Semana del 29 de Marzo al 04 de Abril de 2019

La cooperativa del futuro

La cooperativa del futuro

José Luis Blanco Saénz

Según un estudio reciente del Boston Consulting Group las empresas líderes a nivel global -que aspiren a seguir vigentes en ese nivel para la próxima década-, deben asegurar una vitalidad que ya no se mide solamente en términos financieros (BCG, octubre 2018).

En esencia, para seguir estando vigentes las empresas deben balancear su éxito actual con una inversión suficiente en la creación de las futuras capacidades, como son el acceso y gestión de la diversidad, la digitalización, la conexión y conocimiento de sus mercados.

Estas empresas deben su potencial de éxito a que trabajan tres dimensiones: desarrollan nuevas opciones de desarrollo, piensan diferente sus estrategias y construyen las capacidades correctas para las nuevas condiciones que se vienen.

Cada vez más, la gestión del día a día se hace más compleja en nuestras organizaciones, bajo la presión de mayor competencia y regulaciones más exigentes.

Nuestras cooperativas, normalmente lentas para decidir y ejecutar, tienen entonces un doble desafío. No solo debemos ser mejores que las empresas capitalistas con las que competimos, sino que debemos ser mejores que nosotras mismas.

Aquí si se cumple aquello de que el primer obstáculo a vencer es nuestra propia resistencia interna: debemos creérnosla y tener la confianza en que podemos ser superiores a cualquiera en el mercado.

Con una mentalidad abierta y progresista, las cooperativas tenemos todo para tener éxito en el nuevo mercado digital y globalizado.

Reinventar nuestras cooperativas, transformar profundamente sus maneras de actuar, modernizar y digitalizar procesos y servicios es el propósito de IMPULSO y será un tema recurrente en esta revista.

Cuáles son las tareas y desafíos que tenemos las cooperativas en los próximos años si queremos seguir vigentes en el 2025 y 2050?

i. Conexión con el socio y capacidad para atenderle de manera omnicanal y altamente digital, con oportunidad y resolutividad. Uno de los desafíos mayores que tenemos es lograr que el asociado siga sintiendo que la cooperativa es suya, que le es útil y necesaria, que esté dispuesto a invertir tiempo y recursos en su desarrollo.

ii. Rediseño de plataformas y procesos desde la simplicidad y la eficiencia: mínimo de pasos, mínimo de requisitos, mínimo de tiempos de espera, para asegurar una experiencia única y positivamente memorable.

iii. Personalización de la oferta desde las necesidades y aspiraciones de cada socio, aunado a una fuerte reconversión comercial.

iv. Profunda reinvención tecnológica. Así como por siglos el mundo funcionó sobre papel, el futuro será completamente digital. Debemos estar dispuestos a invertir intensivamente en tecnologías de avanzada y saltarnos etapas completas de desarrollo. Algo posible hoy día si se tiene la visión adecuada.

v. Rediseño en profundidad y fortalecimiento de la gobernabilidad. No hay ya lugar para la política de bajo nivel y el juego de intereses. Ni el mercado, ni los reguladores ni los socios lo van permitir.

vi. Gestión profesional. Asegurar que nuestras cooperativas operen como las mejores de su industria, altamente profesionales y especializadas.