Semana del 17 de Abril al 23 de Abril 2015

Disfruta el sol y bloquea el daño

Disfruta el sol y bloquea el daño

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Es verdad que tomar el sol puede traer beneficios a nuestra salud como es la producción de vitamina D, esencial para el mantenimiento de huesos fuertes y sanos. Sin embargo, para que el astro rey nos beneficie, debemos tomar las debidas precauciones.

La mayoría de las personas relaciona la playa y la alberca con la necesidad de aplicarse un bloqueador solar para protegerse de los rayos ultravioleta que emite el sol, sin tomar en cuenta que el sol nunca se “apaga”, es decir, que a pesar de estar en un clima frío, un día nublado, en la nieve o en la ciudad, el peligro por el daño que estos rayos provocan en la piel continua, por eso es fundamental hacer del uso del bloqueador solar un hábito que puede llegar a salvarnos la vida.

¿Qué es un bloqueador solar?

Son cremas, geles o sprays cuya composición química evita daños en la estructura de la piel por la exposición al sol, ya que actúan como escudo sobre la parte del cuerpo donde se aplican, reflectando los rayos ultravioleta.

Su uso correcto garantiza la disminución de problemas estéticos y de salud tales como aparición de manchas y arrugas y en casos extremos, el cáncer de piel.

¿Qué son rayos ultravioleta?

Son las radiaciones emitidas por el sol.

Existen tres tipos de rayos ultravioleta: A (UVA), B (UVB), y C (UVC). Los del tipo C no son dañinos pues son desviados directamente por la capa de ozono, al contrario de los B que afectan solamente la capa externa de la piel y los A, que son los más dañinos pues penetran en las capas internas, generando envejecimiento prematuro y que incluso, provocan cáncer cutáneo.

Estos rayos UVA son constantes durante el día y su intensidad no varía con el clima ni con las estaciones del año.

Cómo elegir un bloqueador solar

Un bloqueador solar debe reunir ciertas características como:

- Buena capacidad de defensa de las radiaciones ultravioletas.

- Resistencia al sudor y al agua.

- No ser irritante.

También es muy importante observar el factor de protector solar (FPS) que tienen, el cual va desde 6, la cual es muy baja y poco recomendable, hasta 125.

En situaciones extremas, es decir, fuera de la ciudad, con poca ropa, o bien, en la nieve, se debe usar un FPS de 50 a 125 dependiendo el tipo de piel. En cambio, si se está en la ciudad, un FPS de 30 será más que suficiente, siempre y cuando las labores que se desempeñen no sean todo el día a la intemperie.

En el caso de los bebés y niños pequeños es recomendable utilizar un FPS de 100 o más, siempre.

Para elegir el grado de protección, debemos observar cuánto tarda nuestra piel en cambiar de coloración. Esto depende en gran medida del tono natural de nuestra piel, que puede ir desde muy blanco, pasando por tonos trigueños hasta muy morenos. Dichos tonos oscuros contienen más melanina que es lo que da la pigmentación a la piel, aunque no por eso se debe dejar a un lado el bloqueador. Mientras más clara la piel, el factor de protector solar debe ser más alto.

¿En qué partes del cuerpo aplicarlo?

En todas aquellas que estén expuestas a los rayos del sol, principalmente en cara, cuello, brazos y manos.

Al referirnos a la cara, estamos abarcando todo, incluyendo labios y párpados.

Existen diversas presentaciones para tipos de piel e incluso para la cara y los labios, con color, transparentes o blancos, por lo que no hay pretexto para no utilizarlos como pre base del maquillaje.

Al estar de vacaciones, se recomienda aplicar el protector 30 minutos antes de exponerse al sol y repetir la aplicación al salir de la alberca o cada dos horas en caso de permanecer secos.

Diversos estudios clínicos aseguran que utilizar un bloqueador solar con un FPS de por lo menos 15, durante los primeros 18 años de vida, puede reducir hasta en un 78% el padecimiento de cáncer cutáneo.

Ahora que ya sabemos la importancia de los bloqueadores solares, valdría la pena agregarlo a nuestra lista del súper como un infaltable en el hogar.