Oswaldo RÃos Medrano
El pasado domingo ocurrió la marcha en defensa del INE, este movimiento es valioso por varias razones, la primera es porque no se vale cambiar de árbitro electoral cuando se va ganando el partido, cuando se tiene control total de la situación, y cuando lo que se quiere no es mejorar el proceso o mejorar las reglas de la competencia, sino perpetuarse en el poder y aprovechar el dominio polÃtico y hegemónico que tiene hoy el gobierno y la 4T para terminar de erradicar uno de los poquitos contrapesos que hay.
El asunto de fondo es que la institución electoral vigente que tenemos el INE, antes IFE, es el organismo que tiene mayor confianza y prestigio ciudadano, ha sido una institución garante de procesos electorales tan asà que permitió la llegada al poder del López Obrador en 2018, y que ha sido el mismo organismo electoral que después de 2018 ha organizado procesos a nivel federal y ha apoyado a los organismos electorales locales, tan asà que hoy Morena tiene mayorÃa absoluta en la Cámara de Diputados, mayorÃa relativa en la Cámara de Senadores, gobierna más de 20 entidades federativas, tiene el presidente altos Ãndices de popularidad, y resulta increÃble que aún teniendo todo ese poder no les alcance para respetar a la autoridad electoral y las reglas de la competencia sino que vayan por una reforma que es notoriamente regresiva y populista.
Decirle a la gente que se pretende reducir diputados en el Congreso puede parecer muy buena idea, el problema es que eso se hace para que el presidente tenga mayor control polÃtico del legislativo, o decir que se van a eliminar diputados de mayorÃa relativa y que ya solo vamos a tener diputados de representación proporcional, es no decir que al final en Morena el que palomea la lista de representaciones del presidente de tal manera que él serÃa el que pondrÃa casi la totalidad de diputados de sus partidos; y finalmente cuando dice que los consejeros electorales se van a elegir por votación directa lo que no nos dice es que él está pensando que el Poder Legislativo, que el Poder Ejecutivo, es decir la presidencia, y que el Poder Judicial es decir la corte, van a plantear candidaturas hasta en 20 propuestas y la gente las va a votar, nada más que no dice el presidente que los 20 evidentemente son suyos, que los 20 de la corte van a ser suyos porque está sometida la corte hoy dÃa y que de los 20 de legislativo probablemente 10 o 15 sean de él, de tal manera que va a acabar proponiendo al 90% de quienes van a aparecer en una supuesta boleta y por si fuera poco que tiene el control y la manutención del dinero público para la elección.
Lo que está haciendo el presidente con el argumento de una reforma electoral realmente proponer la liquidación de la democracia y quedarse en el poder con un horizonte de temporalidad mucho más amplio que 2024.
Es preocupante a todas luces, gravÃsimo, verdaderamente delicado y lamentablemente hoy la sociedad no está dando una batalla tan resuelta como en el pasado en defensa del voto libre y en contra del fraude electoral.
De entrada a un presidente de la República no tendrÃa que ser quien esté auspiciando movimientos polÃticos en contra de nadie, hoy el presidente de México, como fue en el pasado, deberÃa estar convocando a la unidad y a la constelación nacional y dejar que fuera en el seno del poder legislativo donde ocurriera la discusión de la reformas electorales como siempre ocurrió, el presidente de la República nunca fue un factor de división y mucho menos un factor de decisión en los cambios electorales, eran temas de congreso y de partido y aquà la reforma electoral todo mundo vemos es un tema que le importa solamente a López Obrador y a eso monta a Morena y monta el Verde y monta al PT.
Una cosa que es bien preocupante cuando las leyes gobiernan, no las personas, las democracias son fuertes, y las democracias obligan a que quien a que quien tiene el poder respete las leyes, cuando las leyes no se respetan y quien gobierna dice -a mà no me vengan con que la ley es la ley- es porque él se arroga el derecho, falso por supuesto, de ser quien imponga sus reales en este paÃs, es decir, hoy no tenemos más ley que los caprichos presidenciales y la voluntad autoritaria de López Obrador, eso está a punto de aniquilar al INE Si eso ocurre se va a convertir en una pantomima y en una caricatura tal como hoy lo es la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que ya no defiende a las personas sino que defiende al poder.
Si tenemos un INEC, que es el organismo que pretende crear López Obrador, ya no vamos a tener un organismo que organiza elecciones, vamos a tener un organismo encargado de simular la competencia por el poder ahora simplemente garantizar que Morena y López Obrador continúen como antes. Este paÃs no luchó durante tantos años por democracia electoral para terminar regresándole al gobierno el control de las elecciones eso es lo que verdaderamente es relevante decir.
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