Semana del 05 de Enero al 11 de Enero de 2024

Nacer y vivir detrás de las rejas

Nacer y vivir detrás de las rejas

El fenómeno criminal tiene diversas aristas, es decir, las personas criminales no solo son entes que actúan por si solos, por lo tanto, cuando son capturados por el brazo del Estado no solo resulta afectada su esfera personal, sino familiar y es ahí donde infantes padecen daños colaterales.

Hasta el pasado 13 de noviembre, en el estado de San Luis Potosí existen 10 niñas y niños que residen con sus madres privadas de la libertad por cometer delitos, en Centros Estatales de Reinserción Social (CERESO).

Así lo da a conocer una respuesta de Gobierno del Estado a la solicitud de información con número de folio 242840523000120, presentada a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) del INAI.

La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) del estado, especifica que, de la cifra en comento, 6 corresponden a niños y 4 a niñas. En todos lo casos, habitan en el CERESO de la capital, ubicado en la delegación de la Pila.

Señala que la Dirección General de Prevención y Reinserción Social, ni los centros penitenciarios cuentan con facultades en materia recursos financieros para las PPL’s, toda vez que, dicha facultad se encuentra otorgada de manera exclusiva a mi superior jerárquico, la SSPC, a través de la Dirección de Administración.

PRESAS Y MÁS PRESAS
La Dirección General reporta que hasta dicha fecha se cuenta con un total de 148 mujeres privadas de la libertad en el estado, de las cuales 110 se encuentran procesadas y 38 sentenciadas.

Señala que, de las mujeres procesadas 40 se ubican en la Rectoría Femenil del CERESO de la Pila, y 61 el CERESO femenil de la Región Huasteca, localizado en el municipio de Tancanhuitz.

Por su parte, que las presas sentenciadas 25 se localizan en la Rectoría Femenil del CERESO de la Pila, y 13 el CERESO femenil de la Región Huasteca de la municipalidad antes referida.

Indica que se cuenta con un total de 96 personas servidoras pública asignadas a las áreas femeniles de los centros de reclusión, siendo los únicos que albergan mujeres privadas de la libertad los 2 mencionados.

Estas consisten en 70 custodios; 3 enfermeras: 3 trabajadoras sociales; 3 de mantenimiento; 2 jurídicos; 2 de limpieza; 2 laboral; 2 administrativo; y 1 de cada en uno en rectoría, dirección general, filiación y archivo; secretaría, oficialía de partes, medicina, recursos humanos, psicología y criminología.

El pasado 27 de septiembre, a través de un operativo de seguridad, la SSPC realizó el traslado de 80 mujeres internas de la Pila hacía Tancanhuitz, como parte del mecanismo de conformación de un centro penitenciario femenil que buscará la certificación oficial de la Asociación de Correcionales de América (ACA).

La dependencia informó en un comunicado que a corto plazo la totalidad de mujeres residentes de la Pila serán trasladadas a Tancanhuitz. Hasta esa restaban 65 de ellas que tienen que atender asuntos en los juzgados o audiencias de

PERSPECTIVA DE DDHH
En la mayoría de las cárceles del país, no se dispone de un espacio adecuado, por lo que se observa que en ocasiones se comparte la cama entre madres, hijas e hijos, encontrando algunos casos en donde la interna tiene a más de una niña o niño con ella, da a conocer un informe especial del 2016 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en la materia.

Evidencia que entre los servicios de salud que se consideran debe tener la población infantil, se encuentra la atención de médicos pediatras, vacunación, servicios dentales y psicólogo infantil; no obstante, en la mayoría de los casos, sólo se cuenta con atención médica general.

En México, la edad de los niños y niñas que viven con sus madres internas en los centros de reclusión ha oscilado entre los 0 y 6 años de edad, pero a partir de la publicación de la Ley Nacional de Ejecución Penal del año 2016, la edad se ha modificado hasta los 3 años para el caso de que hayan nacido durante el internamiento de sus madres.

No obstante, precisa que podrá solicitarse su ampliación al Juez de Ejecución en el caso de que la hija o el hijo tuviera una discapacidad que requiriera los cuidados de la madre, si esta sigue siendo la única persona que pueda hacerse cargo, en términos del artículo 36, fracción I de la citada ley.

Con la entrada de la nueva administración se han dado mejoras al sistema carcelario, por lo cual, supondría que existen avances en todos los rubros, por ejemplo, en la atención especializada para las hijas e hijos de las internas.

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