Hermosillo, al filo del machete

Hermosillo, al filo del machete

En Hermosillo, cada vez más se escuchan historias de como ciudadanos son asaltadas con grandes machetes.

lasillarota.com| SONORA| Viernes, 26 de Agosto de 2016| 11:53

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"Esa noche de junio, jamás la olvidaré. Fue el día en que creí que iba a morir. Era un día cualquiera, mi jornada en el trabajo ya había terminado; mis labores en el cine del centro comercial. Como todas las noches, alrededor de las 10:00 tomé el autobús de regreso a casa. Recorrí media hora de camino, al sur de la ciudad, donde vivo con mis padres. Mis clases en el Instituto Tecnológico de Hermosillo (ITH), donde estudio Ingeniería en Sistemas, ya estaban en el break del verano. En realidad ya no tenía nada de qué preocuparme. Ni tensión, ni tareas, ni nada.

 

Me bajé del autobús, a una cuadra de mi casa. Las calles estaban oscuras, como siempre. ¿Si han pasado ya tantos años de que la colonia donde vivo dejó de clasificarse como invasión, porqué las autoridades aún no han colocado alumbrado público? Seguí caminando, ya faltaba poco para llegar a mi casa... fue entonces cuando lo sentí. Sentí una mano que se posó pesada sobre mi nuca, sosteniéndome fuerte. Creí que se trataba de una broma, algún amigo haciéndome enojar, pero no. Cuando giré la cabeza vi una cara desconocida, un rostro pesado, unos ojos desorbitados. Portaba un pañuelo sobre la cabeza y vestía todo de negro. Lo miré de pies a cabeza y fue cuando vi ese enorme fierro destellante: un machete.

 Me exigió que le entregara mi celular, por eso corrí. Corrí para huir de él, para llegar a mi casa, que estaba a unos metros y ponerme a salvo. Pero tropecé. El malandro me había metido el pie para tumbarme. ¡Me puse de pie y grité por ayuda, por auxilio de alguien! Y sentí su puño con fuerza contra mi cara, quería que me callara. Me volvió a exigir mi celular, con gritos. Me amenazaba con ese inmenso machete, con el que bien podía cortarme la cabeza.

A pesar del temor que sentía, de ese escalofrío que recorría mi cuerpo, saqué las fuerzas para forcejear con él, luchar contra él, por mi vida; pero perdí. Me arrebató el celular de mis manos y corrió.

 Cuando intenté perseguirlo, caí al suelo. Me levanté y volví a caer, no sabía que pasaba conmigo. Entonces sentí un líquido cálido que fluía de mi abdomen, mis manos estaban ensangrentadas".

 La historia del joven Isaí Zúñiga Ramos no es la única. En Hermosillo, cada vez más se escuchan historias como la de éste estudiante, de personas que son asaltadas con grandes machetes afilados y arrebatados de sus pertenencias.

 Este modus operandi no es sólo de los delincuentes de cierta zona, sino de manera general en las colonias más inseguras de la ciudad. Ya sea al norte, sur, oriente o poniente.

 En febrero de este año, Michelly Félix, una joven conductora de un medio local, que acudía a hacer deporte al Cerro de la Campana -un emblemático lugar en el centro de Hermosillo- fue interceptada por un sujeto, armado con un machete, quien la despojó de su celular. A pesar de no haberse resistido, el asaltante la hirió en su brazo izquierdo.

 Y el pasado mes de mayo, Sergio Alvídrez Ceballos de 65 años de edad fue asesinado con un machetazo en el tórax, cuando se encontraba en laborando como velador una expendedora de gasolina, al poniente de Hermosillo.

 El cuerpo del anciano fue encontrado por la mañana, en los sanitarios de la gasolinera. Las oficinas administrativas, estaban en completo desorden y sin el dinero y objetos de valor.

 De acuerdo con declaraciones a La Silla Rota del comisario de la Policía Municipal , Ramsés Arce Fierro, a la semana decomisaban hasta marzo pasado alrededor de 50 machetes de sujetos que detenidos por estar de manera sospechosa a altas horas de la noche.

Sin embargo, según datos recientes de la Policía Municipal, en lo que va del 2016 se han decomisado 78 armas blancas, entre navajas, cuchillos y machetes.


Para aumentar la seguridad en las calles Seguridad Pública Municipal intensificó los operativos en las calles y las revisiones a las personas, especialmente por la madrugada. A quien es reincidente en la falta de portar machetes, se le detiene por 36 horas.

 "Aproximadamente unos 45 o 50. Hemos detenido a varias personas, con este tipo de herramienta, que se convierte en un arma. A raíz de esto, nosotros hemos implementado todos los días, por la noche, que es cuando este tipo de reportes existen, operativos de búsquedas de personas que se les detecten este tipo de armas y son turnados al juez calificador, con 36 horas de arresto", expuso.

 Según información de Seguridad Pública de la capital sonorense, en 2014 se habían detenido a 201 personas con armas blancas. En 2015, se tiene un registro de 226. En lo que va del 2016, son 74.

 "Ahí estaba yo, paralizado. Con las manos llenas de sangre, mi sangre. Sentí que desvanecí. Para mi suerte, mis papás habían salido de casa y a su regreso, me vieron ahí, tirado. Llamaron de inmediato a la policía y a una ambulancia que nunca llegó. Los elementos me llevaron en la patrulla hacia la clínica más cercana del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pero por la gravedad de la herida me trasladaron al hospital, kilómetros más lejos.

 Afortunadamente, el machetazo en mi abdomen no tocó algún órgano. Y aunque la herida tenía una profundidad del tamaño de mi dedo meñique, después de varias semanas, logré recuperarme.

 No denuncié, ante las autoridades, porque preferí utilizar mi tiempo para recuperar mi salud", recuerda Isaí.

 Según las autoridades son pocas las denuncias de asaltos que llegan realmente a manos de las autoridades. Las víctimas prefieren no hacer los trámites, ya que a su parecer no ven un resultado tangible. Los culpables no son detenidos y no recuperan sus pertenencias.

 En lo que va de este 2016, Seguridad Pública de Hermosillo ha registrado 159 reportes de asalto a transeúntes. En 2015, a la misma fecha se tenían 158 y 240 en todo el año.

 Hace dos años, en 2014, los asaltos iban en 175 a la misma fecha y 246 en total. Sin embargo, la dependencia no especifica cuáles de estos delitos se han cometido con machetes, ya que los enumeran en la lista de robos a punto de pistola o con otras armas blancas, como cuchillos o navajas.

 "No quería perder el tiempo en trámites complicados y procesos que tardan horas en los ministerios públicos", argumenta Isaí. 

 

kach