Semana del 01 de Septiembre al 07 de Septiembre de 2023

La voluntad de Dios

La voluntad de Dios

Rodolfo del Ángel del Ángel

El apóstol Pablo nos dice que la voluntad de Dios es agradable y perfecta (Romanos 12:2) Este es uno de los pasajes que citamos frecuentemente para afirmar que lo que Dios quiere para nuestra vida es siempre grato, en realidad, este es un entendimiento muy limitado de la verdad.

Como cristianos reformados afirmamos que la Biblia es inspirada divinamente, pero lo que perdemos de vista es que nuestras interpretaciones de lo que la Biblia dice no son infalibles, con frecuencia citamos los textos de la Escritura para justificar nuestras creencias, sin asegurarnos antes de haber leído atentamente, tratando de comprender realmente lo que nos dice el Señor. Una regla fundamental de la interpretación bíblica es cuestionar nuestra propia interpretación.

Así es que ser bíblico no solo se trata de citar las Escrituras utilizando textos desconectados de su contexto. Ciertamente la voluntad de Dios es agradable y perfecta, y esto no necesariamente significa que obedecer tal voluntad sea siempre grato. En realidad, la voluntad de Dios puede llegar a ser costosa. Solo basta ver la vida de nuestro Señor Jesucristo. La voluntad del Padre para él fue la cruz. Al hablar de la voluntad de Dios debemos establecer la diferencia entre la sabiduría práctica para la vida en la cual en todos nuestros asuntos procuramos pensar, actuar y decidir congruentemente con la sabiduría divina de la Escritura y una postura radical ante la vida que nos exige asumir el costo de colocarnos decididamente del lado de lo que Dios exige.

Lo que el apóstol Pablo nos dice aquí en su epístola a los Romanos parece contradecir, incluso, el orden como discernimos lo que Dios exige de nuestra vida. En términos generales oramos, leemos la Palabra y pedimos a Dios dirección para nuestra vida, es así como tratamos de entender la voluntad de Dios. Lo que Pablo nos propone aquí es totalmente revolucionario: "No adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto". (Romanos 12:2) Cuando se refiere a las costumbres de este mundo Pablo está hablando del estilo de vida de aquello que no honran a Dios, sino que están dirigidos por los impulsos de un corazón no regenerado.

Contrariamente, el estilo de vida cristiano está marcado por dos polos: por un lado, no adaptarse, no conformarse, no tomar la forma del mundo caído; por otra parte, transformarse de manera constante renovando la mente para que esta esté iluminada, dirigida, impulsada por los principios que deben regir a quienes se confiesan cristianos. Será, entonces, que la voluntad de Dios se hará evidente en nuestro andar cristiano y comprobaremos así que es agradable y perfecta. En ese vivir cristiano se hará evidente la diferencia entre aquellos que han sido regenerados por el poder del Espíritu de Dios y quienes siguen los impulsos de su naturaleza pecaminosa.

Por supuesto que ir contracorriente en un mundo caído tendrá un precio, pero al verificar la voluntad de Dios en nuestra vida experimentaremos el poder de la vida resucitada de Jesús estableciendo una presencia transformadora que hace diferencia en un mundo extraviado. La voluntad de Dios es agradable y perfecta no porque nos libre de contradicciones, ciertamente su voluntad es ya una contradicción en el mundo, sino porque es el sendero que conduce a la plenitud de vida en Cristo y al cumplimiento del reino de Dios que ha venido y vendrá.