Semana del 18 de Abril al 24 de Abril de 2014

Relaciones peligrosas

Relaciones peligrosas

Fernando Díaz de Leon C.

Hace ya un buen tiempo, le hice un comentario al entonces Senador Carlos Jiménez Macías, en el sentido de que me parecía muy justo el nombramiento del ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta como Embajador de México en el Vaticano, simplemente porque había sido el único gobernador, que después de su mandato se colocaba en posición de trascender más allá de un período de gobierno.

Por supuesto que el comentario no le causó mucha gracia, porque lo primero que me preguntó es que si yo conocía el Vaticano, a lo que le contesté que ni en sueños. En su estilo, y con algo de irritación pregunto: ¿Sabías que el Vaticano es más pequeño que el centro de San Salvador?, se refería al país centroamericano. Ese sí lo conozco y en realidad es diminuto, y también tengo la certeza de que no tiene la influencia mundial que tiene la iglesia,- le respondí.

Valga esta referencia, porque quien podría dudar del poder y la influencia que ejerce la iglesia católica en millones de personas que habitan en dos o más tercios del mundo. También recuerdo, que un estimado Director de un prestigiado medio de información local, nos instruía a los reporteros y columnistas: “Pueden ustedes partirle su santísima progenitora a quienes quieran, menos al Presidente de la República, al Ejército y a la Iglesia.

Hace todavía dos décadas, resultaba impensable tocar, cuestionar o poner en evidencia a esas figuras, la Iglesia Católica como principal, cuya vigencia histórica tiene más de 20 siglos. Pero en México los tiempos cambiaron y hoy es diferente.

Las relaciones Prensa-Estado-Iglesia, tuvieron un vuelco vertiginoso, y de ello se encargaron algunos presidentes de la República como Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. Quizá mayormente acentuado con el guanajuatense dicharachero quien con su estilo muy propio apachurra sapos, culebras y tepocatas y en su forma de gobernar, incidió para mandar al caño el respeto que se tenía por la institución presidencial.

Desde luego que en la modificación de las relaciones con la prensa, contribuyeron muchos generales que de pronto se vieron descubiertos al estar involucrados con los principales cárteles de la droga y en la violación sistemática de los derechos humanos. De igual forma, en el ámbito internacional, principalmente África, en Europa y en América Latina, sin escaparse México, la iglesia católica se ha visto envuelta en serios escándalos relacionados con actos de curas pederastras que han llegado hasta la Santa Sede.

El propio Vaticano ha sido escenario de frecuentes alborotos por los manejos financieros, presuntas intrigas y hechos irrevelables que han cimbrado a la Jerarquía Católica, al grado que algunos Pontífices, han tenido que pedir perdón o retirarse del cargo bajo probables presiones por su actitud de encubrimiento, en fin ese es otro asunto y ya se han hecho muchos análisis al respecto.

Todo lo anterior, viene a colación por el nivel de confrontación que ya tomó vuelo entre la Iglesia Católica potosina y la entrona y talentosa periodista Carmen Aristegui, conductora de MVS Radio y Televisión, quien en su programa noticioso, escuchó y trasmitió de viva voz la serie de denuncias que ha venido presentando el ex sacerdote, Alberto Athie, en contra de curas pederastras en México, incluyendo a San Luis Potosí, en la humanidad del representante político y jurídico para temas finos o delicados de la Arquidiócesis potosina, el Sacerdote Eduardo Córdova.

Para el Vocero del Arzobispado, Presbítero Juan Jesús Priego Rivera, “el periodismo que ejerce Aristegui no es periodismo y lo que difunde es información sensacionalista,- al grado de emplazar a la aguerrida conductora a que se atreva a criticar a aquellos que le dan de comer”. Declaración fuerte y contundente la del Vocero de la Iglesia Católica potosina, pero peligrosa.

Ciertamente la Iglesia Católica sigue ejerciendo un poder real en la consciencia de los potosinos, sin embargo lo que dijo el sacerdote, no traspasará la sierra de San Miguelito. Más allá nadie leerá, escuchará u observará lo que el Vocero dijo, a menos que la periodista decida llevarlo tantito fuera de nuestras fronteras, dado que su noticiario es escuchado por millones de mexicanos a lo largo y ancho del país.

Es peligrosa la declaración de Priego Rivera, porque al programa que conduce Carmen Aristegui, han circulado presidentes de la República, gobernadores, senadores, diputados, líderes de partidos políticos, dirigentes del Congreso de la Unión, líderes de los autodefensas, presidentes de los organismos electorales y líderes de las cámaras empresariales;- entre muchos personajes más. Algunos para hacer espacio y tomarlo como foro y plataforma de sus posicionamientos o para defender su verdad.

Si todos ellos han acudido a un programa donde a decir del Vocero del Arzobispado no se hace periodismo, y además, lo que difunde Carmen es sensacionalista, que lástima y que amarillistas han pretendido ser todos esos actores o rufianes que han pasado por el programa de radio más escuchado en la República mexicana para convencernos.

No olvidemos, que si alguien hizo el gran boquete al gobierno federal con el asunto de los autodefensas en Michoacán, si alguien le hizo el gran agujero al tricolor con la presunta red de prostitución o Trata de Personas en PRI del DF, y si alguien se ha arriesgado con dignidad y valentía a denunciar hechos que en otros espacios es impensable que se publiquen, ha sido justamente el programa que conduce Aristegui ¿o no?

ENTRE PARENTESIS

El delicado tema de la presencia o no de los llamados autodefensas en el estado potosino ya parece chunga. Finalmente se reconoce que sí hay Guardias Comunitarios y que su proclama es “que se les dé autoridad y permiso para portar armas para defenderse de los policías corruptos que los extorsionan y les quitan lo poco que tienen” “y no tanto para enfrentar al crimen organizado”.

La verdad me doy. Los funcionarios públicos y algunos políticos, insisten en que solo son Guardias Comunitarios los que existen en nuestra Huasteca,- y nuestros indígenas Huastecos, afirman que si son autodefensas, porque solitos quieren defenderse, si no del crimen organizado o desorganizado, por lo menos sí de la delincuencia institucionalizada con uniforme de policía. A lo mejor solo es cuestión de semántica y por eso se han enredado tanto.

Los Guardias de la Comunidad, sostienen que tienen que pagar desde 800 pesos hasta 30 mil pesos a los delincuentes “vaya usted a saber cuáles” para que no los persiga la justicia. Por lo pronto, y siendo sinceros, no fue ni Milenio ni Punto de Partida, los espacios que descubrieron el hilo negro de este enramado asunto, varios informativos locales ya venían abordando el tema. Si algún medio local los alertó y les dio luz para hacer un buen trabajo periodístico, qué bueno y habrá que reconocerlo, pero los gargantones debieran, si hay honestidad intelectual reconocerlo y compartir el crédito.

Hasta pronto.