Semana del 17 de Noviembre al 23 de Noviembre de 2017

Domingo Candelario Hernández, un vallense en la revolución

Domingo Candelario Hernández, un vallense en la revolución

Don Domingo Candelario Hernández nació un 4 de agosto del año 1882 en la Estación de San Mateo, que en ese año pertenecía a la Fracción Buenavista, Municipio de Ciudad Valles, S. L. P., sus padres fueron J. Jesús Candelario y Margarita Hernández, ambos indígenas del grupo tének.

En el año de 1896, Domingo Candelario contaba con 14 años de edad y no sabía leer ni escribir y no hablaba el español e igual que su familia, solo hablaba el Tének, por lo que sus padres, lo enviaron a una escuela particular que se ubicaba en el Ejido San Antonio Huichimal, su maestro se llamó Diego Hernández, quien era pagado por los padres de familia, en dicha escuela, Candelario Hernández pudo llegar hasta el segundo año de primaria, porque los caciques de Buenavista, no permitían enseñanza más elevada, incluso amenazaron al maestro y cuando no los obedeció lo apresaron y desterraron.

En el año 1907, Domingo Candelario Hernández se lanzó a la lucha por la tierra que a ellos les pertenecía por restitución y que el condueñazgo de Buenavista les había quitado cuando los mantuvo sometidos y obligados a trabajar de sol a sol sin pagarles lo necesario, arrebatándoles a la vez sus productos y hasta abusando de sus mujeres jóvenes.

Tres años después se inició la Revolución de 1910, que proclamó Don Francisco I. Madero en contra de la reelección de Porfirio Díaz, en ese mismo año, llegó a Ciudad Valles, S. L. P. un revolucionario de nombre Ponciano Navarro para organizar y nombrar a los Jefes que encabezaran la lucha en esta región a favor de Madero, integrándose un grupo de personas entre quienes figuraron Severiano Balderas, Eugenio Arzola, Francisco Orta, Rodrigo Ramiro, Vicente Salazar, Margarito Hernández y Pastor Guerrero, y por la región indígena se escogieron a Santos Pérez, Agustín Pérez y Domingo Candelario Hernández.

En el año 1911, se instalaron las elecciones y éste grupo ya más fuerte, trabajó arduamente a favor de la candidatura de Madero y en el año 1913, se lanzaron contra la dictadura del usurpador Victoriano Huerta y el 18 de diciembre de 1914, Don Domingo Candelario Hernández, se incorporó al mando de Manuel C. Lárraga.

Participando con él en varios combates, como el de Tanlajás, en Taninul, Ciudad Valles, Tamazunchale, El Chijol en Veracruz, en Dolores Hidalgo, Guanajuato, Querétaro, San Juan del Río, Villa Guerrero, El Bañito y en Ébano, S. L. P. en ese mismo año, como grupo carrancista fueron concentrados en el Municipio de Cárdenas, S. L. P. donde estuvieron destacamentados hasta el año 1915.

En ese mismo año, hubo un duro combate entre Villistas y Cedillistas, Domingo Candelario fue hecho prisionero y obligado a irse al lado de los soldados de Pancho Villa, teniendo que concentrarse con ellos al norte del país donde permaneció hasta el año 1921, en este año, se incorporó a las fuerzas del General Francisco S. Carrera Torres que se encontraba en la ciudad de Tula, Tamaulipas, recibiendo en esa agrupación el cargo de Capitán Segundo de Caballería, en el año de 1922, contrae nupcias con Ignacia Álvarez, en esas fechas recibe la comisión de forrajista y decide solicitar su baja y retirarse a vivir en el Ejido La Pitahaya del Municipio de ciudad Valles.

En el año de 1926, varias personas lo visitaron y propusieron que fuera él quien encabezara a los grupos de solicitantes de tierras ejidales, asimismo por iniciativa propia gestionó que se construyeran escuelas rurales en la zona indígena.

Dada su experiencia en la carrera de las armas, su cobijo hacia los indígenas y su constante gestoría fue nominado candidato a la Presidencia Municipal fungiendo como tal de 1932 a 1933, en los años 1936-1937 se desempeña como Oficial del Registro Civil, en 1938 recibe el nombramiento de Líder Agrario y en el año de 1939, ocupa el cargo de primer regidor del Ayuntamiento, siendo Presidente Municipal Don Manuel S. Rodríguez, en 1940 es nombrado Diputado Federal suplente, siendo el propietario Luís Márquez Ricaño.

A raíz de su paso por la milicia, en ese mismo año de 1940, la Secretaría de la Defensa Nacional le da el nombramiento de Comandante Rural de la Primera Compañía de las Defensas Rurales del 67avo Batallón, puesto que desempeñó durante cuatro años.

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