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Semana del 22 de Marzo al 28 de Marzo de 2019

El detrás de la Guardia Nacional

El detrás de la Guardia Nacional

Juan Veledíaz



Está inspirada en los Carabinieri italianos y la Gendarmería francesa. Se le añade también una idea que llevaría a la Policía Naval en un futuro a convertirse en un símil de la Guardia Costera estadounidense. Sus debilidades saltan a la vista de los especialistas, sus unidades más allá de la incorporación de la tecnología, son similares a cualquier batallón de infantería con el añadido que tendrá sargentos “especialistas” en diversas áreas vinculadas a la labor policial. Su operatividad se vislumbra lenta, torpe, sin la flexibilidad que requiere toda actuación policial.

La idea fluctuó entre las funciones operativas y marco legal de la Gendarmería francesa y los Carabinieri italianos. Se trataba de crear un cuerpo de formación militar, con despliegue a nivel nacional, con facultades de investigación de cualquier tipo de delitos y una férrea disciplina como base del espíritu de cuerpo. Dentro de sus tareas sumaría a sus campos de acción los litorales, con una idea desde su concepción parecida a la Guardia Costera estadounidense.

Al menos en el papel así fue como se concibió el sexenio pasado la creación de la Guardia Nacional, aprobada la semana pasada y cuya ruta ahora se enfila a la expedición de su ley y reglamento para que sea una realidad en todo el país.

Porque cualquier cuerpo con origen militar pero dedicado a actividades policiales es una Gendarmería, dice una fuente militar que participó en el proyecto y que pidió no ser citado por nombre y apellido.

Entre los asesores extranjeros que participaron para la creación de la Guardia Nacional estuvieron Raymond Lafont, oficial de la Gendarmería francesa, quien invitó a la secretaria de la Defensa Nacional para que enviara oficiales del ejército a recibir capacitación sobre cómo funciona este cuerpo en Francia, señala.

También estuvo Stefano Carella, agregado del Cuerpo de Carabinieri en la Embajada de Italia en México, quien invitó también a varios militares quienes hoy día son los que han diseñado la estructura operativa de lo que será la Guardia Nacional.

Con antelación varios especialistas habían señalado que la Guardia Nacional tendría un modelo muy parecido al de los Carabinieri. En Italia son una rama del ejército, como sucederá aquí, y suelen ser los primeros en atender cualquier delito. Su presencia por toda la península, con cuarteles en cada ciudad, les da esa proximidad social que busca la Guardia Nacional, donde los ciudadanos pueden acudir a presentar denuncias o solicitar apoyo cuando se es víctima de algún delito.

El fallido experimento del sexenio pasado con Enrique Peña Nieto de la Gendarmería dejó varias lecciones. Quizá la mas importante, de acuerdo a oficiales de la Policía Federal que participaron en su creación, fue que recibieron capacitación de los Carabinieri en protocolos para la prevención e investigación de delitos relacionados con el patrimonio cultural.

Sobre todo, porque entre 2013 y 2018, el delito que más impactó fuera de los que afectan a las personas en su integridad y patrimonio, fue el robo de obras de arte colonial, tesoros artísticos que desaparecieron de templos coloniales en estados del centro del país como Puebla, Guanajuato y Estado de México.

Los integrantes de la Gendarmería, que se prevé pasen a formar parte de la Guardia Nacional, también fueron capacitados en estrategias de proximidad social, custodia e investigación de ciclos productivos y prevención de delitos ambientales. Que fue a donde se les canalizó.

Los delitos ambientales son los que han colocado también en la mira internacional al país. Los más señalados son los que se cometen en el alto Golfo de California con la pesca furtiva de la Totoaba, que ha mermado la población de la Vaquita marina, un tema que ha disparado todas las alertas ambientales ante lo que se prevé sea su extinción.

También fueron capacitados en la protección de las zonas boscosas, que en este caso se focaliza en el santuario de la mariposa monarca. Punto y aparte el entrenamiento para ubicar y combatir el tráfico de maderas preciosas en la zona selvática de Campeche y Tabasco que colinda con Guatemala. En esta región se ha detectado que operan bandas transnacionales que envían este tipo de productos a Europa de forma clandestina por Puerto Progreso, Yucatán.

Todos estos tópicos están dentro del mapa de riesgos a los que se enfocaron los integrantes de la fallida Gendarmería y que ahora será traspasado a la Guardia Nacional.

Una mala copia

Cada uno de los 85 batallones que se contempla tenga en su inicio de la Guardia Nacional, son iguales en su concepción y organización a cualquier batallón de infantería. El armamento, las municiones, el equipo es el mismo, no tiene nada que ver con la Gendarmería francesa y se nota que no existe un trabajo de fondo, dice a este Blog el teniente coronel Eduardo Navarrete Montes, un oficial de infantería con diversos cursos en el extranjero entre los que destacan el de Gendarmería en Francia, el Ranger en Fort Benning, Georgia.

Un batallón de infantería tiene 599 efectivos, y los de la Guardia Nacional tendrán 590, esta organización no reúne las cualidades y principios de una corporación con formación policial, señala este oficial que cursó la licenciatura en seguridad pública y en derecho, además de realizar en la actualidad una maestría en amparo.

Navarrete, quien mantiene un litigio contra la secretaría de la Defensa Nacional para que se le restituyan sus derechos militares, dice que la Guardia Nacional fue trazada desde un escritorio, sin conocimiento de las necesidades ni una idea de empleo, de cómo se van a utilizar ya que se sigue la misma cadena de mando, rígida, sin flexibilidad como lo requiere una tarea policial.

Las pequeñas unidades tipo pelotón, no tienen decisión autónoma, necesitan de la cadena de mando. Un batallón de lo que será la Guardia Nacional tendrá los mismos principios que uno de infantería y esto en una organización policial no aplica.

Al analizar los documentos publicados en exclusiva por este Blog (Así serán los batallones de la Guardia Nacional https://www.estadomayor.mx/88548) bajo la firma del reportero Jorge Medellín, el teniente coronel señala que este tipo de unidades no tendrían por qué llamarse batallón, ni compañías, al designarse así lo que revelan es que tendrán una orgánica rígida, cuadrada, no apta para la operación policial.

“Vemos por lo que se publicó que es un batallón con un equipo especial extra, dotado de equipo típico de los policías en algunas de sus partes, el batallón sigue armado como uno de infantería, con un fusil, sus equipamientos. La policía tiene que ser flexible, no se mueve así, se mueve por grupos. El problema con los militares de policías es que son visibles, arman convoyes, como una culebra, van juntos, concentrados, están ubicados, el delincuente los tiene monitoreados, son fáciles de ubicar por esa culebra, no los puedes dejar así”.

Las dudas que surgen a un especialista con la formación en diferentes escuelas militares como Navarrete, le dan pautas para señalar que los sargentos que se considera emplear como punta de lanza para la investigación de delitos, tendrán serias deficiencias en su formación. Sobre todo, porque las escuelas de clases, donde se forman los sargentos, no los educan en seis meses, y su nivel no es de licenciatura.

“Si se reclutan civiles, ¿cómo se formarán como sargento?”, pregunta.

Navarrete como otros especialistas, dicen tener más dudas que certezas sobre cómo funcionará y si logrará sus primeros objetivos la Guardia Nacional.

twitter. @velediaz424
sitio web. estadomayor.mx

 


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