Semana del 16 de Abril al 22 de Abril de 2020

Talento vallense Anónimo, el rapero

Talento vallense Anónimo, el rapero

Yesenia Rivera

Estudió gastronomía y se graduó de chef, pero se decidió por esa forma musical

Jesús Eduardo, mejor conocido como Anónimo, tiene 25 años de edad, es casado y con un bebé de 4 cuatro meses. Su apodo surgió en la escuela, cuando la maestra hacía escritos para que mejoraran la ortografía y les ponía anónimo, él no sabía que significaba, así que le preguntó y ella le dijo que era alguien que no tenía nombre o que no era conocido, y ya cuando comenzó hacer sus propias notas, así las firmaba y así le llaman ahora.

Comenzó a rapear desde los 15 años, inició porque un amigo lo hacía y le agradaba mucho cómo lo hacía, pues lo hacía muy bien, entonces empezó solo en su casa, hasta que se metió a un torneo de rapeada y pasó a la final, y ya de ahí decidió ganarse la vida a través de rapear en las calles, restaurantes y camiones.

Estudió gastronomía y se graduó como chef en el Instituto Mexicano de Gastronomía de Ciudad Valles, y esa formación se la pagó con el dinero que se ganaba rapeando, pero ya no siguió estudiando porque ya no podía seguirse pagando sus estudios, y afirma que cuando sus padres lo apoyaban para que siguiera estudiando no le echó muchas ganas, porque no le gustaba estudiar, ya cuando se dio cuenta que era necesario estudiar, tenía tres trabajos para poder pagar su escuela, y pues mejor ya no siguió porque se le hacía difícil pagar, mejor se dedicó a rapear, porque gana más rapeando que trabajando en lo que estudió.

En cuanto a drogas, probó la mariguana, pero no se hizo adicto, sólo la consumía ocasionalmente, pero desde que decidió formar una familia con su esposa, dejó de consumir esa droga, y ahí comenzó una nueva vida y le ha ido mucho mejor.

Ha sido discriminado en diferentes ocasiones por dedicarse a rapear, en Ciudad Valles en una ocasión en el mercado un señor que era el coordinador de ahí llegó hasta donde él estaba comiendo, y con la policía le dijo que tenía que retirarse, que ahí no podía andar rapeando, a lo que él le respondió que no había ningún letrero que dijera que estaba prohibido hacerlo en el mercado, además que quien estaba pidiendo que se lo llevaran, estaba fumando y eso sí está prohibido, porque el mercado es un espacio cerrado, entonces lo dejaron ir y ahora ya no le dicen nada por rapear en ese lugar.

Admite que “la gente mayor es la que más se molesta que cantemos este tipo de rimas, en ocasiones me han dicho que me calle, que sólo canto tonterías o me han tirado servilletas en la cara, o me llaman ratero o mariguano, esto me deprime un poco, pero me siento más mal por ellos, por su falta de educación y que tienen un criterio muy pequeño, es gente ignorante”.

“Hay más gente que le agrada lo que yo hago, además me gano la vida honradamente, no le hago nada malo a nadie y esto no debe de gustarle a todos, a mí me gusta y me apasiona rapear, cuando he pensado en dejar de rapear, es cuando mejor me va, eso es una señal de Dios, que no hago nada malo”, puntualiza.

Actualmente se dedica a rapear en los restaurantes del mercado y autobuses urbanos de Ciudad Valles, y a vender comida en su domicilio, pero le sale un poco más rapeando.

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