Semana del 01 de Abril al 07 de Abril de 2016

Pablo Hermoso de Mendoza: "No entendería mi vida sin el caballo"

Pablo Hermoso de Mendoza: "No entendería mi vida sin el caballo"

Samuel Roa Botello

Nunca pensó que llegaría a triunfar, pues se fue planteando metas sencillas de alcanzar
No ha pensado aún en el retiro, pero adelanta que ya tiene sucesor: Su hijo Guillermo

Pablo Hermoso de Mendoza es el símbolo del rejoneo en el mundo, se le conoce como el "centauro navarro" y "el orgullo de Navarra", como lo describen los medios deportivos no sólo de su patria, España, sino del mundo. Pero detrás de la figura actual, hay una gran historia, forjada casi toda "a lomos de los caballos", como él mismo la califica.

El domingo 27 de marzo vino a Ciudad Valles a encabezar el cartel de una corrida de rejones, en la que cortó tres orejas y salió a hombros por la puerta grande, esto en el marco de la Feria Nacional de la Huasteca Potosina. Pero antes, Pablo Hermoso de Mendoza concedió una entrevista a Emsavalles.com, en la que habló de lo que ha sido su vida y su trayectoria en el rejoneo, a la que aún no le ve la otra orilla, la del retiro, y si se diera el caso, ya tiene sucesor: Su hijo Guillermo.

¿Pensaste alguna vez, cuando combinaste tu pasión por la equitación y las corridas de toros, que ibas a triunfar?
"No, en lo absoluto, porque en aquel entonces lo veía todo muy complicado, con un horizonte muy negro y las metas que me iba proponiendo indudablemente eran las más cercanas, sencillas de alcanzar y pensando que hasta donde llegara lo iba a disfrutar e iba a ser feliz con eso".

Construiste un sueño, lo visualizaste, y aquel 6 de abril de 1985 cuando sales a tu primera corrida, ¿qué pensabas, que era el inicio de una carrera fructífera o ibas a ver qué salía?

"En ese momento piensas nada más en lo que va a ocurrir ese día, toda tu mente, toda tu pasión se centra en la presión que cubre esa presentación y la verdad que no te da para pensar en el futuro, ni mucho menos, sino cómo vas a salir de ahí, con la capacidad que en ese momento tienes y sobre todo con la cuadra muy limitada que tenía en aquel momento".

¿Cómo logras esa conexión, ese binomio entre jinete y caballo para desarrollar el arte del rejoneo?

"Hay una parte que es la sensibilidad que uno tiene como jinete, como comunicador con su caballo, pero luego no hay que olvidar la otra parte, de exigencia, que es la dedicación, hacen falta muchísimas horas, hace falta toda una vida de dedicación al caballo para conocer sus sentimientos, sus inquietudes, sus miedos, y poder sacar partido de ellos de la mejor manera posible".

¿El rejoneo es una forma de vida, un estilo, una disciplina o una pasión que tienes que hacer con vocación?

"En mí es todo, porque ha sido una vida dedicada a ello y una vida vivida a lomos de los caballos, entonces no entiendo mi vida sin el caballo, porque lo que soy, lo que he sentido, las mayores satisfacciones, los mayores disgustos, las mayores penas, las he tenido de la mano del caballo, entonces es mi vida, mi pasión, mi felicidad, mi tristeza, es mi todo el caballo".

¿Llegas en un momento cuando estás frente al toro a sentirte, como dice la mitología griega, un centauro enfrentando a una fiera, a un animal de más de trescientos kilos?

"Sí, totalmente, yo digo muchas veces cuando estoy enseñando a mis hijos o a jóvenes jinetes que vienen por mi casa, que llega un momento que piensas en caballo, o sea tu mente se transforma y eres parte del movimiento del caballo, del pensamiento, y es curioso cómo te anticipas a cantidad de situaciones, hasta cuando vas paseando por el campo y de repente ves una cosa que sabes que el caballo va a ver y va a sentir miedo, y es como que tú lo sientes a la vez e intentas meterte dentro de él para que no lo tenga, para transmitirle seguridad y ahí es donde uno de verdad siente que empieza a meterse en el alma del caballo, que empiezas a robarle esas sensaciones de miedo, de agresividad, de todo, y a canalizarlas a través de tu mente".

¿Cómo transformar el miedo, porque el miedo está intrínseco en el ser humano, y enfrentar una bestia de ese tamaño, dices: O es él o somos nosotros?

"Al miedo, la mejor manera de enfrentarlo es dominando la situación y dominando la técnica, cuando has tenido un accidente y sabes perfectamente por qué ha sido, cuáles han sido tus fallos, es más fácil remontarte a esa situación y parecer valiente, cuando tú no sabes por qué pasan las cosas, al igual a tu caballo, si él no sabe por qué un toro le ha pegado y tú no sabes hacérselo entender, difícilmente va a volver a enfrentar esa situación de riesgo".

El ver ese espectáculo del caballo lusitano, toda esa parafernalia... ¿te emociona, cada corrida es para ti el inicio de una carrera o haces esa corrida como la primera de tu vida?

"Si algo tiene esta disciplina es que nunca sabes cómo va a salir el toro, entonces en el transcurso de tu trayectoria, de tu vida, vas aprendiendo que hay que llegar con la máxima preparación pero sin nada hecho, sin nada estructurado de decir: ´A este toro le voy a hacer esto, lo voy a lidiar de esta manera´, no, hay que salir con la mente muy limpia, lo más concentrado posible en esa situación y a partir de ahí empezar a crear, y eso hace que cada presentación sea distinta, sea un nuevo día, sea una nueva obra, que además esta modalidad artística tiene un final muy crítico, porque un pintor cuando ve su obra puede decir: ´Voy a retocar esto´, un escritor igual: ´Voy a retocar esta página que no me gustó el texto, no me gustó lo que escribí´, nosotros tenemos un final con la muerte del toro, ahí queda tu obra plasmada para bien o para mal, sin ningún posible cambio".

¿Cuál es la diferencia entre el toreo de a pie y el rejoneo, porque el valor es el común denominador, pero el salir y establecer esa danza de la supervivencia, de la muerte, porque uno de los tres tiene que salir muerto?

"Indudablemente hay una parte común entre los dos, que es torear al toro, uno lo torea con una muleta de trapo y el otro lo torea con un caballo que tiene vida propia, sentimientos e iniciativa propia, entonces ese es el gran cambio, el caballo; cuando toreas con el caballo tienes tu muleta, pero te tienes que cuidar que no te la tropiece porque tiene vida, tiene sentimientos y sobre todo tiene una parte en la antesala de la corrida, de trabajo, de preparación, de tenerlo totalmente confiado, en la situación más óptima física y mentalmente para llevar a cabo tu arte; en el toreo a pie hay mucho más riesgo a la integridad física de la persona, pero por otro lado sabes que no dependes de otro animal, que es el caballo, la muleta tú la mueves como tú quieres y el capote, y es un instrumento que no tiene vida propia".

Hiciste una gran amistad, creo que una hermandad, con "Cagancho", que hoy no se puede entender Pablo Hermoso de Mendoza sin aquel caballo que fue parte de los carteles principales, de tus grandes triunfos, ¿extrañas a tu hermano del rejoneo?

"Claro que sí, cada día, y sobre todo hubo unos años que lo extrañaba muchísimo en la plaza, porque cada vez que salía a cambiar un caballo, era pensar que me faltaba mi mejor compañero, mi mejor aliado, indudablemente he ido sacando otros caballos nuevos y han tapado un poquito ese lugar, pero en la casa, que también era la suya, ahí cada mañana cuando llegas y ves que la caballeriza está libre, que falta esa mirada, que falta el poder acercarte a él y transmitirle tu cariño, la verdad que ahí sí se nota un vacío muy grande".

Hoy estás en la cúspide de tu carrera, estás a punto de cumplir treinta y un años de una exitosa carrera, que te ha convertido en el símbolo del rejoneo en el mundo, ¿cómo visualizas los años posteriores, piensas en el retiro, te visualizas en tu pueblo natal regresando, haciendo escuela?

"Siempre le pido a la vida que el día que llegue el momento de la despedida, de la retirada, verme con salud, para poder hacer lo que más me gusta, que es montar a caballo y hacerlo sin la tensión que exigen las grandes ligas, estar en los primeros lugares del escalafón, toreando mucho; entonces poder montar relajado en mi casa, rejonear por gusto, por disfrutar del caballo y del toro, pero ya por propio hobby, así es como más me veo, pero bueno ahí viene también un retoño, viene Guillermo mi hijo, que quién sabe si me va a tocar continuar mi carrera en la suya y sufrir como padre, que me imagino que es una parte durísima".

Vas a estar en la parte que estuvieron tus papás, ¿qué te decía tu madre cuando enfrentabas esa bestia, que venía con unas embestidas tremendas?

"Mi madre siempre me decía que lo pensara muy bien, que a dónde iba a parar con lo difícil y peligroso que era eso, y era curioso porque igual que me dice mi hijo ahora a mí, yo nunca se lo reconocía, siempre decía: ´Voy a estar un ratito, voy a probar´, haciendo como que no me lo tomaba muy en serio, y así me la iba llevando, hasta que me vio enredadísimo ya y metidisimo en este mundo".

Pablo Hermoso de Mendoza eres una historia de éxito y México te aclama cada tarde que sales. ¿Algo más que gustes añadir?

"Darle gracias a México, porque ha sido un país que me ha adoptado, que me ha apapachado y que me ha hecho sentir cosas maravillosas y le debo muchísimo, y a estas alturas es parte de lo que estoy realizando, he conseguido prácticamente todos mis sueños en la vida y ahora lo que me queda es devolver tanto cariño, tanto amor que la gente me ha dado, y mientras vea que soy capaz de transmitirles emociones y de traerles un ratito de felicidad, pues voy a intentar alargar mi carrera lo más que pueda".

Finalmente, ¿a quién te encomiendas, a la Virgen de Covadonga o a la Virgen de Guadalupe?

"Me he hecho muy devoto de la Virgen de Guadalupe y de San Pablo, lo que ha venido además por detalles de la gente, cuando un día, de esos muy especiales que estás pasando muy mal, alguien se ha acercado y con todo su cariño y todo su amor me ha regalado una estampita de estos santos, como diciendo ´que te protejan´, no sé si es la devoción por el santo o es lo que esa persona te ha transmitido con esa confianza y ese cariño de ayudarte, que me ha hecho llevarla por todo el mundo, siempre en mi equipaje".

Es Pablo Hermoso de Mendoza, una historia de éxito, una historia de que hay que soñar, creer, atreverse y hacer, ¿no es así Pablo?

"Así es, y apostarle todo hacia un sueño que uno quiere realizar".

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