¿Cómo resumimos la vida del gran Chamín Correa?, con algo que él sentenció –la buena música ya no existe-.

El martes 14 de enero anunció Carlos Cuevas que la guitarra de México, el requinto de oro estaba descansando en paz, el gran Chamín Correa. Ese día México le lloraba a una de las guitarras más hermosas, sino es que la mejor que ha tenido nuestro país.

Su historia como la de los grandes músicos empieza en el México de los años 40 cuando los boleros, los danzones y en los salones se practicaban los románticos bailes. En la cúspide como grandes boleristas estaban Los Panchos, un referente de los tríos.

En 1951 un joven con grandes dotes de escritor, de nombre Roberto Cantoral, que compone canciones como “El Reloj”, “El Triste”, “El Final”; se junta con Leonel Gálvez un gran cantante, una voz prodigiosa, y complementa ese trio una extraordinaria guitarra, el gran Chamín Correa, él mismo lo platicaba –si uno no cantaba, pero sí tocaba ya tenías una ventaja, si además tienes un buen escritor tenías todo el complemento perfecto-, y es así como se forma el trío “Los Tres Caballeros”.

Este trío, como muchos, se empieza a desgranar cuando cada uno empieza a agarrar su rumbo, Roberto Cantoral se dedica a la composición, Leonel Gálvez decide cantar por su cuenta, y Chamín correa se queda con la guitarra en las manos, y es como se perfecciona, decía él -15 horas diarias ensayábamos para poder perfeccionar nuestra ocupación- y así Chamín Correa se convirtió en el requinto más hermoso de nuestro país, una de las guitarras más prodigiosas y en uno de los arreglistas más buscado por los grandes artistas de México. De los últimos artistas que lo buscaron en su época plena fue Luis Miguel para su disco Romances, el tercer disco más vendido en nuestro país.

Los jóvenes ahora desconocen una guitarra como Chamín Correa, tal vez lo conocen los que tocan guitarra porque lo tienen como referente, a los que nos gusta la bohemia; pero el éxito de muchos cantantes, sobre todo Luis Miguel o Julio Iglesias se lo deben al gran Chamín Correa, como arreglista musical. Y a pesar de todos los cambios musicales modernos, los jóvenes que llevan serenata para enamorar a una mujer no le llevan reguetón, ahí es donde volvemos que sigue existiendo el romanticismo de la música de otro tiempo.