Se presentó en la 38ª Feria Nacional del Libro, el número 103 de la Revista Algarabía léeme y sabrás

Se presentó en la 38ª Feria Nacional del Libro, el número 103 de la Revista Algarabía léeme y sabrás

EMSAVALLES Noticias| San Luis Potosí, S.L.P.| Viernes, 19 de Abril de 2013| 16:21

Algarabía es una revista que tiene prácticamente 11 años de vida, empezó como un boletín sencillo de una empresa de servicios lingüísticos, fue creciendo, hasta convertirse en una revista de circulación nacional.

En entrevista, Francisco Masse, director editorial indicó que la revista tuvo un tiraje inicial de tres mil ejemplares, y detalló: "Poco a poco fue aceptada por un público limitado, después de boca en boca fue creciendo la fama, creciendo la plantilla, ampliamos el número de páginas, de temas, y hasta el día de hoy es una revista con alrededor de 70 mil ejemplares de circulación nacional, llega incluso a ciudades del sur de Estados Unidos, Centro y Sudamérica, a través de plataformas digitales llega a cualquier persona interesada que viva en cualquier parte del mundo".

Destacó: "Lo que intentamos hacer es alejarnos del estigma de la revista cultural, que normalmente se le vincula con una revista que es aburrida, densa, que habla de temas elevados e incomprensible para gente que no tiene una serie de conocimientos especializados y también alejarnos del bullicio y de la frivolidad de gran parte del mercado editorial mexicano, y en ese sentido nos situamos a las mitad de ellos, es decir, traer los grandes temas de la literatura, de la historia, de la filosofía, ciencia, las ideas, todo lo que complica la cultura entendido en el sentido más amplio como todo quehacer humano".

Mencionó que la revista Algarabía aborda temas de interés que vale la pena analizar, estudiar, traer a cuento, traer a los lectores recientes, contemporáneos, pero no en un tono pedante, denso, sino en un lenguaje llano, sencillo y muchas veces con un lenguaje ameno, divertido, que incluso puede estirar a la risa y a la carcajada.

Y expuso: "Queremos que la gente aprenda pero no tenemos esa pretensión tan elevada de convertirnos en educadores sino más bien que las personas a través de ciertos conocimientos, de ciertas preguntas, sobre todo apelando a la curiosidad de porqué suceden las cosas, de dónde vienen la cosas, que es eso de lo que le han hablado tanto, satisfacer esa curiosidad y que se pasen un buen rato leyendo, sobre todo que tenga una pausa en esta agitación del mundo y que disfrute la lectura".

Sobre cómo ha sido recibida la revista por parte del lector mexicano que está acostumbrado a leer otro tipo de lecturas, resaltó: "Hay una gran aportación del público lector mexicano, si vemos el gran universo de la población un porcentaje reducido es el que compra revistas y de ese porcentaje reducido es un porcentaje más reducido el que compra revistas de este corte llamémosle culturales, de divulgación, sin embargo siendo 120 millones de mexicanos con un porcentaje pequeño es más que suficiente para tener un público al cual podemos dirigir y hablarle, es un público que se ha denominado algarabíadicto".

Y continuó: "Porque realmente una vez que se enganchan lo hacen de una manera que nos sorprende y a veces nos preocupa porque la coleccionan, la citan, la guardan, la atesoran, tratar de tener todos los números, tratando de conseguir los números atrasados; hay algarabía normal, algarabía extra, algarabía de tópicos, el famosísimo chingonario con todos sus derivados, se convierten en un grupo de personas allegadas a lo que estamos haciendo día con día. En ese sentido la aceptación ha sido inmejorable".

En la edición de la 38 Feria Nacional del Libro se presentó el número 103 de la Revista Algarabía Rubias, Beatniks y tópers perdidos, a lo que el director editorial comentó: "El propio título nos da un idea de lo campechano, heterogéneo que pueden llegar a ser las temáticas, hay revistas especializadas en cultura que solamente hablan de literatura, escritores, historia o temas especializados, y nosotros hablamos de rubias es un tema totalmente de la cultura popular, desde el punto de vista antropológico, social, qué ha representado la rubia como icono a lo largo de la sociedad occidental antigua, intermedia, moderna, qué paso con los tintes. Por otro lado hablar de literatura, de una literatura que en su momento fue la gran contracultura estadounidense de los beat de los grandes puntales de esta corriente estilística, muy culta, transgresora de los valores de Estados Unidos en la época de los años cincuenta".

Y agregó: "También hablar de algo tan cotidiano, banal y que da la idea de quién puede escribir un artículo sobre los tópers, resulta que los tuperware en la cultura mexicana, en el quehacer diario, en la vida todo mundo termina con tapas perdidas que quién saben dónde quedan los tópers unos los pierde y no los vuelve a ver es como quien presta un libro o un disco, es una serie de condiciones e interacciones que se dan con estos artefactos de cuya aparición se habla de 1950 en el marco de una sociedad suburbana estadounidense, de liberación femenina, de la pos-guerra, de bonanza económica, como un objeto así se transforma a un suelo fértil como el de México".

Finalmente, Francisco Masse, director editorial de la Revista Algarabía, añadió: "Ese es el tipo de revista que tratamos de hacer, desde lo más culto a lo antropológico o de análisis y algo totalmente superfluo o banal de lo que prácticamente se atrevería hablar. Algarabía habla de lo que todos hablan pero escribe lo que nadie escribe. Esta revista se realiza en la ciudad de México y de ahí parte todo, y a través de las redes sociales, a través de internet, tratamos de llegar al mayor número de gente posible en México y en varios países de habla hispana".