Emsavalles| | Lunes, 08 de Diciembre de 2025| 09:55
El actor protagoniza por primera vez un monólogo gracias a Cruise, obra que, aborda la historia de un joven que vive con VIH en los años 80. Se presenta en el Teatro Milán
La historia de un joven que vive con VIH en la década de 1980, con sus aventuras y desventuras, forman el hilo conductor de la obra de teatro Cruise que, en formato de monólogo, protagoniza el actor mexicano Alejandro Speitzer en el Teatro Milán.
Dirigida por Alonso Íñiguez y con temporada hasta el 28 de diciembre en este recinto, la propuesta teatral escrita por Jack Holden busca hacer un paralelismo con la época en que se desarrolla y la actualidad, en una reflexión tan divertida y sensual como conmovedora.
El actor y modelo mexicano de 30 años habló de éste, su primer monólogo teatral, que aborda un tema necesario y que marca un parteaguas en su trayectoria, en la que desea explorar facetas distintas de sí mismo.
Estoy muy comprometido con la incomodidad. Me parece que es importante encontrar esa incomodidad y aceptarla, porque ya hay lugares en los que me siento cómodo y en los que sé que puedo hacer ciertas cosas. Entonces, ¿qué pasa cuando me alejo de ese lugar?
Creo que allí es donde el artista crece, a partir del error, incluso asumiendo que a veces puede ser que equivocarte es el camino. No te puedo mentir: Me daba un miedo tremendo hacer esto, pero tenía que hacerlo. Si no, estaría traicionándome, traicionando todos mis sueños y deseos.
Busco constantemente la incomodidad. Tengo un par de proyectos que vendrán, que ya están hechos, pero que otra vez son abismalmente diferentes unos de otros, que no tienen nada que ver. Realmente estoy comprometido con dar eso, porque no quiero ser una cosa, quiero ser un montón de posibilidades así como en esta obra", expresó Alejandro Speitzer.
El actor, quien ha sido protagonista de series como Cóyotl, héroe y bestia y de películas como Pimpinero, Disco, Ibiza, Locomía y recientemente Autos, moda y rocanrol, destacó que tuvo temor en hacer esta obra, porque habla de aceptación y de identidad, hasta que supo que era lo que le interesaba comunicar hoy en día con su trabajo.
Pensaba con esta obra el miedo que me daba afrontarla. Pero, si no lo hacía, ¿quién sería yo como actor si no asumía ese riesgo? ¿Quién sería yo como persona si vivo con esa imagen?
Afortunadamente he tenido una madre y un hermano que siempre han estado conmigo y me han apoyado y, en ese sentido, siempre he sido libre de ser exactamente lo que quiero ser y también hacia fuera he dado ese mensaje, siendo lo que quiero ser y no limitándome", dijo.
Speitzer compartió la conexión que tuvo con esta historia y con el personaje que la protagoniza, aunque hay muchos otros que interpreta.
Y es que para él, lo más importante de Cruise es que habla de valentía en la toma de decisiones.
Hago a muchos personajes, pero creo que la autocrítica es uno de los esfuerzos más grandes que tiene un ser humano, porque se nos dice cómo debemos y deberíamos ser, nuestros padres, nuestros amigos, la sociedad. En mi caso, si eres una figura pública, hay una expectativa. Entonces, tiene que haber un acto de valentía en eso, en reconocerse y aceptar lo que eres.
No sólo estoy hablando de la sexualidad, estoy hablando en la totalidad, en lo que somos y nos percibe como seres humanos. Reconozco a todos aquellos que tienen esa valentía de salir a la calle y aceptar simplemente lo que son, estando dispuestos a perder incluso a su propia familia. Cuando se habla, por ejemplo, de sexualidad o cuando se habla de muchas otras decisiones en la vida, hay personas que terminan perdiendo a sus familias por eso", apuntó.
Solo en escena
Alejandro Speitzer relató que hacer un monólogo y subirse en solitario al escenario ha sido "un viaje que, definitivamente, es una locura".
Es un viaje que requería de mucha valentía, de mucho arrojo y así es como lo asumí. Llevo muchos años buscando nuevas ventanas en mi carrera, nuevos espacios, saliéndome del molde o de alguna forma en la que se me quiera ver.
Me parece que ésta era la historia perfecta para encontrar eso que voy buscando, que es la complejidad en los personajes. Estoy muy contento. Es un viaje que no puedo describir. Es una locura. Hasta el día de hoy sigo sorprendido de todo lo que va pasando en cada función", señaló.
Cruise es para Alejandro una historia poderosa, así como retadora.
No sabía si yo estaba listo para esto. La única manera de saberlo es hasta que lo haces y lo enfrentas. La manera de trabajar es completamente diferente, pero he encontrado algo en mí, mucha valentía y mucho coraje en este camino. Aprecio mucho eso, porque entiendo que ése es el camino para crecer.
Lo que significa hacer un monólogo, sostener una historia durante más de hora y media, y hacer a más de diez personajes, ya representaba algo muy llamativo para mí. Pero, aparte de eso, es una historia que habla de la dignificación de todos aquellos que ya no están y que en su momento lucharon con fuerza por muchas de las libertades que hoy se viven.
(La obra) habla también de la opresión, de la epidemia del VIH y cómo esa lucha no debe quedar en el olvido y debe recordarse para que las nuevas generaciones entiendan que mucho de lo que hoy se goza tiene que ver con lo que otros luchaban. Puede ser una buena cachetada para el espectador, de pronto, darse cuenta que hay ciertas similitudes que hoy siguen sucediendo", concluyó.
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