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Chimalhuacán, el lugar para "enterrar" un homicidio

Chimalhuacán, el lugar para "enterrar" un homicidio

Tres meses tardaron en darse cuenta que el pequeño Esteban ya no estaba; su padrastro lo habría matado a golpes para luego enterrarlo en el patio de su casa

lasillarota.com| CHIMALHUACÁN, ESTADO DE MÉXICO| Jueves, 31 de Diciembre de 2015| 18:17


  • Desde los cuatro años Esteban Daniel padecía los malos tratos de sus padres. En 2013, su abuela acudió al DIF del municipio mexiquense de Tonatico a denunciar las agresiones, pero las autoridades nada pudieron hacer. Dos años después, sus restos fueron exhumados por agentes ministeriales y peritos estatales en Chimalhuacán, Estado de México.

    El menor habría sido asesinado a golpes y enterrado en el patio de su casa en el Barrio Labradores por su madre, Yesenia Anahí Olvera Trujillo, de 27 años, quien trabajaba como cajera y su padrastro, Juan Pablo Mendoza Jiménez, de 37 años,  que era guardia de seguridad en una fábrica.

    La familia había logrado refugiarse en Chimalhuacán once meses atrás, en un cuarto de apenas 15 metros cuadrados en donde dormían al ras del suelo en un viejo colchón, pagaban mil 300 pesos de renta al mes, y según cuentan los vecinos del Barrio, "no comadreaban con nadie", por lo que fue sencillo pasar desapercibidos.

    Esteban, de seis años, es recordado como "un niño educado y muy saludador", acudía al jardín de niños Telpochcalli, a unas calles de su casa.

    Bardomiano Fragoso Cruz, también conocido como Don Tereso, es el dueño del inmueble, en el que ya debían "como cinco mil pesos" de renta.

    "Le pregunté sobre el chamaquito, "se lo llevo mi mamá", me dijo, me volví a ir otros diez días, y le volví a preguntar, le dije "ya te fregaste, ya no te lo van a entregar, ese niño te podía servir creciendo, ahorita ya no te lo van a dar"", recuerda.

    Pero no fue el único que notó la ausencia de Esteba, pues bastaron tres meses para que la abuela materna, Ana María se percatara de que el pequeño había desaparecido.

    "El domingo ya presentían algo, según que iban a buscar cuarto, no decían ni en dónde trabajaban, ni de dónde eran, decían que andaban buscando cuarto, que por el centro, que habían visto una vecindad, eso me dijo elno quiero problemas

    jo el sean, y que andaban buscando cuarto, que por aqu señor", comenta Don Tereso, quien habita en el Barrio Labradores desde hace 40 años.

    La media noche del martes 15, una llamada de la abuela movilizó a elementos de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito de Chimalhuacán, quienes acudieron al domicilio de la familia para corroborar la denuncia.

    Yesenia y Juan Pablo fueron detenidos y presentados ante el Ministerio Público de Chimalhuacán, en donde la abuela materna exigió la presentación con vida del menor de quien aún se desconocía su paradero.

    Ante las autoridades ministeriales, los tutores del menor declararon que había fallecido a causa de una picadura de araña, más tarde, confesaron haber matado al infante a golpes; mientras los medios de comunicación se limitaron a decir que había sido asesinado "por no comer".

    "Empezaron a investigar que el niño y el niño, y de ahí no lo sacaron, "el niño se nos ahogó y está enterrado en el panteón de los Rosales", les dijo el padrastro a los judiciales y se lo llevaron. "A mí no me salgas con chingaderas, a mí dime la verdad", le dijeron al señor, luego, regresaron como a las 12 de la noche y ya les dijo "aquí está enterrado", después en la madrugada vinieron a escarbar y llegaron un chingo de patrullas", así lo recuerda el señor Ramiro, vecino del Barrio Labradores, dueño de un  negocio de materias primas, quien pudo ver la detención.

    Una vez sin vida, según las declaraciones ministeriales, el padrastro y la madre, decidieron enterrar al menor en el patio de la propiedad que rentaban. Los restos de Esteban Daniel se encontraban envueltos en una sábana, dentro de una fosa de aproximadamente un metro de profundidad en el patio de la vivienda ubicada en la calle de Amanqui, manzana 16, lote 4.

    "Todavía veo ese hoyo y no lo creo qué valor de la mamá y el señor también, qué valor de enterrar al niño, esos hijos de la chingada, si no querían al niño lo hubieran regalado", rememora Don Tereso.

    Para el miércoles 16, dos elementos de la policía municipal, al mando de Claudia Ivett Escalera Artesonado a bordo de la unidad 220; cuatro elementos de la CESC, a cargo de Salvador Rivero Ortiz; el titular del primer Turno del Ministerio Público Joel Martínez Acosta;  así como la perito María de Jesús Martínez García, a bordo de la unidad del SEMEFO placas AA302, arribaron al lugar. Se les ordenó el levantamiento y traslado de los restos al anfiteatro de la representación social.

    Sara Mendoza, hermana de Juan Pablo, no lo justifica y está consciente de que probablemente sea culpable, y bien sabe que ahora tendrá que "vivir con la vergüenza", sin embargo, lamenta ser tratada como delincuente por un delito que ella no cometió.

    "Él no tiene familia, no tenemos papá, no tenemos mamá, no se trata de que yo solape lo que hizo, pero hasta los presos tienen derechos, y yo sólo quiero verlo para saber qué necesita, pero voy y me dicen que qué quiero, que qué busco y me tratan como delincuente y mejor me entero por los medios que por las autoridades, y yo soy su hermana", dice, asegura no tener más información sobre su hermano, quien ahora es acusado de homicidio doloso.

    Hoy por hoy, Yesenia y Juan Pablo fueron trasladados al penal del Molino de las Flores, en el municipio de Texcoco, para ser enjuiciados con base en los elementos de prueba que aporte el mismo Ministerio Público por su presunta responsabilidad en el asesinato del menor bajo la carpeta de investigación 3325 800190 1852 15.

    "Pero que bueno que los agarraron, si nosotros lo hubiéramos hecho, nosotros sí los linchamos", dice y advierte Don Ramiro.

     
    Violencia infantil en números

    México se encuentra en los primeros lugares en violencia física, abuso sexual y homicidios de menores. Tan solo en 2014, se reportaron 39 mil 516 casos de abuso contra niños y niñas, 27 mil 675 fueron comprobados.

    En 2013, fueron 32 mil 652 denuncias y se comprobaron 18 mil 277 casos que se reportaron ante las Procuradurías de la Defensa del Menor y la Familia de los sistemas estatales del DIF.

    La principal forma de violencia contra los menores fue el abandono, seguido de agresiones físicas y sexuales, además de la explotación sexual comercial. Los estados con más denuncias fueron Aguascalientes, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Quintana Roo, Sinaloa y Yucatán.

    En tanto, de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en el primer trimestre de ese año, comparado con 2013, las acusaciones sobre abuso sexual de menores aumentó 73 por ciento, según datos recabados en 24 entidades.

    Asimismo, en 2013 la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el Departamento de Seguridad de Estados Unidos catalogaron a México como el primer lugar en distribución de pornografía infantil a nivel mundial.

    Dicho informe concluye que de 22 mil casos de maltrato infantil en los últimos años, sólo 5 mil 800 se presentaron ante el ministerio público.

     

    "Faltan políticas públicas"

     

    Es obligación del Estado generar las políticas públicas, designar presupuestos, hacer los arreglos necesarios a las leyes para que se pueda identificar, prevenir y atender a quienes han sido víctimas y garantizarles el acceso a la justicia.

    En entrevista con La Silla Rota, el dirigente de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), Juan Martín Pérez García, reconoció que aunque las familias son coadyuvantes para buscar la garantía de derechos, si la violencia no es contenida por las instituciones, ésta se va a reproducir.

    "La violencia armada que tenemos en este país desde hace años está teniendo expresiones desdobladas en la violencia familiar contra niñas y niños", dijo.

    Al respecto, el dirigente de esta organización no gubernamental alertó que estos casos son sólo un ejemplo de cómo "la violencia se está permeando y colocando en la vida cotidiana de las familias".

    "Cuando uno ve esa imagen se está viendo mucho de lo que hemos podido vivir en los últimos años: castigo, sanción, muertos envueltos en cinta canela, es decir, es una manera de mostrar cómo los códigos del narco, estos códigos de violencia extrema, se están permeando y colocando en la vida cotidiana de muchas familias y muchos hogares", agregó.

    Y detalló que si tenemos una violencia nacional estructural, con dificultades del Estado para poder contenerla, ésta va a empezar a tener impacto en la vida comunitaria, en las escuelas y en las familias.

    "El Estado mexicano está obligado a reconocer que el problema es de ellos, sus instituciones, el propio secretario de Educación está depositando la responsabilidad afuera y no va a poder hacer nada y esas omisiones van a significar nuevos y más casos" enfatizó.

     

     

    nm

     


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