Semana del 21 de Octubre al 27 de Octubre de 2016

Un nuevo comienzo

Un nuevo comienzo

Rodolfo del Ángel del Ángel

Un hecho que me encanta de Dios es que él siempre está dispuesto a comenzar de Nuevo. Cuando creó al ser humano le dio libertad para elegir entre la obediencia y la desobediencia. El ser humano menospreció sus bendiciones y decidió tomar un camino de muerte. Todo podría haber concluido en ese momento, no obstante, Dios como ama a su criatura decidió rescatarla y comenzó de nuevo.

Cuando la humanidad, nuevamente, se corrompió y vino el justo juicio de Dios por medio de el diluvio, todo pudo haber concluido, pero, nuevamente, Dios quiso comenzar una nueva humanidad rescatando a Noé y a su familia.

Cuando Dios pudo, con todo derecho, olvidarse de nosotros, criaturas desagradecidas y orgullosas, dejándonos muertos en delitos y pecados nos dio vida con Cristo, recatándonos y trayéndonos a formar parte de su familia en la iglesia.

¿Cuántas veces en nuestro caminar cristiano hemos abandonado el camino de la obediencia, y Dios con su Espíritu nos ha traído de nuevo a la comunión con él y al deleite del andar en santidad?

Ciertamente Dios es bueno y paciente, y nosotros que le confesamos como nuestro Padre debiéramos aprender de su paciencia.

A veces nuestras relaciones interpersonales: De pareja, entre padres e hijos, de amistades, entre cristianos, etc., se ven terriblemente dañadas de tal manera que resulta difícil restaurarlas. No obstante, debiéramos estar dispuestos a empezar de nuevo, a creer, a comprometernos para que la situación que levantó un muro de separación, se supere y se resuelva. Esto requiere un gran compromiso además de la capacidad de valorar la importancia que tiene una relación. Lo difícil para nosotros no es el hecho de qué es lo que tiene que hacer la otra persona, lo cual no depende de nosotros, sino la parte de compromiso que legítimamente nos corresponde.

Si depende de ti, da el paso, busca la solución al conflicto, perdona, y abre las puertas del corazón. No hay duda que Dios quiere que seas una persona que está dispuesta a empezar de nuevo, a él le agrada esa actitud, pues él es un Dios y Padre que siempre ha estado dispuesto a empezar de nuevo contigo.