Leonel Serrato Sánchez
A dos años de su anuncio por el Gobernador Juan Manuel Carreras López, en su toma de posesión, el Sistema Estatal Anticorrupción no tiene todavÃa facultades porque no está ni el reglamento, vaya si el Fiscal General, el maestro Federico Herrera no tiene tampoco marco normativo imagÃnense; nada más tienen el nombre, que fue lo único que le dieron, que ahora ya no se llama Procurador.
Pero como queremos hacer un borrón y cuenta nueva, como quisieron los Gallardo en Interapas, el tema es cambiarle de nombre, pero no tienen marco normativo aún, no han sido lanzados los reglamentos, las leyes orgánicas internas tampoco.
El Fiscal Electoral va a ser un ex presidente del Ceepac, que no Juan Dibildox, no damos para tanto, no tenemos ese nivel para andar sacando de sus buenas y nobles actividades a don Juan, y además no creo que aceptarÃa, insisto, no están contratando fiscales, están contratando a Batman y Robin, a Thor o a Iron Man, sabrá Dios qué quieren que hagan esas pobres personas que van a resultar nombradas, sin un marco jurÃdico eficaz, ni tampoco policÃas confiables, ni investigadores confiables, ni sistemas de enjuiciamiento criminal confiable, me parece que de verdad está condenado al fracaso ese sistema.
Entiendo que el Gobernador, cuando fue su primer acto de gobierno, quiso dar una señal al ser enfático en decir que combatirÃa la corrupción, bueno sobra decir lo siguiente: no ha habido un sexenio gubernamental en el que haya salido y brotado más corrupción que en éste, más que con Toranzo, más que con su alteza serenÃsima de Marcelo, más que con Leopoldino Ortiz Santos, ¿por qué?, van a decir que porque ahora se sabe y antes no se sabÃa, âhaiga sido como haiga sidoâ, dijera nuestro margaritoso clástico, el asunto está en que es en este gobierno donde más casos de franca pero descarada corrupción han surgido.
Miren la ecuación corrupta, que destruyó toda una institución como la AuditorÃa Superior del Estado, y digo la destruyó porque créanme, está carente de toda credibilidad, quién le va a creer a doña RocÃo, por mucho que doña RocÃo sea una persona decente, nadie absolutamente, yo le tengo mucho respeto a la recién nombrada Auditora, no en función de ella porque ni la conozca sino en función de su señor padre que es un hombre decente, entonces yo digo pues algo habrá aprendido en casa doña RocÃo, es hija de don Pedro Cervantes, un periodista de gran renombre, miren con uno por ciento de lo que es don Pedro que le haya aprendido RocÃo, con eso tenemos suficiente, es un beneficio de la duda, pero no asà su nombramiento tan desaseado.
Y el punto está en que esas cuestiones no van a avanzar en ese término, la ecuación corrupta también destruyó la credibilidad de muchos diputados, del Poder Legislativo, no se van a recuperar nunca, nunca se les va a quitar el mote de asamblea de vagos y de vagas, ese es el punto, que no hay herramientas y que la voluntad sola de Juan Manuel y de la nueva Fiscal Anticorrupción no bastan, no va a ser suficiente, va a seguir brotando pues, vamos a levantar una piedra y de ahà va a salir un polÃtico corrupto, hinchado de robar dinero público.
Y es que no es lo mismo andar corriendo en el Tantocob, que andar tomando decisiones de estado. Reto a una carrera de toma de decisiones al Gobernador Juan Manuel Carreras, no de correr, porque yo no tengo condición fÃsica y hasta fumo, no, a una carrera de campo traviesa no le entro, pero sà a una carrera de toma de decisiones públicas que permitan la paz social, que permitan que no baleen helicópteros de la SecretarÃa de Seguridad Pública por ejemplo, espero que acepte el reto de que tome decisiones para mantenernos seguros, para mantenernos en paz, no solamente de empleos y de armadoras de autos vive una sociedad, entiendo que es un deportista, y los deportistas por lo menos tienen salud mental, si no creo que el Gobernador finja la sonrisa, es un hombre de bien, pero hay que decirle cada que lo veamos, cada que cualquier ciudadano vea a Juan Manuel: âoiga Gobernador, por favor ya póngase el traje de Gobernador y quÃtese el short de corredorâ.
Ahora bien, en principio creo que la que debe iniciar una profunda reestructura es la sociedad, porque evidentemente socializamos la corrupción, le damos entrada, voy a poner un ejemplo muy tÃpico sin mencionar nombres: vamos a suponer que soy un constructor, decente, que va a misa, educa a sus hijos, que no tiene novias aparte de su esposa, y quiero competir para ganar una obra, voy a ver al alcalde sea de Valles o de la Capital, de donde sea, y entonces él me dice sÃ, nada más que aquà está otro constructor que también está compitiendo, y para no competir pongo en un cajón mi santo Cristo y le ofrezco una comisión al alcalde, y el alcalde guarda también en un cajón su santa cristiandad y acepta la comisión y me da la obra.
Si yo simplemente fuera decente y no fuera Secretario de Obras Públicas de Gobierno del Estado, hago el puente bien, no lo hago como el de El Cascabel, y ya lo único que hice fue sobornar a un funcionario público con más hambre que decencia, y cuando los demás comentarán âcómo lograrÃa Leonel ganar el concursoâ, âno pues le dio un moche al alcaldeâ, y todo mundo lo sabe y nadie me denuncia, qué clase de sociedad es ésa en donde estamos tolerando que me haga rico, dando moches y cochupos, y que permitan que un alcalde o alcaldesa de donde sea, agarre dinero, que no es el de su sueldo, para asignar obras públicas, y ninguno de los dos está robando dinero público, pero estamos engañando a la sociedad y estamos pervirtiendo la libre competencia.
Bueno todo mucho sabe cuánto le da cada quien y a quién y por qué, todo mundo sabe porque hasta lo han confesado, que algunos diputados meten facturas falsas, todo mundo sabe que esa factura de Costco, de nueces de Macadamia, nueces de la India, manguitos enchilados, no es real, eso o compró para su casa y lo metió como gasto al Congreso ese diputado, o sea esa parte todo mundo la sabe y sin embargo nos hacemos de la vista gorda, nos volteamos para el otro lado, y se sonrÃen socarronamente los que saben, por qué, porque esperan que les toque.
A eso me refiero con que debe haber una regeneración de la sociedad, en el sentido de que cuando sepamos que perengano o perengana pidió un dinero para un vivero de café para la gente, y se clavó el dinero porque puso el vivero en un terreno de su mamá, hay que denunciarla, no importa que se le eche a uno encima desde el pleno del Congreso, no importa, hay que denunciarla porque es una persona que ha robado dinero público.
Y en ese entendido, el Sistema Anticorrupción, la nueva configuración de la FiscalÃa no abona en beneficio de perseguir ladrones de dinero público, ni tampoco de sobornadores, ni de los que se dejan sobornar, ni nada, es una alberca llena de lodo en la que todos nadan con una singular alegrÃa, como esperando el dÃa que los saquen para que ejerzan el control de la alberca, es eso lo que tiene doblada y dividida a la sociedad, y es lo que tiene enojada a la gente que sà trabaja, la gente que se esfuerza todos los dÃas⦠y somos mayorÃa la gente honrada.
Entonces ¿qué es lo que está pasando?, que la gente de bien estamos en nuestro trabajo, estamos en nuestra escuela, estamos en nuestras fábricas, en nuestros empleos, y los malosos, los villanos, las pillas, las delincuentas, están en los congresos, en las presidencias municipales, en los tribunales de justicia, y obviamente ellos controlan el tema y hacen una polÃtica de gatopardismo.
FÃjense, hace cuatro meses que estaba en auge la ecuación corrupta y la indignación social, el Procurador de Justicia del Estado era el maestro Federico Garza, pasados esos cuatro meses el Fiscal General del Estado es el maestro Federico Garza y, la encargada del Despacho de la AuditorÃa Superior del Estado era RocÃo Cervantes y la actual Auditora Superior del Estado es RocÃo Cervantes, entonces ¿quiénes son los talentos geniales que hicieron que toda la indignación social ya no existiera y siguieran siendo los mismos?, es una maravilla que sigan siendo los mismos, como si nada hubiera pasado, y más aún ellos van a estar siete años, entonces qué genio, qué Maquiavelo ni qué nada, Richelieu y Fouché se quedaron cortos en hacer un gatopardismo del más alto nivel, de la elegancia más extraordinaria que hayamos podido ver, porque además todo mundo está contento con que las cosas que hace cuatro meses nos daban asco, hoy nos dan hasta orgullo.
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