Semana del 23 de Febrero al 29 de Febrero de 2024

La Paternidad

La Paternidad

Héctor de Luna Espinosa

Hoy vamos a explorar un tema profundamente significativo y relevante en la vida de muchas personas: la paternidad. La Biblia nos ofrece valiosas lecciones y guías sobre lo que significa ser un padre y cómo podemos honrar y vivir este papel de manera correcta conforme a los principios divinos.

La paternidad es un regalo de Dios, pero también es un llamado importante. En Efesios 6, versículo 4, se nos instruye: "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor". Este versículo nos muestra que ser padre implica una gran responsabilidad, no solo en la provisión y cuidado físico de los hijos, sino también en su formación espiritual y emocional.

Uno de los ejemplos más destacados de paternidad en la Biblia es el relato del hijo pródigo en Lucas 15, desde el versículo 11 hasta el 32. El padre en esta parábola representa la imagen de Dios como un padre amoroso y misericordioso que espera ansiosamente el regreso de su hijo. La historia enfatiza el perdón y la gracia que un padre debe ofrecer, incluso en momentos de dificultad y rebelión.

La Biblia también nos enseña a educar a nuestros hijos en el camino del Señor. Proverbios 22, versículo 6, declara: "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo, no se apartará de él". Esto significa que los padres tienen la responsabilidad de modelar una vida de fe y valores cristianos, proporcionando una base sólida para sus hijos.

La paternidad también se destaca en la relación entre Dios y sus hijos. En Romanos 8, versículos 15 y 16, leemos: "No habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos, '¡Abba, Padre!' El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios". Esta relación íntima entre Dios y nosotros como sus hijos nos muestra la importancia de la paternidad espiritual.

Muchas veces no hemos tenido la imagen correcta de un padre. Tal vez un padre ausente, un padre violento u otras razones han causado que la imagen esté distorsionada, y eso nos estorba para relacionarnos con nuestro Padre celestial, quien es un padre amoroso, padre de misericordias y Dios de toda consolación, como lo describe la segunda carta a los corintios que nos dice: "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación".

El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Es decir, nuestro Padre de misericordia y toda consolación nos consuela en todas nuestras tribulaciones, y eso nos capacita para que nosotros podamos hacer lo mismo. Él nos muestra cómo debe ser un padre modelo, luego nosotros podremos dar ejemplo a los demás, incluyendo a nuestros hijos de Dios.

Debemos tomar la figura correcta que los que somos padres debemos mostrar a nuestros hijos: proveedores, protectores, consejeros, consoladores, dando siempre ejemplo de servicio y amor. La paternidad es un viaje lleno de desafíos y alegrías. En 3 Juan, capítulo 1, versículo 4, encontramos estas palabras: "No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad". Los padres a menudo experimentan una gran satisfacción cuando ven que sus hijos crecen en la fe y en el amor por Dios.