Sábado, 19 de Septiembre de 2015
CIUDAD VALLES, S.L.P.
DIRECTOR GENERAL.
SAMUEL ROA BOTELLO

La sociedad civil actuando

La sociedad civil actuando

Ejército se dedicó a labores de seguridad (evitar rapiña y disturbios) y no en ayudar a la población.

lasillarota.com| | Sábado, 19 de Septiembre de 2015| 10:09


Parece que tanto las sociedades como la personas tendemos a olvidar lo que nos causa daño o temor, en una forma como de negación de la realidad, eso es del pasado, no volverá a suceder,  le pasará a los demás pero a mi familia o persona no... Para 1980, el sismo del 1957 que afectó  a la ciudad de México, ya era parte de la historia "antigua", no volverá a pasarnos, y ni el gobierno, ni la sociedad civil nos preparamos para otro sismo, aun cuando sabemos que  a la Ciudad de México constantemente le llegan los efectos de los sismos de la costa del océano pacifico, principalmente los de los estados de Guerrero, Michoacán y Oaxaca.  Es parte de una negación social y psicológica.

En 1984 ocurrieron varias explosiones de pipas y tanques de gas en San Juan Ixhuatepec (San Juanico), causando cientos de muertes y grandes daños materiales,  todo por permitir construir colonias/asentamientos humanos regulares o irregulares en zonas de alto riesgo,   nunca a pasado nada porque  va a pasar ahora, no hay que ser pesimista, dicen las voces que permiten dichos asentamientos.

Todo parecía normal aquella madrugada del jueves 19 de septiembre de 1985.

Los trabajadores, estudiantes, servicios públicos se preparaban para un día "normal" como cualquier otro, a las 7:19, la ciudad se sacudiría por causa de un sismo sin precedentes como informaría el entonces regente Ramón Aguirre, fue evidente que ni el gobierno, ni los medios de comunicación, ni la población civil estaban preparados para un sismo de tal magnitud. Algunos como a un servidor nos tomó por sorpresa tomando clase en un aula en la Universidad, el maestro pedía calma cuando él mismo tenía problemas para mantenerse en pie.

Era un sismo muy largo y muy fuerte, algunas de las estructuras que conformaban los edificios donde tomábamos clase se golpeaban entre sí, haciendo mucho ruido y aumentando el temor de todos los que estábamos en las aulas.  Después de evaluar las instalaciones nos dejaron salir aproximadamente a las 8:15 de la mañana, una compañera decía que únicamente una de las antenas de Televisa se había caído. Hay que recordar que en 1985, no existían teléfonos celulares, programas de noticias por computadora, radios "Walkman", los teléfonos públicos eran de monedas y muchos estaban bloqueados, por la gran cantidad de personas que querían comunicarse con sus familiares o los servicios de emergencia.

No lo sabíamos pero la ciudad de México estaba incomunicada no sólo del resto de los estados, sino del mundo, su infraestructura básica de comunicaciones estaba afectada, no teníamos redundancia.  ¿Para qué?

Fue evidente que el Gobierno de la Ciudad de México y el Gobierno Federal no habían tomado las acciones necesarias en preparación para una crisis de tal naturaleza, la parálisis a todos los niveles de gobierno fue notoria por varias horas, sólo un reportero (Jacobo Zabludovksy) se dedicó a narrar lo que pasaba en la ciudad, con las limitaciones que tenía el teléfono de su automóvil, dispositivo poco usual y caro para cualquier reportero de calle.  Los servicios de emergencia se vieron rebasados, en su totalidad, ambulancias, policía, bomberos, hospitales. Algunos servicios de emergencia resultaron dañados por el sismo, como el Hospital General (col de los Doctores), Juárez (zona Centro). Lo que limitó la ayuda a la población.

Por unas horas la ciudad fue un caos, comparable a una zona de guerra,  la falta de planeación y coordinación entre las autoridades fue evidente ante lo que podemos decir fue catalogado como desastre,  lo que provocó que la población de manera altruista, voluntaria y solidaria se volcara a las calles a ayudar de la mejor manera posible y con las limitaciones de herramientas y conocimientos para ayudar a sus familiares, vecinos o simplemente a quien lo necesitara. Los daños fueron extensos dentro de la ciudad lo cual diluyó la ayuda oficial.   Algunas zonas muy afectadas, pero no limitadas a la colonia Roma, la Doctores, la Buenos Aires,  la Juárez, la Centro, la Guerrero, etcétera. La mayoría dentro del perímetro de la delegación Cuauhtémoc. 

El primer día, el Ejército se dedicó a labores de seguridad (evitar rapiña y disturbios) y no en ayuda a la población,  lo que provoco críticas dentro de los medios de comunicación y de la población en general.  Posteriormente la SEDENA anunciaría la aplicación del plan DN III (para ayuda a la población civil, en situación de desastres naturales).

Definiendo desastre como: la capacidad de respuesta del sistema es sobrepasada (en este caso el gobierno local y federal).

Es conocido ya por todos que las placas tectónicas liberan energía por el choque o fricción de las mismas y cada una tiene su ciclo. Es tan normal, como las lluvias, las estaciones del año, la tierra es un ente vivo, en constante transformación,  lo único constante en este mundo y la vida es el cambio. 

El área metropolitana de la ciudad de México, tiene que "convivir" con varios agentes perturbadores, como hidrometeorológicos, socio organizativos, geológicos, sanitarios, inundaciones, caída de cenizas, derrames de hidrocarburos,  influenza,  algunos con una mayor incidencia sobre la población que otros, sin embargo todos nos afectan.

¿Qué estamos haciendo como sociedad para contenerlos, mitigarlos o eliminarlos?  ¿Qué ayuda nos ofrecen los gobiernos locales?  ¿Qué ayuda nos ofrece el gobierno federal?

En el caso de los sismos está implícito un riesgo que pocas veces entendemos o podemos cuantificar, este agente perturbador no avisa como un huracán que se aproxima, sabemos que se dará por el cumplimiento de un ciclo, pero no la fecha, el día o la hora.  Esto mismo hace que este agente perturbador pueda ser más letal y destructivo, ya que nos confiamos. La mayoría de las construcciones del D.F y área metropolitana tienen más de 30 años y fueron construidas con reglamentos menos estrictos y si a esto le sumamos  la falta de mantenimiento y una falta de cultura social en protección civil, estamos buscando nuevamente un desastre.  Tener que recibir ayuda inmediata del extranjero, para contener la crisis del momento.

La población civil tendrá que integrarse sin conocimiento o preparación previa a la ayuda.

Cuántos sabemos que la LEY DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN CIVIL DEL DISTRITO FEDERAL se publicó en noviembre del 2014 y que entró en vigor al otro día de su promulgación, ¿la conocemos? ¿Qué difusión tiene por parte del gobierno del DF? Quiénes estamos aplicando la ley y teniendo nuestro programa de protección civil al día.

Hay que recordar que el símbolo de protección civil es un triángulo equilátero y cada una de las puntas representa a los actores que intervienen en un evento: Gobierno, Grupos Voluntarios (ONGS) y población en general.   La labor no es de un solo actor, es de los tres actores al mismo nivel.

Es de suma importancia que la población en general, tome conciencia de la magnitud que puede tener un sismo en la ciudad, considerando lo acontecido en 1985, investigar, estudiar, prepararse para otro sismo, pedir a las autoridades la preparación de brigadas que puedan intervenir realmente en una crisis y no limitarse a un simulacro una día al año, el cual en muchas ocasiones no se toma con la seriedad debida y se ve como una simple perdida de tiempo.

Hay que exigir a las autoridades la difusión de la ley ya la normatividad vigente. Que las instituciones, casas, albergues, guarderías, escuelas, condominios, donde habitan o conviven menores de edad, personas vulnerables o mayores cuenten con todas las brigadas, sistema de alerta sísmica: En síntesis, el cumplimiento de la normatividad vigente. Pasemos de las palabras a los hechos.

Las escuelas deberán de ser autosuficientes por lo menos un par de horas, mientras llega la ayuda externa, mientras se comunican para solicitar ayuda o la ayuda llega.  Debemos ser autosuficientes para contener la emergencia, en espera del personal capacitado.  Recordemos que posiblemente no exista el personal suficiente en la ciudad en las primeras horas después de ocurrido un sismo. ¿Cuánto tardarán en llegar las ambulancias, estarán todos los hospitales trabajando al 100% de su capacidad? ¿Tendrán todos los insumos disponibles?

Son preguntas que nadie puede contestar.

Es inevitable que la población ayude y se solidarice en una acción temporal mientras pasa la emergencia, llega ayuda de los estados y países amigos.  Nosotros somos un eslabón de esta cadena que ayudara a proteger y salvar vidas.  Es probable que estas acciones permitan que inclusive ayudemos a prevenir que alguno de nuestros familiares sufra alguna lesión o se salve de morir gracias a la prevención. 

La prevención debe ser vista como una forma de vida. Estar presente en nuestras vidas, en nuestros hogares, en las escuelas desde pre-primaria hasta universidades, oficinas, deportivos, centros de salud...

Tenemos que ir más allá de las palabras, los pósters, historietas o simulacros anuales y volver hechos reales nuestras intenciones de prevención y autoprotección cuando se presente lo inevitable,  volverá a temblar, al igual que llegan las estaciones del año.   Estamos en una zona donde llegan los efectos de los sismos hay que prepararse.

No podemos, ni debemos confiarnos que todo será resuelto en forma rápida y expedita por el gobierno de la ciudad, sería como pensar en el suicidio. Eso fue lo que pensamos hasta el 19 de septiembre de 1985, y algunas personas perdieron la vida esperando que llegara la ayuda en forma oportuna.  

Hagamos que la solidaridad del pueblo de México vuelva a ser un referente a nivel mundial ante un sismo, con responsabilidad, preparación. La población civil será la primera en estar en el sitio donde se requiera la ayuda.

Estamos a tiempo de conformar nuestras brigadas y poner a prueba los programas y protocolos.

Nos debemos convertir en actores sociales actuando bajo un mismo objetivo: rescatar, salvar y/o ayudar a nuestros familiares, amigos, vecinos, semejantes, sin importar su origen social, cultura o económico.

Nadie se encuentra exento de resultar afectado por un desastre, ya sea en su persona, sus bienes o su entorno.

 

Como reflexión:

 

¿ESTAMOS PREPARADOS COMO SOCIEDAD PARA OTRO SISMO DE 8.1° EN LA ESCALA DE RICHTER?

 

@topos 

 


emsavalles© 2006 - 2024 Todos los derechos reservados. Queda prohibida la publicación, retransmisión, edición y cualquier otro uso de los contenidos sin previa autorización.
Emsavalles Publicidad, Escontría, 216-A, Zona Centro, Ciudad Valles, S.L.P. Tel:481-382-33-27 y 481-381-72-86. emsavalles@hotmail.com. contabilidad@emsavalles.com
No. de Certificado de Reserva Otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2021-071615041800-203 04-2022-080212185100-30.