Semana del 16 de Marzo al 22 de Marzo de 2018

Siguiendo la verdad en amor

Siguiendo la verdad en amor

Rodolfo del Ángel del Ángel

La epístola a los Efesios es uno de los escritos doctrinales más profundos del Nuevo Testamento, pero es a la vez eminentemente práctico. Aborda temas como la elección eterna de los creyentes, de la gracia de Dios expresada en la obra redentora de Cristo, así como su efecto en la regeneración y la santificación de los creyentes, el poder reconciliador de Cristo para hacer de judíos y gentiles un sola familia. Refiere también como ha sido constituida la iglesia: su cabeza, su unidad, y su vocación divina. Por supuesto que hay más temas en esta epístola de manera admirable desarrollados en tan solo 6 capítulos, ciertamente un escrito breve, pero profundo en su contenido.

Dentro de esos énfasis destaca uno por su importancia: El tema del amor. El autor inspirado dobla sus rodillas ante el Padre a fin de que los creyentes puedan conocer las dimensiones inconmensurables de su amor (3:14-19); hay un llamado también a vivir en el amor como el andar característico de quienes reflejan el carácter del Padre y siguen los pasos señalados por la entrega de Cristo quien se dio a si mismo por nosotros en ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma (5:1-2)

En el capítulo 4, que describe la unidad y la naturaleza de la iglesia como el Cuerpo de Cristo, hay un llamado también a vivir un amor comprometido. La sección inicia describiendo la unidad trinitaria de la iglesia. Es una unidad en el vínculo del Espíritu, que procede de un mismo llamado del Padre, y la fe común que los cristianos confiesan en el bautismo. Refiere también la obra victoriosa de Cristo y su exaltación a la gloria. Por esa exaltación, su cuerpo, que es la iglesia, ha sido dotado de diversos oficios que tienen como objetivo capacitar a los creyentes para que todos lleven a cabo la obra del ministerio.

El propósito final que la iglesia persigue a través de su unidad y servicio mediante el ministerio de cada uno de sus miembros es responder al llamado divino de crecer hacia Cristo como el modelo perfecto de quienes han nacido de nuevo. La iglesia tiene la tarea de responder a ese llamado de tal forma que pueda expresar a Cristo de manera viviente a través de su vida y testimonio. ¿Cómo va a ser evidente y poderoso el testimonio de la iglesia al mundo? Lo va a ser en la medida que Cristo se presente vivo al mundo y su evangelio transforme vidas, e influya en comunidades, instituciones y en la sociedad en general. Para que la iglesia responda a este gran desafío hay una condición indispensable: Seguir la verdad en amor (4:15). Una iglesia celosa de la verdad pero desprovista de amor, se volverá superficial, legalista y condenatoria, encerrada en sí misma. La verdad sin amor es el origen de los fundamentalismos que se imponen a la fuerza, y exigen tener la razón en exclusiva y la gracia como propiedad. Una iglesia así, orgullosa, autosuficiente, tendrá mucho discurso, pero poco impacto, vivirá para justificar las verdades que predica.

Cuando la iglesia ama, exalta la unidad, lucha por la armonía, discierne la verdad con humildad, se deja transformar por el Espíritu y la Palabra, y lleva su mensaje al mundo como una Buena Nueva de reconciliación y de paz es una iglesia que camina con dos pies: Amor y verdad. Una iglesia así se torna presencia transformadora y cuerpo viviente del resucitado en el mundo.

Busquemos siempre la verdad en el amor. En otras palabras, que el amor sea tu verdad, y que cada verdad se viva con amor.