Lo que el desalojo se llevó en Querétaro

Lo que el desalojo se llevó en Querétaro

Estos son los rostros de quienes dependían del comercio en la Alameda Hidalgo, en Querétaro

lasillarota.com| QUERÉTARO | Miércoles, 29 de Junio de 2016| 08:57

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Al llegar a la Alameda Hidalgo fue inevitable notar el rostro desencajado de su hijo de 24 años y observar la zona limpia del comercio,  donde no encontró el carrito donde aolía vender  ropa.

Con una bebé en brazos, Guadalupe Velázquez  relata que ese puesto daba sustento a sus tres hijos, los tres dependientes de ella: el mayor de 26 años,  quien a causa de un accidente perdió la vista; el segundo es el joven de 24 años quien padece síndrome de Down; y la más pequeña  que está por cumplir un año.

"Tengo un joven  discapacitado y un bebé, ¿de dónde se van a alimentar  hoy?, ¿qué vamos a hacer? Es una verdadera injusticia lo que están haciendo, ellos porque tienen un sueldo seguro, pero ¿nosotros? Uno es madre de familia  y tiene que sacar a los hijos adelante, nosotros los sacamos así limpiamente, porque si voy a un lugar a buscan empleo no me dan trabajo con mis hijos, o a una persona especial ¿con quién la dejo?".

La mujer recuerda con pesar el domingo 19 de junio: día en que la administración municipal de Querétaro ejecutó un operativo para que retiraran 358 carritos de comercio en La Alameda Hidalgo, en el Centro Histórico de la capital; participaron 325 personas de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), Policía Estatal (PoEs)  y de corporaciones municipales.

"No había ni siquiera un aviso para que sacáramos nuestra mercancía, nunca se nos dio una cita;  habíamos ido con  Marcos  Aguilar (presidente municipal) y nos dijo que trabajáramos sin ningún problema, que todo estaba bien porque nuestras licencias estaban pagadas hasta el 31 de  diciembre del 2016", dice Guadalupe.

 

 

Celia Padilla

Desde hace once años cinco mujeres dependían de la venta de comida en el carrito número dos, éste era su fuente de ingresos. Celia Padilla, hija de quien titulaba el negocio, afirma que cuentan con los permisos  municipales e incuso que habían pagado  una licencia anual para comerciar en esta zona de la capital.

"Dependemos cinco mujeres amas de casa, algunas jefas de familias, que dependen tan solo de un carrito de venta de comida, nos han dejado sin trabajo nada más de un carro, ahora imagínese de 300 y tanto carritos que había".

El día del desalojo, una llamada telefónica la alertó sobre la presencia de policías y granaderos en las inmediaciones de La Alameda, sobre la calle de Zaragoza.

"Nos hablaron por teléfono,  que había mucha policía y granaderos, se estaban llevando los carritos. Venimos y ya no estaba el de nosotros que era el número 2, pues con mercancía adentro.  Esto es la fuente de trabajo de muchas familias, que tomen en cuenta las autoridades esta situación que por lo menos hubieran avisado o hecho una reubicación, pero esto fue como un ladrón, nada (les notificaron)".

Maribel

Cada día a las 09:00 de la mañana llegaba hasta La Alameda, desde hace doce años ahí  trabajaba como vendedora de mochilas.  Maribel tiene 28 años, su sueldo representaba el principal ingreso de su casa, así lo era para su madre  y su hermana, de 55 y 15 años.

Apenas puede pronunciar palabras, su voz se entrecorta, extiende la manga de su sudadera y la llega a su rostro.   "Qué le puedo decir, trabajo encontramos, pero una ya  se había acostumbrado a convivir con la gente, hay que seguirle, ¿qué más?".

 

Griselda García

El día del operativo la zona de comercio permaneció acordonada con una cinta que alertaban de "No pasar escena del crimen", Griselda García coincide con la leyenda, afirma que se trató de un crimen.

La mujer exclama que días antes del desalojo había surtido nueva mercancía;  tenían altas expectativas de ventas porque el 19 de junio, el día que retiraron los comercios, se festejaba el Día del Padre.

"Hicieron todo a escondidas,  por debajo del agua. Y nosotros estamos confiando en una persona,  (...) Y si eso hace con la gente quiere decir que no tiene calidad humana (...) Bien puso su letrero ahí, de escena del crimen, esto es un crimen, porque está dejando a familias sin comer, nosotros somos cabezas de familia, personas de bien, personas estudiando en la universidad, con un título, rajándonos la madre por un peso cada día (...) somos gente luchona, trabajadora".

Más voces. María Modesta tiene 43 años, ella vendía cinturones y cartera, de las ganancias de su puesto dependían su hija y su nieta; junto a ella, María del Carmen Guillen, de 59 años,  comparte que sus dos hijos también  dependían de sus ingresos por venta de juguetes.

 

El precedente

El jueves 16 de junio, tres días antes del desalojo, comerciantes de La Alameda Hidalgo acusaron  un intento de desalojo  durante la madrugada de este día.

María Luisa, hija de comerciantes,  y  quien vendía lentes  en La Alameda, refirió aquél 16 de junio que hubo presencia policial durante la madrugada. Un efectivo les habría confirmado  la existencia de una orden de desalojo, pero ésta presuntamente ya no se cumplimentaría.



"Hubo una amenaza de desalojo, entre los compañeros nos empezamos a avisar y comenzamos a llegar, todos vinieron a cuidar su lugar de trabajo.  (...) ese día hubo muchísimas patrullas rodeando La Alameda, llegó un monstruo de patrulla estatal. Uno de los policías dijo que sí, que sí había una orden de desalojo, pero que ya no se llevaría a cabo, me imagino que por toda la gente que llegamos a defender nuestro espacio".

Ese mismo día el secretario de Gobierno del municipio de Querétaro, Manuel Velázquez Pegueros,  negó que hubiese un intento de desalojo e incluso declaró que se trató de información falsa.

"Sobre la versión difundida falsamente de que se realizaría el desalojo de los comerciantes ambulantes ubicados en esta zona (Alameda Hidalgo), afirmamos categóricamente que no tiene nada que ver con la realidad. El Municipio de Querétaro no realiza desalojos" expuso el secretario el 16 de junio.

Al día siguiente, el 17 de junio,  comerciantes e integrantes de la Unidad Cívica Felipe Carrillo Puerto  se manifestaron en el cruce de las avenidas Zaragoza y Corregidora,  en La Alameda,  tras referir que el líder de la unidad, Pablo González Loyola, había sido detenido.  A través de la Fiscalía General del estado  se confirmó la aprehensión, presuntamente por el delito de motín.



Tras la detención, la madrugada del 19 de junio se efectuó el operativo en el que participaron 325 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), Policía Estatal (PoEs) y de diversas corporaciones municipales.

 

La justificación

Ante el desplazamiento del comercio de la zona,  Manuel Velázquez  ofreció una rueda de prensa para confirmar el operativo y argumentar que la acción corresponde a la "recuperación del espacio público que es del municipio" y no a un "desalojo", dado que los carritos  habían sido otorgados por  la autoridad municipal.

Entonces se informó que la administración capitalina (que inició su gestión el primero de octubre de 2015) no renovó el convenio que gestiones pasadas habían signado con los comerciantes, convenio que -de acuerdo con documentación  expuesta por los comerciantes- el 14 de septiembre de 2011 signó Francisco Domínguez Servién, entonces alcalde de Querétaro y actual gobernador.

En aquel documento se refiere que "se compromete el ayuntamiento de Querétaro a respetar plena e íntegramente el ejercicio del comercio popular en el espacio físico habilitado hace doce años como andador comercial".

El acuerdo fijaba obligaciones y responsabilidades para ambas partes, tanto para el Ayuntamiento como para los comerciantes adscritos a la Unidad Cívica Felipe Carrillo Puerto.

El actual secretario de Gobierno explicó que a través del contrato se habían otorgado los espacios de comercio en comodato; de  igual modo argumentó que había irregularidades en la manera en que se operaba en el corredor comercial, como carritos clonados.

 "Este operativo fue necesario, toda vez que no se encontraban renovados estos contratos de comodato, no se respetaban los espacios que originalmente se les habían otorgado, de igual manera se ignoraba si contaban con las licencias de funcionamiento de comercio (...) Este tianguis ha sido denunciado por realizar actos contrarios a la ley  (...) Hoy recuperamos la legalidad y la posibilidad de que todos los habitantes de Querétaro puedan ocupar este espacio público" sostuvo.

También se expuso que el operativo se efectuó con base en el  Reglamento de comercio del municipio y el Reglamento para el desarrollo de actividades comerciales en la vía pública. De igual modo se argumentó que en la zona se realizaban actos contrarios a la ley.

Las acciones

De acuerdo con el secretario de Gobierno de la capital, hasta el viernes 24 de junio, habían devuelto la mercancía a alrededor de 80 comerciantes que acreditaron la propiedad de la misma. El resto deberá acudir directamente a la presidencia municipal para validar la legalidad de sus pertenencias.

En tanto que han sido reubicados temporalmente en alguna de las siete delegaciones, en espacios autorizados por el municipio; principalmente han solicitado un espacio en Epigmenio González y en Felipe Carrillo Puerto. A decir del secretario se analiza que pudiesen ser reubicados en tianguis y mercados.

glc