Semana del 13 de Octubre al 19 de Octubre de 2023

"Monterrey VI, no puede ser autorizado", advierte Fernando Díaz Barriga

"Monterrey VI, no puede ser autorizado", advierte Fernando Díaz Barriga

Monterrey tiene agua, lo que pasa es que el agua la tienen los industriales, no la población.

En medio de crecientes preocupaciones sobre el proyecto Monterrey VI y su impacto en la zona huasteca, el doctor Fernando Díaz Barriga, destacado investigador de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), ha emitido un contundente pronunciamiento. El doctor Díaz Barriga dejó en claro su posición sobre la autorización de este proyecto y los riesgos que conlleva para la región.

El proyecto Monterrey VI, que busca suministrar agua a la zona metropolitana de Monterrey, ha sido objeto de controversia debido a su posible repercusión en la región huasteca, ubicada en el sur de Tamaulipas y el norte de Veracruz. Según el doctor Díaz Barriga, la aprobación de este proyecto se basa en un estudio de 2012 que utiliza información de finales del siglo pasado, la cual ya no es relevante ni precisa para las actuales condiciones climáticas.

El principal problema que plantea el doctor Díaz Barriga es el cambio climático, que está afectando de manera significativa a la zona huasteca. Menos lluvias y temperaturas más altas están reduciendo la cantidad de agua en los ríos, y la construcción de Monterrey VI podría agravar esta situación al utilizar agua de los ríos para abastecer la zona metropolitana de Monterrey.

El impacto del proyecto va más allá de la escasez de agua. El agua salada del mar podría infiltrarse en tierras agrícolas, salinizando el suelo y afectando a la cuenca de los ríos Pánuco y Tampaón. Ya se han registrado señales de salinización en áreas como Ébano, lo que podría poner en peligro la seguridad alimentaria de la región.

El cambio en la percepción de la sociedad es otro factor clave. Ahora existe un derecho humano a un ambiente limpio, sano y sostenible, y este derecho protege tanto a la naturaleza como a los seres humanos. Esto significa que la decisión sobre el futuro de la huasteca ya no puede ser tomada unilateralmente por gobernadores o autoridades en una reunión de café.

Las condiciones climáticas y ambientales han cambiado significativamente desde el estudio de 2012, la huasteca, ubicada en el sur de Tamaulipas y el norte de Veracruz, se ve particularmente afectada por el cambio climático, que ha resultado en menos lluvias y temperaturas más altas. Estos cambios reducen la cantidad de agua en los ríos, lo que podría agravarse aún más si Monterrey VI se lleva una parte significativa de este recurso hídrico.

Uno de los riesgos más graves que destaca el Dr. Díaz Barriga es la posible salinización del suelo en la región. Esto podría afectar negativamente a los sistemas lacustres del norte de Veracruz, incluyendo la laguna de Pueblo Viejo, la laguna del Champayán en Tampico y otros cuerpos de agua. Además, la desembocadura del Tamesí, la Laguna de Chila y la zona del Tampaón en Ébano también estarían en peligro. Incluso la cuenca del río Valles, un importante afluente que desemboca en el golfo de México, podría verse afectada por la extracción de agua para Monterrey VI.

El experto subraya que Monterrey VI no puede autorizarse basándose en el estudio de impacto ambiental de 2012. En su lugar, se requiere un nuevo estudio que considere las condiciones actuales en la huasteca y garantice un suministro de agua constante, sin interrupciones.

El estudio sugería que se podrían extraer entre 5 y 15 metros cúbicos por segundo de agua del río Pánuco para abastecer a Monterrey. Esto es equivalente al consumo diario de la ciudad de San Luis Potosí. El Dr. Díaz Barriga enfatiza que esta cantidad de agua es alarmante, especialmente durante la temporada de estiaje. Si se redujera significativamente el flujo de agua hacia la huasteca, podría desencadenar protestas y conflictos en la región.

En última instancia, el experto advierte que Monterrey VI podría no ser una inversión sostenible ni beneficiosa para la población. A pesar de la percepción de escasez de agua en Monterrey, gran parte de este recurso está destinado a fines industriales en lugar de satisfacer las necesidades de la población local. El proyecto, en su mayoría financiado por inversores privados, podría enfrentar dificultades para atraer financiamiento debido a los riesgos ambientales y sociales planteados.

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