Semana del 28 de Mayo al 03 de Junio de 2021

La mentira patológica en la política

La mentira patológica en la política

Dr. Luis Fernando Guerrero

Ante las promesas de los candidatos cada tres años en relación a que nos van a resolver todos los problemas, es bueno aclarar que todo mundo usamos la mentira, una persona normal va a utilizar este mecanismo para ciertas cosas, la otra es que de mitómano se habla propiamente de una patología; sin embargo, también es un poco diferente con el tema que hoy estamos abordando, que es la mentira patológica, pero en el uso que se hace en la política o en otras áreas referentes.

Para alcanzar un objetivo la gente miente, en este caso los políticos no para aliviar una cuestión de ansiedad, sino que lo hacen de manera premeditada, buscando un beneficio personal o para lo que es propiamente su campaña, y podría ser que la gente les crea para alcanzar algo o para ocultar algo, entonces estamos hablando del uso de la mentira de una forma manipuladora.

Y es que por un lado la gente está necesitada de una cuestión, de no sólo creer una mentira sino de una esperanza de algo, entonces ahí todo mundo mentimos, pero en realidad del impacto que tienen las mentiras públicas, en este caso de los políticos, es mucho mayor, debería ser en una forma tipificada de manera diferente, entonces la mentira del político es mucho más grave que las mentiras de un ciudadano común y corriente.

En cuanto a aquellos que usan mucho a Dios para llegar y captar el apoyo de los posibles votantes, no tiene un nombre específico, pero si yo sé que la población a la que estoy dirigiendo el mensaje es una altamente creyente y ahí puedo utilizar la mentira o a Dios para manipularlos, es parte de una sociopatía.

Pasa un fenómeno muy importante, el impacto es mayor, y es que el político tiene la ventaja sobre la gente, pues todos conocemos que el político miente, de alguna manera ya tiene el perdón, con otras profesiones, como el médico, es más grave si miente, por eso se le tiene tanta observación, pero si vas con un charlatán a que te cure la diabetes y si no cumple y al contrario te complica, no lo vas a demandar, porque tú en el fondo ya sabías que era una charlatanería, igual pasa con la población y los políticos, la gente quiere creer, compra esas mentiras, pero en el fondo sabe que hay una gran posibilidad de que es una mentira, entonces cuando viene ya una realidad de que no es así, la población dice bueno ya me lo esperaba y ya no ejerce un poder mayor sobre el que les mintió, aunque sea grave.

Las personas saben que los políticos mienten, pero quieren creer y tiene una esperanza de que en esta ocasión sea diferente, y es lo que las lleva a comprar la mentira, y el problema es que el político también lo sabe y se aprovecha de esa circunstancia de esa necesidad, de esperanza.