Semana del 22 de Mayo al 28 de Mayo 2015

La "otra invasión" Centroamericana

La "otra invasión" Centroamericana

Juan Veledíaz

Las miradas de los analistas en inteligencia militar están puestas en las redes de tráfico de armas que operan en Guatemala, El Salvador y Honduras. Los dos primeros países salieron hace varios años de una prolongada y sangrienta guerra civil. El tercero, es presa de un poder de "facto" impuesto por las mafias criminales que tienen redes con Colombia y Nicaragua. La importancia estratégica de Centroamérica quedó de manifiesto después de que se aceptara que el mayor flujo de armas -como las que derribaron un helicóptero de la Fuerza Aérea el pasado 1 de mayo provocando la muerte de ocho militares de élite en Jalisco-, viene de esta región. De ahí la relevancia del trabajo que hagan los oficiales del ejército que encabezan las agregadurías militares.

Sobre el escritorio del general César Bonilla Orozco han pasado informes donde se recogen las rutas de ingreso de armas por la frontera con Guatemala que vienen de Centroamérica. Pese a que no lleva ni un año de comandante en la 31 zona militar con sede en Rancho Nuevo, Chiapas, está considerado uno de los mandos del ejército mejor informados de lo que ocurre con los vecinos centroamericanos. Hasta el año pasado Bonilla Orozco se desempeñó como agregado militar en la Embajada de México en El Salvador, uno de los países que padeció una prolongada guerra civil en los años 80 y de donde proviene buena parte del armamento que quedó sin uso al finalizar el conflicto, y que ahora se sabe pasó a manos de organizaciones del narco en México como el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Hay una zona en Centroamérica que está considerada "tierra de nadie". Se localiza donde se unen las fronteras de El Salvador, Honduras y Guatemala. De ahí vienen loa fusiles AK-47 de fabricación china, cuya característica es que se calientan, lo cual no sucede con los rusos originales, dice una fuente militar que estuvo hasta hace unos años como agregado adjunto en esta región. También se han ubicado redes clandestinas que comercializan los lanzagranadas RPG-7, con tubos adaptadores para misiles y pertrechos de diferente origen, vienen de Honduras.

Uno de los factores para recuperar "el control" de lo que ingresa por la larga y porosa frontera de México con Guatemala y Belice será el flujo de información que pueda recibir la secretaría de la Defensa Nacional de sus agregadurías militares incluidas las de El Salvador y Honduras. Se tendría que aprovechar al máximo los programas de intercambio y colaboración militar, añade la fuente. Buscar cortar el flujo de armas, vigilar otras rutas y lanzar operativos de intercepción.

Una estrategia que explicaría cuales fueron las razones de la llegada meses atrás del general Bonilla Orozco como comandante de una de las tres zonas militares en Chiapas, encargada de un tramo estratégico de la frontera. Una de sus últimas apariciones como agregado militar en San Salvador fue en marzo del 2014, cuando el gobierno de aquel país le entregó la condecoración por "los servicios distinguidos" y por "el apoyo y desempeño" para estrechar los vínculos entras las fuerzas armadas salvadoreñas y las mexicanas.


La geopolítica de las redes criminales

La comandancia de la séptima región militar que abarca el estado de Chiapas, al mando del general de división Germán Javier Jiménez Mendoza, en su monitoreo de la frontera se sirve de los informes que vía el Estado Mayor de la Defensa envía la agregaduría militar en la Embajada de México en Guatemala, a cargo del general brigadier Pedro Enrique Fernández Ortiz, antiguo comandante de la 25 zona militar en Puebla.

Fernández Ortiz, condecorado en febrero pasado con la medalla "Monja Blanca" por el Ministerio de Defensa guatemalteco, se apoya en el coronel Andrés Ojeda Ramírez, y el teniente coronel Laureano Carrillo Rodríguez. agregados adjuntos, quienes han recorrido en varias ocasiones el área considerada de alto valor estratégico en la franja fronteriza. Otra de las agregadurías militares cuya labor en estos últimos tiempos se considera fundamental es la de la Embajada de México en Honduras, a cargo del general de brigada José Antonio Sotelo Rodríguez.

El general Sotelo Rodríguez junto a los agregados militares en Guatemala y El Salvador, tienen como una de sus tareas analizar las redes y capacidad de acción de las mafias en estos países como el caso de las Maras. Estas son organizaciones que trabajan de manera muy cercana y flexible con varias agrupaciones criminales trasnacionales mexicanas como el CJNG, el cartel de Sinaloa y los Zetas, señala esta fuente consultada en la ciudad de México.

El general Antonio García Escalante quien de acuerdo a una solicitud de acceso a la información enviada a la secretaría de la Defensa se desempeñaba hasta hace unos meses como agregado militar a la Embajada de México en Belice, es otro de los oficiales destacado a uno de los países considerado zona de tránsito de armas, indocumentados y cargamentos de droga. La tierra beliceña se caracteriza por ser puerto de entrada en su franja costera caribeña de las embarcaciones que vienen de Sudamérica con todo tipo de contrabando. De ahí su importancia estratégica.

La creciente importancia de los flujos clandestinos de armamento, pertrechos, y la entrada y salida de mercenarios al servicio de los carteles de la droga, llevó a que en marzo pasado la secretaría de la Defensa Nacional anunciara, por medio de la comandancia de la séptima región militar en Tuxtla Gutiérrez, y el gobierno del estado de Chiapas, que construirán un nuevo cuartel militar en Chicomuselo, ubicado en la región montañosa del área fronteriza con Guatemala. En un predio conocido como Piedra Blanca, donado por el gobierno estatal que abarca una superficie de 60 hectáreas, se construirá el cuartel de un batallón y una unidad habitacional militar. La obra forma parte del "reforzamiento del esquema de seguridad", derivado de los acuerdos en la última reunión de seguridad nacional para la región sur-sureste, se dijo en el anuncio.

Si la importancia de detectar las redes que trafican a México armas y droga desde Centroamérica pasa por las agregadurías militares en Guatemala, El Salvador y Honduras, la participación de los agregados en Nicaragua y Colombia es vista como fundamental.

El agregado militar de México a la Embajada de Nicaragua era hasta hace unos meses el general brigadier Alberto Gaytán Palos, uno de los oficiales con mejor conocimiento de las operaciones del narco en terrenos del norte del país. A la Embajada de México en Colombia estaba destacado el general de brigada Carlos Ramón Carrillo del Villar, quien actualmente se desempeña como jefe del estado mayor de la octava región militar, con cuartel en la ciudad de Oaxaca y jurisdicción en todo el estado. Se dice que los dos mandos militares son de los que mejor conocen la influencia de Nicaragua y Colombia en la entrada de droga, armas y el sostenimiento de redes con organizaciones criminales del país.