Alfredo Lara Ãlvarez
la defensa del acusado, o presunto culpable, utilizó un recurso en el que señala que al momento de ser detenido, no le fueron leÃdos sus derechos, y que además, señala que fue torturado para ser obtenida su confesión.
Con eco a nivel nacional, pues no era para más, la alarmante historia propia de un guion de pelÃcula de terror, el caso de los asesinatos de varias niñas a manos del mismo hombre, retomaba fuerza el mes de Julio del año 2014, cuando el detenido por el asesinato de su entonces pareja sentimental, Filiberto Hernández MartÃnez, era informado de su segunda orden de aprehensión en su contra por el caso de otra de sus vÃctimas, que al ser detenido e interrogado, habrÃa confesado la violación y muerte de al menos 5 féminas.
La historia ha retomado un nuevo y no solo controversial, sino lastimero giro para los familiares de las vÃctimas, pues fue anunciada la decisión del llamado tribunal de alzada, de determinar el auto de formal libertad al que fuera el asesino confeso, esto, según la autoridad, a raÃz de los procedimientos que iniciara la defensa del acusado y en la que se justifica el hecho de que los elementos quienes lo detuvieron en ese momento, no le leyeron sus derechos, además de la supuesta tortura para lograr la confesión, lo que se añade a las propias palabras del acusado, sobre que "estaba siendo utilizado de chivo expiatorio por la ineficiencia de las autoridades".
EL HOMICIDA Y EL RECUENTO
Filiberto Hernández MartÃnez, quien fuera militar con el grado de subteniente, se habÃa establecido en el municipio de TamuÃn en donde daba clases de zumba, y de acuerdo a algunos vecinos, de catecismo, pues a una de sus vÃctimas le ayuda con dicha labor.
Las vÃctimas
+ Rosa M. de 15 años, desapareció el 15 de octubre del 2010, solo encontraron el cráneo y restos de su cabello, las autoridades acusaron a su madre de haberla asesinado.
+ Itzel R. de 11 años, desapareció el 24 de enero del 2013, su cuerpo fue hallado en los cañaverales que señaló Filiberto en su confesión, ella tomaba clases de catecismo con Filiberto.
+ Dulce R. desapareció el 14 de abril del 2014, tenÃa 9 años, Filiberto confesó que tras matarla dobló su cuerpo y lo metió en una caja de cartón, lo llevó en su camioneta a tirar al cañaveral, la sangre que derramó quedó como evidencia.
+ Eliehoenai C., desapareció el 6 de mayo de 2014, tenÃa 32 años, pesaba 54 kilogramos y media 1.54 mts., Filiberto dijo que la confundió con una niña, la secuestro al salir de su trabajo.
+ Adriana, 13 años, hija de Sandra Campuzano
Las investigaciones en dichas desapariciones, como suele suceder, no rendÃan demasiados frutos, por lo que fue necesario que la familia de algunas de las vÃctimas participaran en las investigaciones con las limitadas posibilidades, resultando en un video de vigilancia, que el cuñado de una de las mujeres asesinadas, Eliehoenai, solicitó en la maquiladora donde trabajaba ésta, dando un gran avance al caso, para deducir que el secuestro y la violación de ella, habrÃa sido por parte del ex militar, lo que comenzó una serie de investigaciones, pues ante su detención, confesó la muerte de otras 4 vÃctimas más, todas ellas, menores de edad.
A pesar de haber confesado dichos crÃmenes con lujo de detalle durante su arresto el 4 de Julio del 2014, 4 dÃas después, Filiberto Hernández declaraba haber sido utilizado como chivo expiatorio por la ineficacia de las autoridades, y aseguraba con sus propias palabras, "principalmente amo la vida y la respeto", "porque soy un hijo de Dios, a pesar de eso sigo siendo humano y no soy monedita de oro para caerle bien a todos".
¿AUTORIDAD OLVIDADIZA?
Las madres de las niñas y de la joven asesinadas, entregaron una carta poder al Centro de Atención a VÃctimas en San Luis PotosÃ, para que aportaran todas las pruebas contra el asesino confeso, sin embargo, luego de algunos meses, la autoridad les notificó que Filiberto fue absuelto de un crimen, el asesinato de Adriana el 11 de diciembre de 2015, pero al parecer, a nadie se le ocurrió que a su mamá le debÃan haber notificado esta sentencia, sino que el 1 de septiembre pasado se enteró cuando acudió al Juzgado Primero en Ciudad Valles a preguntar por los avances del caso, lo que angustió obviamente a las madres del resto de las vÃctimas, pues temen la posible liberación de Filiberto, basada en la supuesta violación de su proceso.
EL CLAMOR DE UNA MADRE Y LA VERSIÃN DEL OMBUDSMAN POTOSINO
Gloria Castillo Torres, madre de una de las vÃctimas, manifiesta su preocupación ante la absolución del acusado de uno de los crÃmenes y se dice, al igual que las familias de las demás vÃctimas, decepcionados de las autoridades, pues al parecer, "nos dijeron que nos iban a dar todo el apoyo que sea necesario", toda vez que el suceso ha sido sin duda trascendental en la Huasteca, el estado e incluso repercutió a nivel nacional. Al parecer dicen tener hasta ahora el apoyo de Derechos Humanos y continuarán buscando la manera de que no se le libere y que se le sigan reuniendo las pruebas de que él fue quien mato a las niñas, confiando en que dichos crÃmenes no quedarán impunes.
A pesar de su insistencia no se ha visto mucho la ayuda de las autoridades de otro orden, toda vez que solo al principio les ofrecieron apoyo psicológico y legal, pero no los volvieron a ver, por lo que emitió un mensaje a la autoridad: " que nos apoyen de lleno porque no fue matar a un animalito, fue matar a unas niñas, a unas inocentes y pues ahora sà que la familia, las familias de todas esas niñas, de la joven púes si estamos algo asustadas, algo temerosas, porque la justicia, las autoridades no están trabajando como deberÃan de trabajar con este tipo y si le pido al Gobernador, al poder judicial, a todas las autoridades que pues nos ayuden, para que muestren y saquen toda la basura que esta persona dejó y que se haga justicia por lo legal y no por cosas que él dice que sucedieron, cuando en realidad él mismo fue el que aportó una declaración y condujo a las autoridades a donde estaban los cuerpos, de no haber sido por eso a lo mejor nosotros no hubiéramos encontrado a nuestra hija, mi hija después de un año 5 meses de desaparecida y buscándola nosotros incasablemente, si él no hubiera declarado eso nosotros no la hibiernos encontrado igual a las otras niñas y a la joven, entonces pedimos justicia y pedimos a las autoridades, al señor Gobernador que nos ayuden por favor".
Jorge Vega Arroyo, Presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, reconoció su preocupación por dicho caso, y puntualizó que siempre se dijo que la Comisión Estatal de Derechos Humanos defendÃa delincuentes, y no es asÃ, sino que se advirtió del cuidado del debido proceso porque se "va a dejar de hacer justicia", y no se debe de tomar la justicia por sus propias manos, pues genera impunidad, como en este asunto, resaltando también que nos encontramos en el nuevo Sistema de Justicia Penal, pero que es lo único que tenemos nuevo, es decir, se tiene un nuevo Sistema de Justicia, se tienen los mismos policÃas, los mismos operadores del sistema, pero las viejas prácticas y eso es lo que debemos de erradicar, advirtiendo que en este asunto el juez de primera instancia sà dictó una sentencia condenatoria y el tribunal señaló que hubo errores al principio del procesamiento, al inicio de la investigación, lo que se está pagando caro.
Celebró la iniciativa del Procurador de Justicia en el Estado, de que cuando existan errores como el de este tipo, existan más graves sanciones en contra de los funcionarios que las cometan.
El propio Subprocurador de Justicia en la Huasteca Norte, detalló que la defensa del acusado, o presunto culpable, utilizó un recurso en el que señala que al momento de ser detenido, no le fueron leÃdos sus derechos, y que además, señala que fue torturado para ser obtenida su confesión, esto, ya es investigado por la misma autoridad y la Comisión de los Derechos Humanos, sin embargo, cabe destacar que además de la confesión, el sujeto dio detalles de los homicidios y señaló a la autoridad el lugar en donde habrÃa arrojado los cuerpos, aunado a las pruebas presentadas ante la autoridad, como la grabación de una cámara de seguridad en el exterior de la empresa donde laboraba la vÃctima de 32 años, a quien secuestrara a su hora de salida.
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