Semana del 01 de Octubre al 07 de Octubre de 2021

La rutina de la violencia en SLP; policías reinciden en las detenciones arbitrarias

La rutina de la violencia en SLP; policías reinciden en las detenciones arbitrarias

María José Puente Zavala

"Una vez nos hicieron una revisión de rutina y al no encontrar nada se fueron. Cuando arrancaron su patrulla nos gritaron: ¡con cuidado, que en esta colonia asaltan!".

La escena anterior ocurrió hace poco en San Luis Potosí, donde Carlos vive, y donde la Policía Municipal encabeza la lista de quejas interpuestas contra corporaciones policiacas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, al menos, desde abril de 2021.

Esa no fue la primera vez que Carlos ha sido detenido por policías en la calle con el pretexto de practicarle una "revisión de rutina". Durante esta entrevista, el joven relató al menos 3 hechos en los que elementos policiales lo han detenido, casi siempre en la noche, incurriendo en violaciones a sus derechos humanos e, incluso, haciéndolo víctima de la comisión de delitos.

Una de esas experiencias ocurrió por ahí del 2011, muy cerca del primer cuadro de la capital del estado.

"Esa vez íbamos dos amigos y yo caminando por Santos Degollado, casi llegando a Reforma. Veníamos de una fiesta y sí andábamos borrachos, pero no estábamos haciendo escándalo, ni nada.

En eso, como a una cuadra de Reforma, viene una patrulla y se detiene casi enfrente de nosotros. En cuanto nos vio se baja un oficial y nos dice que es una revisión. Nos ponemos contra la pared y empiezan a revisarnos. Todo esto era normal, conforme a lo que solía pasarnos, pero en eso yo sentí que uno de ellos me agarró la cartera y le reclamé".

El oficial le entregó la cartera y le ordenó retirarse. "Me sueltan y mis dos amigos se quedan siendo revisados. Yo camino y siento que ya no traigo el celular, así que le digo a él que me lo robó. Lo negó, le reclamé y me dice que me va a arrestar. Me opuse, comenzamos a forcejear y mis amigos intervienen pidiendo que nos lleven a los tres".

Ante el reclamo de los detenidos, el policía opta por meter a Carlos a la patrulla de una patada: "Ahí adentro me somete. Otro policía entra por el otro lado de la patrulla, toma una escopeta y sale a golpear con ella a mis amigos. Yo solo escucho los gritos.

Luego se meten los cuatro policías a la patrulla, arrancan y me llevan dentro en el suelo, mirando hacia abajo. Comienzan a interrogarme, que quién era, que dónde vivía, que qué estaba haciendo, que a dónde iba, quiénes eran mis amigos.

Comienzan a decirse claves y yo de pronto sentí que ya llevaba mucho tiempo en la patrulla, entonces se detienen, me sacan, me ponen de rodillas con las manos en la nuca y veo que estoy en un callejón oscuro sin pavimentar y, además de eso, solo puedo ver una pared.

Ellos siguen hablando en claves sobre qué van a hacer conmigo. Empecé a decirles que ya me dejaran y alcanzo a escuchar que uno le dice a otro ‘tiene una 3-14 (o algo así) en la chamarra’. Yo traía una cámara en una de las bolsas de mi chamarra. Entonces el policía sale, mete la mano en mi chamarra, me saca la cámara y me avienta.

En eso yo alcancé a ver algo en la patrulla, y murmuré algo como ‘municipales` o ‘estatales’, no recuerdo bien qué, pero ellos me dijeron: ‘sí, nosotros somos de esos, por si quieres levantar la denuncia’ y se suben a la patrulla para irse".

Al salir del callejón, Carlos descubrió que estaba cerca de la colonia El Paseo. Por fortuna un taxi salió a su paso, lo tomó y al llegar a casa su familia ya lo aguardaba alarmada. Ahí se enteró de que uno de sus amigos tenía la nariz rota de un culatazo y que al otro le cortaron cartucho para amedrentarlo.

"¿QUÉ PASÓ? ¿SE ESTÁ PONIENDO LISTO?"
De acuerdo con el Diagnóstico Nacional sobre detenciones arbitrarias, realizado por el Observatorio Nacional de Detenciones Arbitrarias (ONDA), en San Luis Potosí se suele detener arbitrariamente a las personas jóvenes que cumplen un cierto aspecto físico, principalmente en las periferias de la ciudad.

El documento da cuenta de que en 2015 se presentaron ante la CEDH 138 quejas por detención arbitraria, 51 en 2016, 94 en 2017 y 67 en 2018, año en que la Policía Ministerial se erigió como la corporación con más acusaciones en su contra por esta clase de prácticas, seguida de la Policía Estatal.

Justo ese año, en el Barrio de San Miguelito, Omar* fue detenido por presuntos policías ministeriales para "una revisión de rutina". El joven relata que mientras circulaba en su auto por la calle de Vallejo "venía una camioneta súper pegadita a mí, así que di vuelta para detenerme en el Oxxo que está frente a la iglesia y la camioneta fue y se me cerró.

Se bajaron tres policías, uno con arma larga, me pidieron que bajara y les dije que no, que me dijera por qué me estaba deteniendo. No me decían y querían que me bajara, que porque no les estaba mostrando mis documentos.

No bajé el vidrio completamente, pegué mi licencia y la tarjeta de circulación del coche en la ventanilla. Le dije que los podía revisar y ver que todo estaba en regla. Me dijo que necesitaba que se los prestara y también le dije que no, que así los podía ver y que me dijera por qué me detenía.

Ante la negativa de Omar, el policía que portaba el arma cuestionó a su compañero: "¿Qué paso? ¿Se está poniendo listo?". Ese comentario causó molestia en el conductor, pues en ningún momento había incurrido en ofensas para con los policías.

"Le dije que no existe la revisión de rutina y que a menos que hayan detectado que yo venía conduciendo de manera equivocada o que el vehículo trajera algo mal, podrían haberme detenido y, es más, les dije que tendrían que ir con un tránsito porque ellos eran ministeriales.

Entonces quisieron amedrentarme, se pusieron muy violentos, estaban tercos que me bajara, así que les dije que si no me daban un motivo para detenerme quitaran su camioneta porque estaban interrumpiendo mi libre tránsito y eso era un abuso de autoridad.

Según ellos hablaron para ver si el coche era robado, les dijeron por radio que no y muy molestos se fueron dando un arrancón en la camioneta rumbo a la Calzada de Guadalupe. La verdad es que yo iba en esa dirección, pero tuve que rodear para no topármelos".

Esta no fue la primera vez que Omar enfrentó una detención arbitraria en San Luis Potosí, pero sí fue la primera en que decidió impedir que los policías abusaran de su autoridad como ya lo habían hecho en ocasiones anteriores, por ejemplo, en 2012, cuando una patrulla de la Policía Municipal los detuvo a él y a su pareja en la delegación de Villa de Pozos.

En esa ocasión los acusaron de estar sosteniendo relaciones sexuales en el vehículo; los subieron a la patrulla, los llevaron a recorrer las calles de esa delegación y finalmente, al ver que estaban dispuestos a ser consignados en la comandancia, los devolvieron al auto, no sin antes exigirles que entregaran sus dos teléfonos celulares.

El ONDA apunta que las detenciones arbitrarias a personas jóvenes afectan la forma de interactuar con el espacio público y sus trayectorias cuando dan lugar a otras violaciones a derechos como la desaparición forzada, ejecución extrajudicial, tortura, tratos o penas crueles e inhumanas.

Finalmente, el observatorio también concluye que en San Luis Potosí la política de Seguridad Pública punitiva y criminalizante favorece la desigualdad; y que los organismos de policía cumplen funciones bajo esquemas que no logran aterrizar la garantía de derechos para la ciudadanía.

Casos como el de Omar y Carlos, parecen ser solo una pequeña muestra de ello.

*Su nombre fue cambiado para proteger su identidad.

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