasillarota.com| | Jueves, 21 de Agosto de 2014| 12:29

Son quienes llegan al lugar de un accidente antes que nadie: un incendio, una fuga de gas, a retirar árboles caídos, con sus uniformes amarillos con reflejantes. Son a los únicos a los que se ve trabajar cuando hay inundaciones. El Heroico Cuerpo de Bomberos del Distrito Federal es una de las instituciones que más reconocimiento recibe de la sociedad; sin embargo, en los últimos años ha experimentado jaloneos internos que fijan la atención en sus carencias y debilidades, contadas por quienes estuvieron adentro y ahora se inconforman mediante denuncias y alzando la voz.

Raúl Esquivel, actual director general, llegó al cargo hace 11 años cuando la institución tenía un presupuesto anual de cerca de 410 millones de pesos y ha visto crecer la cantidad a 675 millones. De antigüedad tiene más de 45 años de servicio.

De amabilidad en su trato y amplia sonrisa, Esquivel está todos los días en la estación central, ubicada en Fray Servando, Merced Balbuelna, de las 5 de la mañana a las 10 de la noche y no ha tenido un descanso en 30 años.

En su horario sale a atender alguna emergencia, cuando es necesario, y siempre tiene al menos tres radios de comunicación para monitorear los servicios de las 16 estaciones de bomberos.

De visita en la estación cercana a La Merced, mercado que se incendió en la zona de dulces el pasado 25 de enero, el jefe vulcano indica y muestra que sus elementos se capacitan en la práctica todos los días de 10 a 13 horas y en la teoría de 2 a 4 de la tarde.

Al llegar a la corporación hace más de cuatro décadas, lavó pisos, trastes de la cocina, vehículos y dormitorios, describe que los bomberos deben mantener en orden las estructuras necesarias, construidas por ellos mismos pues, afirma con orgullo son un organismo autónomo.

"Hace unos diez años yo veía a la institución con falta de capacitación, falta de equipo, sobre todo los vehículos y las herramientas; en la actualidad sigue faltando, por supuesto, tenemos carencias", comenta.

Precisamente esas carencias fueron el argumento de ocho bomberos que en junio de 2012, con más compañeros, se manifestaron en el Zócalo capitalino para mostrar que trabajaban con equipos en malas condiciones.

Luis, uno de los demandantes, recuerda en orden cronológico cómo se dieron los hechos: "Ese día demostramos cómo teníamos nuestro equipo ya todo roído, tenían en ese tiempo cinco años de que nos lo habían dado, ya estaba caduco por la cantidad de servicios y ya era obsoleto, esa fue la razón para que Marcelo Ebrard (entonces jefe de Gobierno del DF) le diera la orden al director del Cuerpo de Bomberos de que corriera a la cabeza del movimiento que éramos ocho compañeros y nos fincaron demandas penales".

Las acusaciones a los ocho elementos fueron por ataques a las vías de comunicación en agravio al Gobierno capitalino, poner en riesgo a la ciudadanía, robo del equipo utilizado para la exhibición e injurias lanzadas en contra del director durante la protesta. Les daban cuatro años de cárcel más otros cuatro más por ser servidores públicos.

Días después de la protesta lo llamaron a la oficina central, donde los esperaba Raúl Esquivel. "Nos recibe en su oficina con su cara de enojo y nos dice: ustedes ya no son bomberos". Ese año, Luis cumplió 23 años de servicio, le faltaban sólo siete años para su jubilación.

Asegura que no fueron enviados por ningún sindicato y se trató de una manifestación independiente que luego del despido injustificado, como lo definen los afectados, se trasladaron de nuevo al Zócalo capitalino para instalar un campamento, hasta que Ebrard mandó a granaderos para desplazarlos. Llevaban más de 12 días en huelga de hambre.

"Nos echaron de ahí, en ese momento estaban los del Movimiento 132 en el Monumento a la Revolución y nos dieron asilo". Cumplieron 34 días en huelga de hambre hasta que pudieron hablar con el secretario de Gobierno local, Héctor Serrano, con quien acordaron levantar la protesta y darles trabajo en alguna otra dependencia del gobierno local, donde hasta el momento no se ha resuelto la demanda que interpusieron por despido injustificado.

Como el caso de Luis junto con otros siete bomberos, hay 80 demandas laborales más contra el Heroico Cuerpo de Bomberos, todas por despidos injustificados, en menos de año y medio. Esquivel afirma que en ocho años sólo tienen 16 demandas por despidos.

Un grupo de exservidores públicos se reúnen los fines de semana para mantenerse informados sobre los avances de sus demandas, afirman que el sindicato y el cuerpo de bomberos deben estar continuamente en la Junta de Conciliación y Arbitraje para dar seguimiento.

Si la institución de los bomberos pierde las demandas, tendría que pagar no menos de 120 millones de pesos por los sueldos caídos, así como la reinstalación de los elementos.

De acuerdo con Esquivel, el sueldo más bajo de un bombero es de 16 mil pesos. Él gana 60 mil. Trabajan en un horario de 24 por 48 horas y en sus prestaciones incluyen días económicos, días festivos, les dan un día por buena disposición, día de onomástico, si fallece un familiar les dan dos días, si van a tener un hijo o si se casan les dan diez días, lo cual constituye las prestaciones más elevadas del GDF. Luis afirma que en 2012 ganaba cerca de 8 mil pesos.

Hace más de tres años, el Heroico Cuerpo de Bomberos despidió a su subdirector Jurídico, Leopoldo Valenzuela, y de acuerdo con su abogado, Armando Miranda, "se debió a unas supuestas obras que autorizó el propio director general (Raúl Esquivel) y que le fincaron a Valenzuela una responsabilidad administrativa supuestamente por 6 o 7 mil pesos y finalmente lo despidieron por eso".

Argumenta que se trata de un despido injustificado y por eso llevan un proceso de demanda desde entonces, en la cual piden que lo reinstalen en su puesto de trabajo, le paguen sus salarios caídos,  le den derecho a las vacaciones, además de todas prestaciones.

Miranda señala que el despido en realidad se debió a que no participó en la desaparición de un supuesto fideicomiso que pertenecía a los elementos de emergencia, con un monto aproximado de 100 millones de pesos, mismo del que se desconoce dónde quedaron los recursos que se reunieron en varios años.

De ese fideicomiso también habló Luis, el bombero despedido en 2012, "fue creado por ahí del '95, pero lo último que supe fue que se disolvió o ya no está funcionando, a nosotros nos habrán dado no más de 3 mil pesos, que no significa nada de lo que en realidad se tenía".
Actualmente hay mil 650 bomberos, 550 más que hace ocho años.

El plazo para la reinstalación de Valenzuela, de acuerdo con la demanda, se vence en los próximos cinco días hábiles, y es probable que la corporación interponga otro recurso de revisión; sin embargo, el abogado prevé solicitar la destitución del primer superintendente Esquivel.

Miranda afirma que fue defensor del jefe vulcano hace cerca de ocho años en demandas en las que también pedían su destitución, de igual forma atendió otros siete casos de bomberos.

"Al propio director general yo le llevé muchos casos, él sigue ahí, él ya debió haberse ido, porque ya le llevo varios expedientes administrativos abiertos y se le ganaron los juicios, pero cuando se trató de defender a gente de bomberos ya no le gustó", señala.

Miranda afirma que todos los casos se ganaron y lograron la reinstalación de los elementos en sus puestos de trabajo; sin embargo, Carbajal respondió: "Hasta el momento no hemos perdido ninguna demanda porque lo tenemos perfectamente bien checado todo, para que no incurramos en ningún problema, puede ser que algún día sea cierto y lo checamos, rectificamos porque también el área jurídica puede equivocarse y lo checamos".

Luis afirma que es sabido por todos al interior de la institución que el sindicato vende las plazas de bomberos entre 150 y 180 mil pesos, a eso se debe la gran cantidad de despidos en menos de dos años.

"A ellos (los nuevos elementos) lo que les interesa nada más es recuperar el dinero que invierten, ya no entran a los incendios, ya no se capacitan, ni se hacen prácticas diarias como en el tiempo que yo entré y entonces ya no hay nada y la que la va a pagar es la ciudadanía, como ya se está viendo, ya hay incendios que consumen todo a su paso porque no los saben apagar", dice el hombre de 47 años.

Ante las inconformidades y denuncias de actos irregulares en Bomberos, el jefe vulcano apunta que "nosotros estamos trabajando con todas las operaciones que se nos presentan, no tenemos problema, los que se han ido, se han ido porque les hemos demostrado que no deben de estar aquí, no tenemos problema con que vaya a afectar la operación".

Entre otras acusaciones, los inconformes coinciden en que parte de los actos irregulares en la corporación tienen origen en quien verdaderamente dirige a la corporación, pues entre el líder sindical Ismael Figueroa y la junta de gobierno, en la que participan funcionarios directos del Gobierno capitalino, le restan autoridad al primer superintendente quien, en el organigrama es la cabeza de la agrupación y quien debe tomar las decisiones.