Semana del 26 de Abril al 02 de Mayo de 2019

Don Eduardo Araujo, con fe en Dios y fuerza de voluntad, sale adelante

Don Eduardo Araujo, con fe en Dios y fuerza de voluntad, sale adelante

Juan de Dios Hernández

Eduardo Araujo Vázquez, tiene 61 años de edad, es originario de Cd. Valles, presenta una discapacidad, secuela de una enfermedad que no se trató correctamente en su juventud; sus padres tenían la creencia de que era brujería, ya que la enfermedad se manifestó sin síntomas previos como fiebre o malestares físicos, sólo que un día al levantarse le comenzó a doler la pierna. Fue hasta muchos años después que lo llevaron con un traumatólogo quien le dijo que quedaría paralítico.

UNA CAIDA PUDO SER LA CAUSA
Fue un niño al que llevaban a las labores del campo desde los 5 años y solía tener accidentes, cayendo de los animales que montaba, por lo que piensa que una de esas caídas le ocasionó un daño a su pierna. Fueron a San Luis Potosí, donde le hicieron exámenes, extrayendo una muestra del líquido espinal, además fue operado retirándole tendones que estaban rígidos, y le ocasionaban dolores día y noche.

SU FUERZA DE VOLUNTAD PUDO MÁS QUE LOS FUERTES DOLORES
Los dolores eran muy fuertes, al grado de no poder caminar; pero la fuerza de voluntad y la fe lo hicieron salir adelante, ya que tenía que continuar trabajando, sobre todo en las labores del campo, sembrando, chapoleando y sin tener un tratamiento para su padecimiento.

SU PADRE, MUY ESTRICTO, NO MALO
Una de las cosas que don Eduardo recuerda con tristeza es cuando al comentarle a su padre que ya no podía seguir trabajando él le dijo “está bien, quédate”; sin embargo, al irse a las labores su padre le dijo a su madre y hermanas “ahí lo dejo para que le pongan un vestido”, haciendo alusión a que sólo las mujeres se quedan en la casa, “en ese momento quería que me tragara la tierra. Mi padre no era malo, sufrió mucho de niño también”, comenta don Eduardo.

CAYÓ, PERO DIOS LO SALVÓ
Cuando su padre estaba al borde de la muerte sintió que se doblegaba, y buscando ayuda espiritual, se unió a un grupo religioso, en el cual descubrió que su líder sólo buscaba lo económico y no el beneficio de los demás “trabajé con él 2 meses en su rancho, y a veces me dejaba sin comer todo el día”, esto aunado a la posible ausencia de su padre, lo orilló al alcohol, a buscar la muerte por tantos problemas, “Dios me salvó, la fuerza de voluntad, el querer salir. Cuando uno recae la gente no ayuda, lo daña a uno más, del árbol caído todos quieren hacer leña”.

QUISO SUICIDARSE
“Cada que intentaba suicidarme escuchaba algo que me decía ‘no lo hagas, tú haces mucho por los demás’; me preguntaba ¿cómo? Si yo quiero que me ayuden, ¿cómo voy a hacer algo por los demás?, caía en una pesadez y me lastimaba con unas agujas para desahogarme; como otras personas gritan, y les dicen ‘ese está loco’; no está loco, está en depresión y es su manera de buscar un escape.

EMPEZÓ A AYUDAR A LAS PERSONAS
Eso pasó, aprendí algo sobre electrónica, y empecé a ayudar a personas que no tenían para pagar las reparaciones, incluso hasta de psicólogo me ha tocado, viene gente con problemas emocionales, de alcoholismo y drogadicción y los escucho, eso es lo que la voz me decía que yo iba a hacer mucho por los demás. Sólo escuchando les es de gran ayuda. Me gusta leer. Soy autodidacta. Otra manera de ayudarles es canalizarlos, aconsejándoles ir en ocasiones con un psiquiatra, pero las familias no los llevan o dejan ir, y por ignorancia esas personas acaban mal”

INDISPENSABLE LA FE PARA SALIR ADELANTE
“Por más difícil que las personas estén pasando una situación busquen su fe. Solos no podemos, somos como un barco a la deriva siendo golpeados de un lado para otro. Todo en la vida es pasajero, nuestros dolores y sufrimientos se van a ir, lo importante es el alivio del alma, es lo que nos debe preocupar. El cuerpo físico va a acabar.”

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